29.01.2013 Views

JOSÉ VARELA ORTEGA - Prisa Revistas

JOSÉ VARELA ORTEGA - Prisa Revistas

JOSÉ VARELA ORTEGA - Prisa Revistas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Richard Sennett<br />

La corrosión del carácter. Las consecuencias<br />

personales del trabajo en el<br />

nuevo capitalismo<br />

Anagrama<br />

Barcelona, 2000<br />

L<br />

a corrosión del carácter es<br />

un ensayo de sociología<br />

del trabajo que presenta<br />

algunas novedades que merecen<br />

ser destacadas. No es frecuente,<br />

en los tiempos que corren,<br />

hablar de carácter y, todavía<br />

menos, de caracteres<br />

débiles. No es habitual plantear<br />

los problemas del trabajo en<br />

las sociedades más avanzadas<br />

desde la perspectiva de sus<br />

efectos sobre el carácter de los<br />

trabajadores. Y, sin embargo, el<br />

ensayo de Sennett versa, todo<br />

entero, sobre los deletéreos<br />

efectos del trabajo flexible y de<br />

equipo sobre “el aspecto duradero,<br />

a largo plazo, de nuestra<br />

experiencia emocional”. Si el<br />

carácter se manifiesta “por la<br />

lealtad y el compromiso mutuo”<br />

a través de la búsqueda de<br />

objetivos a largo plazo, y por<br />

“la práctica de postergar la gratificación<br />

en función de un objetivo<br />

futuro” (las frases entrecomilladas<br />

siempre son y serán<br />

de Sennett), las condiciones<br />

del trabajo del capitalismo de<br />

última hora suponen una grave<br />

amenaza para su configuración.<br />

Estaríamos a las puertas de<br />

unas formas de trabajo que arrasan<br />

el carácter de los que trabajan;<br />

y esto supondría comprometer<br />

de raíz la posibilidad de<br />

que los trabajadores puedan<br />

afrontar su propia vida como un<br />

relato pleno de sentido y significado.<br />

Además de la novedad de<br />

que un sociólogo plantee el pro-<br />

blema del trabajo en términos<br />

de carácter, el ensayo no dejará de<br />

sorprender al lector por su defensa<br />

de las formas históricas<br />

del trabajo rutinario y burocratizado<br />

como formas de trabajo<br />

con una gran capacidad para<br />

forjar carácter. El trabajador tipo<br />

de la segunda revolución industrial<br />

fue un trabajador de carácter.<br />

Los procesos productivos,<br />

de prestación de servicios y<br />

de organización del trabajo,<br />

propios de la nueva revolución<br />

en curso, están imponiendo una<br />

nueva figura caracterizada por<br />

las condiciones de la impaciencia,<br />

la inmediatez, el corto plazo,<br />

los rápidos procesos de desintegración<br />

y reorganización<br />

propios del capitalismo flexible.<br />

El libro de Sennett se apodera<br />

con rapidez del lector y lo hace<br />

no sólo por la inteligencia con<br />

la que está escrito, sino también<br />

por hablarle de un problema<br />

que éste fácilmente siente cercano.<br />

Las notas críticas que siguen<br />

buscan el desasimiento del encantamiento<br />

sabiamente administrado<br />

por el autor; lo que no<br />

es contradictorio con la encarecida<br />

recomendación de la lectura<br />

del libro por la indudable<br />

importancia de sus tesis y por<br />

las interesantes sugerencias que<br />

necesariamente despertará en el<br />

lector.<br />

Rutina<br />

El ensayo de Sennett se abre<br />

con una referencia histórica<br />

harto problemática, aunque<br />

muy significativa para comprender<br />

el alcance y la ambición<br />

de su propuesta. En los<br />

orígenes de la idea moderna de<br />

trabajo están ya presentes las<br />

dos visiones divergentes sobre<br />

el trabajo rutinario en las eco-<br />

SOCIOLOGÍA<br />

EL TRABAJADOR DE CARÁCTER<br />

FERNANDO DÍEZ<br />

