12.07.2015 Views

Leer-la-tienda-de-muñecos-y-otros-textos

Leer-la-tienda-de-muñecos-y-otros-textos

Leer-la-tienda-de-muñecos-y-otros-textos

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong> saber que esta alma no es en modo alguno un alma adocenaday <strong>de</strong> poca monta, sino antes bien un espíritu que goza <strong>de</strong> especial estimaciónen el reino ultraterreno y que, por consiguiente, es verda<strong>de</strong>ramenteinapreciable. Me sentiría, pues, singu<strong>la</strong>rmente rebajado si consintieraen vendéros<strong>la</strong> por una suma cualquiera.Satán me hizo notar que yo estaba comprometido formalmente aven<strong>de</strong>rle el alma que tuviera.—Consi<strong>de</strong>rad –me dijo– que un hombre <strong>de</strong> espíritu tan elevadocomo es el vuestro, según <strong>de</strong>cís, no pue<strong>de</strong> faltar a <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra empeñada.—¡Cuán cierto es eso! –le dije–, ¡oh, Satán! Pero yo no he pensadoen quebrantar <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra empeñada. Si rehuso ce<strong>de</strong>ros mi alma por dinero,es porque, siendo tan digna y preciosa, <strong>la</strong> consi<strong>de</strong>ro invalorable. Perono tengo ningún inconveniente en cambiáros<strong>la</strong> por algo que sea igualmentesin precio. Os <strong>la</strong> ce<strong>de</strong>ré, pues, si me dais en cambio el don <strong>de</strong>mentir sin pestañear. Privado en a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> toda alma y habiendo perdidoya <strong>de</strong> antemano el cielo, pue<strong>de</strong> ser, sin embargo, que este pequeñodon que os pido me sirva para hacerme con el tiempo <strong>de</strong> otra alma y otrocielo.Satán se regocijó en extremo con esta noticia y me manifestó que,como seña<strong>la</strong>da prueba <strong>de</strong> confianza y amistad, me había ya concedido <strong>de</strong>antemano el don que le pedía...Así que no tuvimos nada más que tratar y continuamos nuestro paseo<strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> noche bajo <strong>la</strong> luna que iluminaba como una gran lámparael jardín. Hablábamos <strong>de</strong> cosas indiferentes. Cuando pasamos junto alguardia, que seguía durmiendo profundamente, le <strong>de</strong>cía yo a Satán estaspa<strong>la</strong>bras:—Lamento no haber traído <strong>de</strong> mi celeste correría, como se acostumbra<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un viaje, algún pequeño recuerdo o reliquia. Por ejemplo,varios pedazos <strong>de</strong> oro arrancados <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> preciosa Puerta. A mi regreso,parientes y amigos se los hubieran disputado con fervoroso ardor,porque son sumamente cristianos, y todos <strong>de</strong> una gran piedad...LA TIENDA DE MUÑECOS Y OTROS TEXTOS44

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!