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8vo Encuentro de Investigadores de Arqueologia y Etnohistoria

por el Instituto de Cultura Puertorriquena

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<strong>de</strong>sconocen que significan los conceptos en sí mismos porque nadie se los ha dicho<br />

y, tampoco existen muchos escritos avocados a satisfacer esta necesidad imperiosa<br />

en la arqueología puertorriqueña. Generalmente, reconocer una vasija navicular <strong>de</strong><br />

una vasija campanular se ha sustentado únicamente por la forma general <strong>de</strong> la vasija.<br />

Sin embargo, la forma es sólo una <strong>de</strong> las cualida<strong>de</strong>s contenidas en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong><br />

tales conceptos. Cuando se acu<strong>de</strong> a la fuente <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> clasificación analítica<br />

en Puerto Rico, (los escritos <strong>de</strong> Irving Rouse), las <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> la mayor parte <strong>de</strong><br />

los conceptos que se manejan en la Isla se encuentran en el libro inédito titulado<br />

Porto Rican Prehistory: the styles, 1952b. Ahora bien, si existen las <strong>de</strong>finiciones, entonces<br />

no se necesitan <strong>de</strong>finir los conceptos, sino trabajar con base en las <strong>de</strong>finiciones ya<br />

suministradas por el propio Rouse, a menos, que se encuentren nuevas formas que<br />

requieran ser nombradas y <strong>de</strong>finidas.<br />

Si bien es cierto que las <strong>de</strong>finiciones han estado en los archivos <strong>de</strong> Yale <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

década <strong>de</strong> los cincuenta, también es cierto que ante la carencia <strong>de</strong> un cuestionamiento<br />

<strong>de</strong>l método en el ejercicio <strong>de</strong> clasificación, nadie se había dado a la tarea <strong>de</strong> subsanar<br />

esta <strong>de</strong>ficiencia teórica-metodológica. Por tanto, cabe preguntarse ¿Qué se ha estado<br />

haciendo en los últimos 50 años en el campo <strong>de</strong> la clasificación cerámica en Puerto<br />

Rico?, ¿Cómo se ha estado clasificando? y, ¿bajo que criterios? Preguntas todas<br />

relacionadas con el método. En aras <strong>de</strong> subsanar el ámbito <strong>de</strong> las <strong>de</strong>finiciones modales,<br />

quien suscribe se dio a la tarea <strong>de</strong> traducir el libro inédito <strong>de</strong> Rouse como parte <strong>de</strong> su<br />

trabajo <strong>de</strong> tesis doctoral. Al presente, dicho trabajo se encuentra en revisión por el Dr.<br />

Antonio Curet (2009), quien está realizando las gestiones pertinentes para ver si se<br />

logran los permisos para su publicación. Ahora bien, ¿qué papel juega una clasificación<br />

en el manejo <strong>de</strong> la realidad? Ello se discutirá a continuación.<br />

La clasificación<br />

Robert C. Dunnell nos establece que la clasificación es un método <strong>de</strong> dividir la<br />

realidad. La realidad se constituye como un todo. Por tanto, la clasificación divi<strong>de</strong><br />

la misma en unida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong>nominadas clases, que constituyen una parte <strong>de</strong><br />

ese todo. Como anteriormente se dijo, la realidad pue<strong>de</strong> ser dividida mínimamente<br />

en dos clases. Las clases son estrictamente conceptos o i<strong>de</strong>as que se manejan en la<br />

narrativa o la escritura (Dunnell 1971: 115). Estas fungen como hipótesis, y en ese<br />

sentido, necesitan ser contrastadas o verificadas (op.cit.: 118; An<strong>de</strong>r-Egg 1995: 83, 86,<br />

96; Dunnell 1977: 48; 234). Las clases generan un mo<strong>de</strong>lo, esto es, una representación<br />

i<strong>de</strong>alizada <strong>de</strong> la realidad tangible y material, pero a escala. La realidad pue<strong>de</strong> ser mucho<br />

más amplia, por lo que el mo<strong>de</strong>lo establece a su vez, unos límites para la observación.<br />

Por tanto, el investigador se va a limitar a observar únicamente lo que el mo<strong>de</strong>lo<br />

establece y nada más (Dunnell 1977: 66). Por ejemplo, si se está utilizando el mo<strong>de</strong>lo<br />

analítico no se pue<strong>de</strong> utilizar la clase que se encuentra en el mo<strong>de</strong>lo tipo-variedad<br />

<strong>de</strong>nominada como vajilla, porque en el esquema <strong>de</strong> Rouse no existe dicho concepto.<br />

La realidad aunque es más amplia <strong>de</strong> lo que el mo<strong>de</strong>lo rousiano pue<strong>de</strong> ofrecer, al<br />

tener unos límites <strong>de</strong>marcados por los conceptos mismos que maneja, no permite<br />

56 8 Vo <strong>Encuentro</strong> <strong>de</strong> <strong>Investigadores</strong> <strong>de</strong> Arqueología y <strong>Etnohistoria</strong>

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