nomías capitalistas. Dos valoraciones,<br />

refrendadas por el<br />

prestigio de pensadores muy<br />

cualificados, que inauguran las<br />

dos rutas que se seguirán, hasta<br />

nuestros días, para la comprensión<br />

de la relación entre trabajo<br />

y carácter.<br />

Diderot es el autor elegido<br />

para desbrozar la idea positiva<br />

de la rutina laboral. Los grabados<br />

de la Enciclopedia son, para<br />

Sennett, la apología iconográfica,<br />

el manifiesto figurativo de<br />

la forma rutinaria de trabajo:<br />

un trabajo con “dignidad intrínseca”<br />

(“la especial dignidad<br />

de la rutina”); en el que “todo<br />

el mundo sabe lo que tiene que<br />

hacer”; promotor de “igualdad”<br />

y “fraternidad”; de trabajadores<br />

con rostros “serenos” y<br />

“en paz consigo mismos”.<br />

La interpretación que Sennett<br />

hace de la idea de trabajo<br />

de Diderot está sobrada de licencias.<br />

Diderot no puede ser<br />

presentado, en ningún caso,<br />

como el primer abogado del<br />

trabajo rutinario en el sentido<br />

fuerte que rutina tiene en el vocabulario<br />

laboral de Sennett.<br />

La idea del trabajo de oficio de<br />

Diderot y su intencionalidad<br />

en la manera de presentarlo en<br />

las planchas de la Enciclopedia<br />

no responde a las expectativas<br />

de nuestro ensayista. Todavía<br />

menos puede ser presentado<br />

como el caso opuesto al trabajo<br />

rutinario tal como lo entenderá<br />

Adam Smith, autor que representa,<br />

para nuestro autor, el<br />

inicio de la ruta contraria, la de<br />

la idea negativa de trabajo rutinario.<br />

Lo que Sennett toma<br />

por rutina laboral en Diderot<br />

es, en realidad, la alternativa<br />

del philosophe a las rutinas del<br />

taller artesanal tradicional. A<br />

un mundo productivo y laboral<br />

presidido por la tradición<br />

ciega, lóbrego, sucio, abigarrado,<br />

regido por prácticas productivas<br />

poco esclarecidas, poco<br />

explicadas y formalizadas,<br />

por hábitos de trabajo y de<br />

producción adocenados. Diderot<br />

no tiene una buena opinión<br />

del trabajo artesano tradicional.<br />

El problema no es someterlo<br />

a rutinas, por ejemplo,<br />

a las rutinas de la división del<br />

trabajo, sino racionalizar la<br />

propia ejecución del trabajo de<br />

oficio (altamente cualificado)<br />

mediante su ejecución en talleres<br />

limpios y ordenados. Racionalizar<br />

el aprendizaje del oficio<br />

mediante la disposición de textos<br />

e imágenes que clarifiquen<br />

el propio proceso de producción<br />

y la utilización de máquinas<br />

y herramientas, es decir,<br />

que promuevan y enseñen a<br />

hacer con racionalidad lo que<br />

venía haciéndose de la forma<br />

acostumbrada.<br />

El taller de Diderot no es la<br />

fábrica de alfileres de Smith.<br />

Diderot, el hijo del cuchillero<br />

de Langres, el buen conocedor<br />

de los oficios y su cultura<br />

por biografía y preocupaciones<br />

filosóficas, el pensador francés<br />

(Francia es la patria del trabajo<br />

artesanal de calidad por antonomasia),<br />

no se plantea el problema<br />

del trabajo en los términos<br />

de las consecuencias de una intensa<br />

división del trabajo. El fenómeno<br />

de la parcelación de las<br />

tareas en el proceso de producción<br />

de bienes no es, para él, un<br />

asunto prioritario. Si alguna<br />

idea de rutina puede manejar,<br />

no es la misma que esgrimirá,<br />

de manera a la vez exultante<br />

y amenazadora, el economista y<br />

filósofo moral escocés.<br />

62 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA n Nº 110

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!