FINAL Sala de Togas 87 web

Ldo.
Juan Luis
de Aynat
Bañón
La última mía, el
DECANO
pasado diciembre,
Col. 1512 coincidía con las
fechas en las que andábamos
en proceso
electoral para la renovación de algunos cargos de Junta de
Gobierno de nuestro Colegio, se configuró tras las elecciones
la Junta con la incorporación de tres nuevas compañeras
(Marisa Martinez-Amo, Carmen Rojas y María Jose
Blanco), en las páginas de este número encontraremos noticia
de esto. Lo que yo quiero dejar en mi carta hoy tatuado
es el agradecimiento a todos los que participaron en las
elecciones: los compañeros que emitieron su voto, sea en la
dirección que fuese, los compañeros que aprovechando las
elecciones comunicaban sus quejas por las deficiencias que
entendían sobre el funcionamiento del Colegio y que consideraban
objeto de rectificación o mejora y las sugerencias
para acometer nuevas iniciativas, los que proponiendo su
candidatura acudieron con vocación de servicio. Siempre un
proceso electoral es un escenario propicio para medir el
pulso del colegio y tomar nota con la intención de mejorar
en el desempeño de nuestra responsabilidad como miembros
de Junta, ocupación en estos menesteres que significa
desatención de nuestros despachos, abandono de nuestras
familias y nuestros ocios. Sabed que el ocasional terciopelo
lleva detrás, como si de una toga reversible se tratase, un
reverso de papel de lija. Esto lo saben, y lo hemos compartido
intensamente, nuestras Compañeras Maylo, Miriam, y
Rita, a las que desde estas letras manifiesto, de nuevo, mi
más alto afecto y gratitud.
La abogacía, nuestro oficio, de lo que pretendemos vivir, se
encuentra en una fase antipática. A las numerosas y ya seculares
anomalías que siempre tocan al complicado sistema
(organización) de la administración de Justicia, se le
suman nuevos derroteros: huelgas que, como derecho no
podemos deslegitimar, pero que aparecen replicantes entre
distintos operadores jurídicos y ralentizan el funcionamiento
de los Juzgados, con enorme perjuicio para los ciudadanos,
para los despachos y para la percepción que se debe
tener por la sociedad de un eficaz y justo funcionamiento de
la Justicia. Nosotros, los abogados y las abogadas, somos
los primeros en conocer el problema que a nuestro cliente
acucia, no tenemos posibilidad de adelantarles un mensaje
de tranquilidad sobre el funcionamiento de la maquinaria en
la que van a introducirse, nos entrevistamos con el cliente y
no podemos aventurarle el pronóstico del asunto que nos
encomienda, para más complicación, también debemos ser
enormemente cautelosos con la información que estamos
obligados a facilitarle sobre las consecuencias de su litigio
ya que, al quedar desdibujados (borrados, más bien) criterios
orientadores sobre la minutación, andamos a tientas en
Carta del Decano
un sistema que parece ir cada vez más lejos de ser simple
(Real Decreto 135/2021, de 2 de marzo, Estatuto General de
la Abogacía Española; Articulo 48.4: “Asimismo, le informará
sobre los honorarios y costes de su actuación, mediante la presentación
de la hoja de encargo o medio equivalente. También
le hará saber las consecuencias que puede tener una condena
en costas y su cuantía aproximada”.
El turno de oficio, sus baremos y distribución de guardias,
pese a algún amago de mejora, sigue anclado en la insuficiencia,
sin que exista una decidida voluntad política de dar
una solución definitiva a esta cuestión, que a fuer de parches
no se soluciona.
Se abre otra nueva ventana de preocupación, la mayoría de
los profesionales de la abogacía que no hayamos diversificado
el ejercicio con otras faenas y estemos realizado únicamente
aportaciones básicas a la Mutualidad, al parecer,
estamos alojados en un sistema de previsión (o imprevisión)
de nuestra Jubilación que no podrá cubrir las más elementales
necesidades económicas. Esta situación debe corregirse,
concierne a numerosísimos compañeros, y deberá
tener una respuesta desde nuestras propias organizaciones
y la implicación de los poderes públicos.
Nuestra vida colegial y los servicios que nos presta el Colegio
deben optimizarse y dirigirse a la modernización,
mejora, ampliación y fácil accesibilidad a los servicios colegiales.
Pese a que se conserva el Edificio Judicial de la Audiencia
Provincial, el epicentro de la actividad Judicial está
ahora en la Ciudad de la Justicia de Carretera de Ronda y
nuestra sede actual se está quedando alejada de los Colegiados,
aún más para los compañeros y compañeras de la
provincia o extrarradio de la capital que tienen que llegar en
coche sin que existan aparcamientos o plazas de parquin
públicos, su superficie se está quedando insuficiente y debemos
acometer con optimismo y decisión cambios en este
sentido. Esto supondría una mejora para los ciudadanos
usuarios del Colegio, para la propia plantilla de los empleados
y para la generalidad de los compañeros. Esta percepción
de necesidad de mejora ha sido advertida por numerosos
compañeros, y se nos trasmite insistentemente, es una
decisión, que, por su envergadura y naturaleza, no compete
al Decano, ni a la Junta de Gobierno sino a la asamblea General
de nuestro Colegio que decidirá, pero ya desde esta
carta, parece oportuno ir anunciando la iniciativa.
Feliz descanso estival, y quedo como, siempre a vuestra disposición.
Julio 2023
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