Aunque no la veamos, la cultura siempre está Carlos ... - Ilam
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Capítulo 3. Nuestro patrimonio intangible<br />
invitaban al hornero porque creían que se iba a reír de<br />
ellos. Estos animales eran <strong>la</strong> tortuga, el quirquincho, el<br />
pichi, el suri o ñandú, <strong>la</strong> chuña, el conejo, el coy y <strong>la</strong><br />
abuelita araña. Todos iban a comer a lo del Itoj Paj<strong>la</strong>, el<br />
Hombre de Fuego.<br />
Un día el hornero los alcanzó. Pero <strong>la</strong> avispa le pidió<br />
que por favor <strong>no</strong> se fuera a reír porque el hombre de<br />
fuego se e<strong>no</strong>jaría. El Itoj Paj<strong>la</strong> estaba sentado y cada<br />
u<strong>no</strong> de los animales le pasaba su ol<strong>la</strong>. Él <strong>la</strong>s ponía de a<br />
una sobre sus rodil<strong>la</strong>s y de este modo el agua de <strong>la</strong> ol<strong>la</strong><br />
<strong>no</strong> tardaba en hervir.<br />
El hornero estaba alrededor del hombre de fuego junto<br />
con los otros animales. El suri abrió sus a<strong>la</strong>s ante el<br />
hornero, temeroso de que riera, aunque éste le había<br />
asegurado que <strong>no</strong> lo haría. Había un gran silencio en el<br />
lugar. El hornero vio que el hombre de fuego tenía todo<br />
el cuerpo cubierto de fuego. Cuando vio los testículos<br />
con fuego, <strong>no</strong> pudo contener <strong>la</strong> risa.<br />
– ¿Quién se ríe de mí? –quiso saber el Itoj Paj<strong>la</strong>.<br />
– Ahora se va a quemar todo el mundo.<br />
Y comenzó a <strong>la</strong>rgar fuego mientras todos huían. El<br />
fuego se extendió por todas partes, persiguiendo a los<br />
animales. La tortuga alcanzó a meterse en el agua y el<br />
fuego le pasó por encima. Los demás corrían hacia el<br />
agua. El suri y <strong>la</strong> chuña fueron los primeros en llegar.<br />
Parecía que el fuego ya alcanzaba a los otros, pero también<br />
llegaron a tiempo y pasaron al otro <strong>la</strong>do del mar.<br />
El hornero tenía <strong>la</strong> culpa de eso, pero hasta hoy sigue<br />
riéndose.<br />
La tortuga se quedó en el agua, convirtiéndose en tortuga<br />
de agua.<br />
Antes <strong>la</strong> gente <strong>no</strong> tenía fuego. Sólo Itoj Paj<strong>la</strong> lo tenía.<br />
Pero luego del incendio el fuego quedó en los árboles.<br />
Si el hornero <strong>no</strong> se hubiera reído <strong>no</strong> tendríamos fuego.<br />
El chaguar y <strong>la</strong> yica<br />
(O cómo <strong>la</strong> desaparición de un recurso natural condiciona el patrimonio<br />
intangible)<br />
Este re<strong>la</strong>to era el caballito de batal<strong>la</strong> del antropólogo Guillermo Magrassi,<br />
en sus conferencias. Ya en <strong>la</strong> década del ochenta, según comentamos<br />
anteriormente, anunciaba <strong>la</strong> desaparición de los recursos<br />
naturales que traería aparejado modificaciones sustanciales en <strong>la</strong>s formas<br />
de vida de <strong>la</strong>s comunidades originarias de nuestro país.<br />
El chaguar es una p<strong>la</strong>nta alimenticia y textil que tradicionalmente ha<br />
sido utilizada por los Wichí, comunidad indígena de cazadores-re-<br />
<strong>Aunque</strong> <strong>no</strong> <strong>la</strong> <strong>veamos</strong>, <strong>la</strong> <strong>cultura</strong> <strong>siempre</strong> <strong>está</strong><br />
Patrimonio Intangible de <strong>la</strong> Argentina<br />
MIRADAS DE LA ARGENTINA<br />
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