Agronegocios en Chile - faceaucentral

eL ne g o c i o Ag R í c o L A
entre $20.000 a más de $80.000 mensuales. Esto en los extremos de superficie
mínima disponible (1Há) y suponiendo para el mínimo, de rubros tradicionales
de baja rentabilidad, a rubros de altos ingresos, como los indicados en el caso de
producción de semillas certificadas.
En otras palabras, una familia minifundista, con una superficie aproximada de
una hectárea disponible, de tres o cuatro miembros y donde uno de ellos trabajara
fuera del predio, el ingreso de la familia puede llegar a ser bastante satisfactorio y
bastante superior a un suelo mínimo legal urbano.
Esto nos permite concluir, a grandes rasgos, que el éxito de la actividad agrícola,
ya sea de grandes o pequeñas proporciones, dependen en una medida importante
de la gestión empresarial que ejecute el agricultor. Si ese agricultor, trazara un nivel
deseado de ingreso bruto anual y, en algún año, sobrepasara ese límite fijado, el
excedente debería ser destinado a futuros años agrícolas, para así no depender de los
créditos agrícolas disponibles. Esto se llama visión de mediano y largo plazo.
Los mercados para los productos primarios agrícolas, es decir, en estado fresco
tal como sale del potrero y la manera de concretar los negocios agrícolas en Chile,
son muy imperfectos. Las Ferias Libres, que realmente colaboran en la venta y
adquisición de productos frescos y de calidad y que son generadoras de trabajo local
no disponen, sin embargo, de normas de calidad, mecanismos de fijación de precios,
mínima higiene local y, en definitiva, poca estabilidad para un trabajo de largo plazo
para los agricultores pequeños, que son los abastecedores de estos mercados.
Chile debería avanzar en este tipo de comercio, estableciéndose en lugares
adecuadamente instalados y en forma permanente, con normas claras y sencillas
de establecimiento.
Otro tipo de venta tradicional de productos agrícolas son los mercados mayoristas,
acopiadores e intermediarios para la re-venta a mercados más especializados, como
ferias de grandes ciudades, restaurantes, hoteles u otros intermediarios. Tampoco
son muy organizados en normas y condiciones de ventas para el productor agrícola.
Aún cuando se ha avanzado, no existen normativas claras de calidades de los
productos.
Otra realidad en la cadena de comercialización y que ha dañado mucho al
pequeño local de ventas, son los supermercados, con condiciones muy complejas y
obstaculizadoras para una transacción que deje satisfecho al productor. Las condiciones
de entrega, la reposición del producto vendido en las bandejas o góndolas, el no pago
al productor de lo no vendido o de lo deteriorado, establecen condiciones muy poco
estimulantes para el productor.
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