10.05.2013 Views

Vida del escudero Marcos de Obregón - Biblioteca Virtual Universal

Vida del escudero Marcos de Obregón - Biblioteca Virtual Universal

Vida del escudero Marcos de Obregón - Biblioteca Virtual Universal

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

se han <strong>de</strong> manchar con hacer oficios bajos, que allá con lo poco que tienen se sustentan<br />

paseando lo peor que pue<strong>de</strong>n, conservando las leyes <strong>de</strong> hidalguía, que es andar rotos y<br />

<strong>de</strong>scosidos, con guantes y calzas atacadas. Yo haré, dijo mi amo, que sepáis oficio muy<br />

bien. Y respondió un compañero <strong>de</strong> los míos que estaba al remo: Eso a lo menos no lo haré<br />

yo, ni se ha <strong>de</strong>cir en España que un hidalgo <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> los Mantillas usó oficio en Argel.<br />

Pues, perro, dijo mi amo, estás al remo y tratas <strong>de</strong> vanida<strong>de</strong>s? Dadle a ese hidalgo cincuenta<br />

palos. Suplico a vuesa merced, dije yo, perdone su ignorancia y <strong>de</strong>svanecimiento, que ni él<br />

sabe más, ni es hidalgo, ni tiene más <strong>de</strong> ello que aquella estimación, no cuanto a hacer las<br />

obras <strong>de</strong> tal, sino cuanto a <strong>de</strong>cir que lo es por comer sin trabajar. Y no es el primer<br />

vagamundo que ha habido en aquella casa, si es <strong>de</strong> ella; y a él le dije: Pues, bárbaro,<br />

¿estamos en tiempo y estado que podamos rehusar lo que nos mandaren? Ahora es cuando<br />

hemos <strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> ser humil<strong>de</strong>s, que la obediencia nos ata la voluntad al gusto ajeno. La<br />

voluntad subordinada no pue<strong>de</strong> tener elección. En el, punto que un hombre pier<strong>de</strong> la<br />

libertad, no es señor <strong>de</strong> sus acciones. Solo un remedio pue<strong>de</strong> haber para ser un poco libre,<br />

que es ejercitar la paciencia y humildad, y no esperar a hacer por fuerza lo que por fuerza se<br />

ha <strong>de</strong> hacer. Si <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego no se comienza a hacer hábito en la paciencia, haremoslo en el<br />

castigo. Que el obe<strong>de</strong>cer al superior, es hacerlo esclavo nuestro. Como la humildad<br />

engendra amor, así la soberbia engendra odio. La estimación <strong><strong>de</strong>l</strong> esclavo ha <strong>de</strong> nacer <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

gusto <strong><strong>de</strong>l</strong> señor, y esta se adquiere con apacible humildad. Aquí somos esclavos, y si nos<br />

humilláremos a cumplir con nuestra obligación, nos tratarán como a libres, y no como a<br />

esclavos. ¡Oh qué bien habláis! dijo nuestro amo, y cómo he gustado <strong>de</strong> encontrar contigo<br />

para que seas maestro <strong>de</strong> mi hijo, que hasta que encontrase un cristiano como tú no se lo he<br />

dado, porque por acá no hay quien sepa la doctrina, que entre cristianos se enseña a los <strong>de</strong><br />

poca edad. Por cierto, dije yo, él es tan bella criatura, que quisiera yo valer y saber mucho,<br />

para hacerle gran<strong>de</strong> hombre, pero fáltale una cosa para ser tan hermoso y gallardo.<br />

Estuvieron atentos a esto los <strong>de</strong>más moros, y preguntó el padre: ¿Pues qué le falta?<br />

Respondí yo: Lo que sobra a vuesa merced. ¿Qué me sobra a mí? dijo el padre. El<br />

bautismo, respondí yo, que no lo ha menester.<br />

Fué a arrebatar un garrote para pegarme, y al mismo compás arrebaté yo al muchacho<br />

para reparar con él. Cayósele el palo <strong>de</strong> las manos, con que rieron todos, y al padre se le<br />

templó el enojo que pudiera tener <strong>de</strong>scargando el palo en su hijo. Fingiose muy <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

enojado, por cumplir con los compañeros o soldados, que realmente lo tenían por gran<strong>de</strong><br />

observador <strong>de</strong> la religión perruna o turquesa. Aunque yo lo sentí, en lo poco que le<br />

comuniqué, inclinado a tornarse a la verdad católica. ¿Por qué, dijo, pensáis vosotros que<br />

vine yo <strong>de</strong> España a Argel sino para <strong>de</strong>struir todas estas costas, como lo he hecho siempre<br />

que he podido, y tengo <strong>de</strong> hacer mucho más mal <strong>de</strong> lo que he hecho? Como lo sintieron<br />

enojado quisieron echarme al remo; y él dijo: Dejadlo, que cada uno tiene obligación <strong>de</strong><br />

volver por su religión, y este cuando sea turco hará lo mismo que hace ahora. Sí haré, dije<br />

yo, pero no siendo moro, y para sosegar más su enojo mandome que tomase la guitarra que<br />

sacamos <strong>de</strong> la cueva: hicelo acordándome <strong><strong>de</strong>l</strong> cantar <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> Israel cuando iban en su<br />

cautiverio. Fueron con el viento en popa mientras yo cantaba en mi guitarra, muy alegres,<br />

sin alteración <strong><strong>de</strong>l</strong> mar, ni estorbo <strong>de</strong> enemigos, hasta que <strong>de</strong>scubrieron las torres por la costa<br />

<strong>de</strong> Argel, y luego la ciudad, que como los tenían perdidos, hicieron gran<strong>de</strong>s alegrías en<br />

viendo que eran las galeotas <strong><strong>de</strong>l</strong> renegado. Llegaron al puerto, y fue tan gran<strong>de</strong> el<br />

recibimiento por verle venir, y venir con presa, que le hicieron gran<strong>de</strong>s algazaras, tocaron<br />

trompetas y jabebas, otros instrumentos que usan más para confusión y bulla que para

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!