Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
TIEMPO LIBRE<br />
AMIGOS, MÚSICOS Y POETAS<br />
TRIBUTAN UN HOMENAJE AL ARTISTA PEDRO SOLER VALERO<br />
Por: Manuel León<br />
Periodista<br />
Casi cien<br />
personas<br />
participan en<br />
Lucainena en<br />
un acto<br />
organizado por<br />
el grupo Poetas<br />
<strong>de</strong>l Sur.<br />
Allí, en Lucainena, en el Hotel Montesión, en la tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> autos<br />
<strong>de</strong>l pasado sábado, estaban todos sus afectos encapsulados:<br />
más <strong>de</strong> un centenar <strong>de</strong> amigos convocados por el<br />
bueno <strong>de</strong> Diego Alonso Cánovas, el organizador, junto al<br />
grupo Poetas <strong>de</strong>l Sur, <strong>de</strong>l homenaje <strong>de</strong> amistad, <strong>de</strong> aprecio,<br />
<strong>de</strong> estima, a Pedro Soler; allí, <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> un póster gigante<br />
con el paisaje <strong>de</strong>l caserío blanco bajo el monte ver<strong>de</strong>, ro<strong>de</strong>ado<br />
<strong>de</strong> sus propios lienzos por doquier, estaba este artista<br />
con nombre <strong>de</strong> apóstol y aspecto <strong>de</strong> Moisés, con su barba<br />
blanca y una especie <strong>de</strong> guayabera, con su palabra tranquila<br />
a pesar <strong>de</strong> las emociones; allí estaba este hombre <strong>de</strong><br />
Sorbas, <strong>de</strong> madre turrera, como preguntándose qué había<br />
hecho él para merecer ser el niño <strong>de</strong> ese bautizo.<br />
Y se lo aclararon con palabras, con sonetos, con canciones,<br />
su enjambre <strong>de</strong> amigos -el Club <strong>de</strong> Amigos <strong>de</strong> Pedro Soler,<br />
que es como pertenecer a una sociedad <strong>de</strong> cosas inútiles<br />
pero bellas- en una verbena palpitante <strong>de</strong> la palabra, consagrada<br />
a darle las gracias en prosa y en verso por su aportación<br />
a la cultura <strong>de</strong> la provincia: por su caudalosa cuota<br />
<strong>de</strong> ingenio a través <strong>de</strong> su poesía singular, <strong>de</strong> su pintura original,<br />
<strong>de</strong> sus relatos costumbristas, <strong>de</strong> su cerámica humil<strong>de</strong>,<br />
<strong>de</strong> sus dibujos rurales, <strong>de</strong> sus artículos en El Afa y Axarquía.<br />
Por todo eso y por cultivar la amistad a la antigua, a<br />
fuego lento, como en su horno <strong>de</strong> alfarero, es por lo que Soler<br />
Valero consiguió ser el artífice <strong>de</strong> algo muy complejo:<br />
reunir <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> su impronta, como el flautista <strong>de</strong> Hamelín,<br />
a casi un centenar <strong>de</strong> personas, en una tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> mayo, para<br />
rendirle un homenaje, no solo por lo que es, sino por lo que<br />
hace y, sobre todo, por cómo lo hace. Porque uno está convencido,<br />
como escribe <strong>de</strong> él su medio paisano Pepe el <strong>de</strong><br />
Piedad, que Pedro va por la vida haciendo versos como un<br />
alfarero, saludando como un alfarero, atándose los zapatos<br />
por las mañanas como un alfarero, como un pana<strong>de</strong>ro <strong>de</strong><br />
masa madre, y uno al abrazarlo cree percibir en la ficción<br />
<strong>de</strong>l saludo el olor a leña quemada.<br />
Debió ser un día entrañable para el autor <strong>de</strong> ‘Sorbas, Historias<br />
<strong>de</strong>l Paraíso’, una obra maestra <strong>de</strong> la infancia perdida, un<br />
Cinema Paradiso, versión Sorbas; <strong>de</strong>bió ser una tar<strong>de</strong> imborrable<br />
para el creador <strong>de</strong> ‘119 poemas sin futuro’, y uno intuye<br />
que, ya en el cóctel relajado para todos menos para él,<br />
cada vez que <strong>de</strong>cía que salía a fumar, en realidad lo que iba<br />
era a <strong>de</strong>sahogarse <strong>de</strong> tanta emoción para po<strong>de</strong>r seguir<br />
manteniendo la apostura sin <strong>de</strong>rrumbarse, a pesar <strong>de</strong> que<br />
durante cuatro horas eternas estuvo recibiendo caricias y<br />
alabanzas.<br />
Con Mar Segura como presentadora, arrancó el acto el alcal<strong>de</strong><br />
anfitrión, Juan Herrera, dando la bienvenida, y siguieron<br />
las glosas a Pedro Soler <strong>de</strong>l historiador Jacinto Soriano,<br />
Andrés Pérez, Manuel León, Juan Grima y Diego Alonso Cánovas,<br />
el urdidor <strong>de</strong> la tramoya. Y <strong>de</strong>spués, versos y más<br />
versos, estrofas y más estrofas, <strong>de</strong>dicados al galán <strong>de</strong> la<br />
noche por una amplia nómina <strong>de</strong> rápsodas: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Libertad<br />
González a Pedro Felipe Granados, pasando por José Antonio<br />
Olmedo, Sara Harb, Virginia Fernán<strong>de</strong>z Collado, Perfecto<br />
Herrera, María Lago, Alonso <strong>de</strong> Molina, Paqui Sánchez,<br />
Diego Alonso, Chelo Milán, Ismael Diadié, María José Alvarez,<br />
Javier Irigaray, Berta Maldonado y Carmen Baeza, invocando<br />
a Borges y a Octavio Paz, a Bene<strong>de</strong>tti y a Machado y<br />
su camino. Y hubo una placa conmemorativa <strong>de</strong>l emotivo<br />
día, entregada por Perfecto Herrera, y retrato <strong>de</strong> Pedro,<br />
obra <strong>de</strong> su pariente y magnífico fotógrafo <strong>de</strong>l claroscuro,<br />
Rodrigo Valero.<br />
Pedro Soler Valero (Sorbas, 1942), nació en una casa con higuera,<br />
como Miguel Hernán<strong>de</strong>z; un árbol que crecía, como<br />
él mismo, buscando la luz y en cuyas copas se refugiaba un<br />
regimiento <strong>de</strong> gorriones que iban haciendo sus nidos al<br />
compás que su vecina Ta<strong>de</strong>a tendía la ropa blanca cantando<br />
coplas <strong>de</strong> la Piquer. De allí, <strong>de</strong> ese sol y <strong>de</strong> esas canciones,<br />
escapó a los 20 a Cataluña, creyendo que iba a <strong>de</strong>scubrir el<br />
mundo. Y no solo no lo <strong>de</strong>scubrió, Pedro -este Pedro <strong>de</strong> 80,<br />
con alma <strong>de</strong> 15- sino que volvió a su huerto y a su higuera<br />
cargado <strong>de</strong> dudas: “Solo los imbéciles están llenos <strong>de</strong> certezas”<br />
exclamó; y volvió Pedro a Sorbas a los 65, a oír el rumor<br />
<strong>de</strong> la acequia y a untarse las manos con el óleo y con el barro<br />
tierno, presto para el horno.<br />
(Texto y foto publicadas con autorización expresa <strong>de</strong>l autor)<br />
95