12.07.2015 Views

Leer-la-tienda-de-muñecos-y-otros-textos

Leer-la-tienda-de-muñecos-y-otros-textos

Leer-la-tienda-de-muñecos-y-otros-textos

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

experiencia, por lo que os tengo dicho, ha mostrado no ser <strong>de</strong>seable en<strong>la</strong> eternidad <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> jóvenes que conservan, virgen todavía, elmaligno germen <strong>de</strong> <strong>la</strong> curiosidad. Por esto son tan recomendables losmonasterios y los conventos, porque los que en ellos pasan su vida sonpor lo general gentes expertas que en sus celdas y en sus cavas arrastrancon frecuencia todas <strong>la</strong>s consecuencias <strong>de</strong> los p<strong>la</strong>ceres y prueban diariamenteel dolor <strong>de</strong> los excesos. Pues habéis <strong>de</strong> saber que los p<strong>la</strong>ceres fueroninstituidos para que los hombres ganasen, por medio <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>sastrosasconsecuencias, el Reino Celestial. Pero, a <strong>la</strong> vez, como no estánellos al alcance <strong>de</strong> todos los vivientes ni pue<strong>de</strong>n todos proporcionárseloscon <strong>la</strong> <strong>de</strong>bida abundancia ni <strong>la</strong> frecuencia requerida para que llenen suobjeto, <strong>la</strong> divina provi<strong>de</strong>ncia ha <strong>de</strong>cretado <strong>la</strong>s penas y los dolores quenaturalmente se sufren en <strong>la</strong> vida, los cuales no tienen su origen en p<strong>la</strong>cero exceso alguno sino que son anejos y propios a <strong>la</strong> misma existenciay en el<strong>la</strong> tienen su raíz.Son ellos, entre <strong>otros</strong> –concluyó diciendo el Apóstol–, los reveses <strong>de</strong><strong>la</strong> fortuna, <strong>la</strong>s vicisitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, <strong>la</strong>s inclemencias <strong>de</strong>l cielo, <strong>la</strong>s guerras,p<strong>la</strong>gas, pestes y epi<strong>de</strong>mias, los embates <strong>de</strong>l mundo y los elementos<strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nados.Estas fueron <strong>la</strong>s sublimes pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong>l Apóstol San Pedro, con <strong>la</strong>scuales quiero cerrar mi re<strong>la</strong>to, porque <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> este gran<strong>de</strong> acontecimientoa nada más puedo atribuirle importancia en <strong>la</strong> vida. So<strong>la</strong>menteañadiré que el Apóstol mismo, como acostumbran los magnates, sedignó ponerle término a nuestra plática. Después recibí su bendición,plena el alma <strong>de</strong> gracia y <strong>de</strong> fe, y según su mandato, regresé inmediatamentea <strong>la</strong> tierra, don<strong>de</strong> he escrito estas líneas.BIBLIOTECA AYACUCHO13

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!