You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
OBITUARIOS<br />
Yo lo envidiaba -en la medida que se pue<strong>de</strong> envidiar a un<br />
amigo- porque él podría ir a cualquier sitio para buscarse<br />
la vida con su guitarra, aunque fuese en una calle <strong>de</strong> Nueva<br />
Orleans, pongamos por caso (don<strong>de</strong> a<strong>de</strong>más podría disfrutar<br />
<strong>de</strong> su afición por el jazz).<br />
Y ese conocimiento <strong>de</strong> la música lo proyectó en múltiples<br />
facetas. Una <strong>de</strong> las mejores, y <strong>de</strong> la que podía disfrutar yo<br />
tranquilamente en mi ignorancia, era la habitación <strong>de</strong> música<br />
<strong>de</strong> su casa o el patio adyacente al mismos, en don<strong>de</strong><br />
ensayaban los <strong>de</strong> su grupo (todos <strong>de</strong> Berja normalmente),<br />
y cuyo último <strong>de</strong>nominador común era “Los Navegantes”.<br />
También se admitía cualquier tipo <strong>de</strong> aficionados. Yo me limitaba<br />
a disfrutar <strong>de</strong> su generosidad tomado cerveza y escuchando<br />
conversaciones <strong>de</strong> música en la que poco podía<br />
participar.<br />
Tal situación llegó a su máxima expresión popular cuando<br />
la antigua nave que tenía en comandita se convirtió en “La<br />
Nave <strong>de</strong> Mo” don<strong>de</strong>, <strong>de</strong> manera más “profesional”, se podían<br />
escuchar otros grupos venidos <strong>de</strong> fuera y, <strong>de</strong> nuevo,<br />
se convertía en un espacio musical abierto para todo aquel<br />
que quisiera participar. Célebres (por lo menos entre los<br />
amigos) fueron también sus conciertos en Clasijazz, y en<br />
los que la “soldada” se <strong>de</strong>stinaba a una obra benéfica.<br />
Obviamente porque todos los <strong>de</strong>l grupo así lo querían también.<br />
Siempre se supo ro<strong>de</strong>ar <strong>de</strong> buenos amigos, y todos<br />
los que lo conocían lo apreciaban. Una <strong>de</strong> las cualida<strong>de</strong>s<br />
básicas que lo adornaban era ser buena persona, punto <strong>de</strong><br />
partida para cualquier relación fructífera.<br />
Este pasado mes, el <strong>de</strong> las flores, sus amigos hemos perdido<br />
una parte <strong>de</strong> nosotros, una persona que nos aportaba<br />
algo positivo a nuestras vidas. Ahora el mundo es un poquito<br />
peor. Intentado hacer <strong>de</strong> todo ello algo positivo me<br />
queda el congratularme -como estoy seguro que algunos<br />
otros- <strong>de</strong> haber disfrutado su amistad, que significaba recibir<br />
cariño generosamente.<br />
No sé muy bien que es la trascen<strong>de</strong>ncia, no sé precisar<br />
muy bien en qué consiste, pero mientras mi aliento lo permita,<br />
estará en mi su recuerdo y formará parte <strong>de</strong> mi memoria.<br />
Ni que <strong>de</strong>cir tiene que esa personalidad suya se proyectaba<br />
sobre todo lo que le ro<strong>de</strong>aba: familia, trabajo … No puedo<br />
imaginar el dolor que ha supuesto su pérdida para Rocío,<br />
para sus tres hijos y para el resto <strong>de</strong> su familia (padres,<br />
hermanos, …..) por este triste suceso. Mi conmovido sentimiento<br />
<strong>de</strong> apoyo y respeto para todos sus <strong>de</strong>udos.<br />
Nota: Una “Historia universal <strong>de</strong> la infamia”. No puedo<br />
concluir este recuerdo sin hacer mención a que, frente a<br />
las múltiples cualida<strong>de</strong>s que adornan a unos, hay otros<br />
que, como ejemplo <strong>de</strong> la baja calidad profesional -que<br />
siempre se correspon<strong>de</strong> con su cualidad <strong>de</strong>l personaje bufo-<br />
mientras se llevaba a cabo el sepelio, elaboraba un escrito<br />
solicitando que se requiriera a los here<strong>de</strong>ros para<br />
que se personaran en las actuaciones en las que era parte<br />
legitimada; actuaciones, por en<strong>de</strong>, con más <strong>de</strong> siete años<br />
<strong>de</strong> recorrido, acompañados -como no pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong> otro<br />
modo- <strong>de</strong> escritos y recursos numerosos, reiterativos y <strong>de</strong><br />
baja calidad narrativa -y aún intelectual- y, obviamente, <strong>de</strong><br />
poco fundamento jurídico. Como trasunto <strong>de</strong> estos escritos<br />
hay otros, aún más oscuros, <strong>de</strong> los que emana un crédito<br />
que reclama el infausto personaje (¿o eran dos <strong>de</strong> los<br />
que se hablaba, puesto que se procrean?) generado por su<br />
propia negligencia profesional en daño para su cliente.<br />
Que<strong>de</strong> puesto <strong>de</strong> manifiesto también la existencia <strong>de</strong> personajes<br />
<strong>de</strong>leznables en esta andadura por el mundo, a los<br />
cuales supo hacer frente con el <strong>de</strong>bido estoicismo.<br />
Lo impregnaba todo.<br />
<strong>de</strong> modo que, en lo que a mi respecta, sólo puedo estarle<br />
agra<strong>de</strong>cido.<br />
“El hombre nunca pue<strong>de</strong> saber qué <strong>de</strong>be querer, porque vive<br />
solo una vida y no tiene modo <strong>de</strong> compararla con sus vidas<br />
prece<strong>de</strong>ntes ni enmendarla en sus vidas posteriores”<br />
Milan Kun<strong>de</strong>ra (la insoportable levedad <strong>de</strong>l ser)<br />
44