12.07.2015 Views

Leer-la-tienda-de-muñecos-y-otros-textos

Leer-la-tienda-de-muñecos-y-otros-textos

Leer-la-tienda-de-muñecos-y-otros-textos

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

epente, a <strong>la</strong> observancia <strong>de</strong> <strong>la</strong>s viejas prácticas que repiten <strong>la</strong> manera <strong>de</strong>proce<strong>de</strong>r con nazarenos y re<strong>de</strong>ntores. En atención a lo sucedido, a <strong>la</strong>corrección, hubiera podido creerse que el pequeño Nazareno se hubierafinalmente resignado a representar bien su papel y a convertirse en vivaimagen <strong>de</strong>l gran Nazareno a cuya iglesia era llevado por papá y mamá.¡Pero nada <strong>de</strong> eso! Se puso furioso –aún más que antes–; se <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nó,materialmente, chil<strong>la</strong>ndo y pataleando, y haciéndose llevar a rastras<strong>de</strong> ahí en a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte.Perdiendo el último resto <strong>de</strong> su santa calma, y alzándose <strong>la</strong> túnica enplena calle concurrida, mamá le da unos cuantos cordonazos, “a posteriori”,si pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse así, con el mismísimo cordón <strong>de</strong> color b<strong>la</strong>nco y<strong>de</strong> gruesos nudos que le estrecha <strong>la</strong> cintura, <strong>la</strong> <strong>de</strong>lgada cintura, al pequeñodiablo indócil.El pequeño Nazareno, pues, para este instante –para esa “estación”,diremos mística, <strong>de</strong> su ruta–, ha sido ya <strong>de</strong>bidamente ha<strong>la</strong>do, empujado,golpeado, abofeteado y azotado. Está, a<strong>de</strong>más, bañado en lágrimas, y su<strong>la</strong>rga túnica violeta <strong>de</strong> vistosos pliegues aparecía toda el<strong>la</strong>, tambiénmacu<strong>la</strong>da por salpicaduras, no <strong>de</strong> sangre, pero sí <strong>de</strong> guanábana –provenientes<strong>de</strong>l he<strong>la</strong>do que fue <strong>la</strong>nzado por él mismo contra el cemento <strong>de</strong> <strong>la</strong>acera, contribuyendo así a su propio castigo y sufrimiento. Sin nadie proponérselo,se daba entero cumplimiento a todo, o a casi todo, el ritualcorrespondiente a nazarenos, gran<strong>de</strong>s o pequeños, forzosos o espontáneos,antiguos o mo<strong>de</strong>rnos. El pequeño Nazareno seguía gritando. Unanutrida concurrencia presenciaba el espectáculo. Si no fuera por <strong>la</strong> <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong> <strong>la</strong> fe en los días que corren –<strong>de</strong> <strong>la</strong> fe en Dios y <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe en elDiablo–, es casi seguro que lo hubieran acusado, allí mismo, <strong>de</strong> en<strong>de</strong>moniamientoagudo. Lo hubieran exorcizado, o hasta lo hubiesen quemado,¡quien sabe! Todos los <strong>otros</strong> nazarenos que había por <strong>la</strong> calle lo contemp<strong>la</strong>bancon ojos <strong>de</strong> asombro.LA TIENDA DE MUÑECOS Y OTROS TEXTOS138

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!