Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
El texto dramático 149<br />
-afirma Bentley- es un <strong>de</strong>sengañador que nos ayuda a<br />
emanciparnos <strong>de</strong> nuestros errores, que <strong>de</strong>senmascara; un<br />
arte, si se quiere, <strong>de</strong> <strong>de</strong>senredo.» Pero para <strong>de</strong>senredar algo<br />
primero hay que enredarlo, yeso es lo que OCurre durante<br />
la mayor parte <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong> cualquier comedia. Es sólo al<br />
final cuando el nudo queda <strong>de</strong>shecho, la verdad <strong>de</strong>scubierta,<br />
el engaño <strong>de</strong>velado.<br />
El protagonista cómico es un falsificador. Por ello, con<br />
frecuencia el enredo <strong>de</strong> la comedia consiste en un intercambio<br />
<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s (entre amo y criado, por ejemplo, o<br />
entre hermanos). La otra variante es que el personaje principal<br />
pa<strong>de</strong>ce un vicio <strong>de</strong> carácter enmascarado. El ladrón<br />
nos hace creer que tiene buenos propósitos, el avaro que es<br />
sensato, el estafador que tiene ansias <strong>de</strong> conocimiento. Y<br />
en su afán, logra embaucar a dos o tres. Pero tar<strong>de</strong> o temprano<br />
habrá un antagonista que ponga el engaño en evi<strong>de</strong>ncia,<br />
<strong>de</strong>jando en ridículo a quien quiso tomar el pelo al<br />
mundo. La buena comedia <strong>de</strong>ja al final una sonrisa reflexiva:<br />
¿no es la sociedad la que estimula la ambición <strong>de</strong> dinero,<br />
<strong>de</strong> fama, <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, <strong>de</strong> conquistas amorosas? ¿Acaso no<br />
abundan las triquiñuelas para satisfacer estas pasiones? ¿No<br />
usamos también nosotros algunas máscaras?<br />
MELODRAMA<br />
Si la farsa y la comedia mueven a risa, el melodrama nos<br />
hace llorar, pero con lágrimas sabrosas. La situación que<br />
juega con nuestros sentimientos respon<strong>de</strong> a una sencilla<br />
fórmula: el bien es acosado por el mal.<br />
El protagonista melodramático es bueno e inocente por<br />
<strong>de</strong>finición, <strong>de</strong> preferencia pobre. Su antagonista es también<br />
<strong>de</strong> una pieza: completamente malvado y <strong>de</strong>cidido a<br />
hacerle la vida imposible. Por un curioso mecanismo, el<br />
público se i<strong>de</strong>ntifica con el débil, <strong>de</strong>jándose llevar por la<br />
autocompasión y el miedo. Vemos al niño raptado por el<br />
http://www.esnips.com/web/Scriptor