El Crotalón - Biblioteca Virtual Universal
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porque acabó la comedia, que mientra estuvieron en el teatro todo cuanto representaron era<br />
burla y risa; y lo que más me movía a escarnio era ver los grandes ánimos de prínçipes y<br />
reyes contender entre sí y poner en campo grandes exérçitos, y aventurar al peligro de<br />
muerte gran multitud de gentes por una pequeña provinçia, o por un reino, o por una<br />
çiudad; que hay diez y seis estrellas en el çielo, sin otras muchas que hay de admirable<br />
cantidad, que cada una dellas es çiento y siete vezes mayor que toda la tierra; y toda junta la<br />
tierra es tan pequeña que si la mirassen de acá abajo fixa en el çielo no la verían, y<br />
escarneçerían de sí mesmos viendo por tan poca cosa cómo entre sí contienden; y lo que<br />
más de llorar es, el poco cuidado y arrisco que ponen por ganar aquel reino celestial, un<br />
reino tan grande que a un solo punto del çielo corresponden diez mil leguas de la tierra. No<br />
me pareçía todo el reino de Navarra un paso de un hombre pequeño, Alemaña no un pie,<br />
pues en toda la isla de Ingalaterra y en toda Françia no pareçía que había que arar un par de<br />
bueyes un día entero; ansí miraba qué era lo que tanto haze ensoberbeçer a estos ricos del<br />
mundo, y maravillábame porque ninguno posee tanta tierra como un pequeño átomo de los<br />
que los philósophos epicúreos imaginan, que es la cosa más pequeña que el hombre puede<br />
ver. Pues cuando volví los ojos a la Italia y eché de ver la çiudad de Milán, que no es tan<br />
grande como una lenteja, consideré con lágrimas por cuán poca cosa tanto prínçipe y tanto<br />
cristiano cómo en un día se puso a riesgo. ¿Pues qué diré de Túnez y de Argel?, ¿pues qué<br />
aún de toda la Turquía?, pues toda la India de la Nueva España y Perú, y lo que nuevamente<br />
hasta salir al mar del Sur se navega no pareçe ser [de] dos dedos. ¿Pues qué si trato de las<br />
minas del oro y plata y metales que hay en el universo?, por çierto todas ellas desde el çielo<br />
no tienen cuerpo de una hormiga.<br />
MIÇILO. O bienaventurado tú, gallo, que de tan dichosa vista gozaste. Pero dime, ¿qué<br />
te pareçía desde lo alto la muchedumbre de los hombres que andaban en las çiudades?<br />
GALLO. Pareçían una gran multitud de hormigas que tienen la cueva junto a unos<br />
campos de miesses, que todas andan en revuelta y çírculo, salir y entrar en la cueva, y las<br />
que más se fatigan con toda su diligençia traen un grano de mixo, o [cada una] medio grano<br />
de trigo, y con esta pobreza está [cada cual] muy ufana, soberbia y contenta. Semejantes<br />
son los trabajos de los hombres puestos en común revuelta y çírculo en audiençias, en<br />
ferias, en debates y pleitos: nunca tener sosiego, y en fin todo es por un pobre y miserable<br />
mantenimiento. Como todo esto hube bien considerado dixe a mi genio que me llevasse<br />
adelante, porque ya no me sufría más, anhelaba por entrar en el çielo empíreo y ver a Dios;<br />
y ansí mi guía me tomó y subimos passando por el çielo de Mercurio al de Venus, y de allí<br />
passamos la casa del sol hasta la de Mars, y de allí subimos al çielo de Júpiter, y después<br />
fuemos al de Saturno, y al firmamento y çielo cristalino, y luego entramos en el çielo<br />
empíreo, casa real de Dios.<br />
MIÇILO. Antes que passemos adelante, gallo, querría que me dixesses: estos elementos,<br />
çielos, estrellas, luna y sol ¿de qué naturaleza, de qué masa son?, ¿de qué materia son<br />
aquellos cuerpos en sí, que lo deseo mucho saber?<br />
GALLO. Esa es la mayor bobedad que vuestros philósophos tienen acá, que dizen que<br />
todos esos cuerpos çelestiales son compuestos de materia y forma, como es cada uno de<br />
nos, y dizen muchos dellos que son animados, lo cual es desvariar, [por] que no tienen<br />
materia ni composiçión. En suma, sabrás que todos ellos, los elementos puros, çielos,