El Crotalón - Biblioteca Virtual Universal
El Crotalón - Biblioteca Virtual Universal
El Crotalón - Biblioteca Virtual Universal
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
MIÇILO. O gallo, quiero que sepas que cuanto más niegas mi petiçión tanto más<br />
augmentas en [mí] el deseo de te lo oír, por lo cual proçediendo en la costumbre de nuestra<br />
buena conversaçión y tu graçioso dezir, podrás començando luego ganar el tiempo que se<br />
podría con la dilaçión perder.<br />
GALLO. Agora, pues ansí quieres y tanto me importunas, yo te quiero obedeçer; pero<br />
con una condiçión que jures de no lo publicar fuera de aquí.<br />
MIÇILO. Agora comiença, que yo lo prometo, que no será más público por mí, ni seré<br />
causa que otro lo sepa. Dime por orden todas las cosas: qué fue el fundamento de la fiesta,<br />
y qué personas fueron allí en el convite, y qué passó en el suçeso.<br />
GALLO. Pues començando por el prinçipio sabrás que la causa fue una misa nueva;<br />
porque Aristeneto cambiador, hombre rico, tenía un hijo que se llamaba Zenón, hombre<br />
estudioso y sabio, que no sé si lo conoçiste. Este mancebo por tener ya edad conveniente<br />
para elegir estado vino a cantar misa y para esto el padre de su parte convidó todos sus<br />
parientes, vezinos y amigos, juntamente con sus mugeres, y el misacantano, de su parte,<br />
llamó a todos sus preceptores que habían sido de las sçiençias, gramática, lógica,<br />
philosophía y theología, y después [con éstos] convidó a todos los curas y benefficiados<br />
[casi] desta çiudad que eran muchos, y con éstos había dos religiosos de cada orden.<br />
MIÇILO. Yo nunca vi compañía de tanta santidad.<br />
GALLO. Pues viniendo al proçeso de la historia sabrás que el día señalado, que fue un<br />
domingo primero de mayo, que es el más apacible y graçioso del año, convenimos luego<br />
por la mañana todos los convidados a casa de Aristeneto para acompañar a Zenón hasta el<br />
templo; fuemos con gran solenidad de cançión de clérigos, y gran música de instrumentos,<br />
rabel, vihuela, < > salterio, y otras agraçiadas sonajas que tañían hombres que para<br />
semejantes autos se suelen alquilar. Cuando fue acabada aquella divina celebraçión [de la<br />
missa], con el orador que [con ingenio] discantó el mérito y grandeça de la dignidad,<br />
ofreçimos todos al misacantano, volvímonos juntos [con la mesma música] a casa de<br />
Aristeneto, donde despedidos aquellos que sólo fueron convidados para el<br />
acompañamiento, se llegó Aristeneto a la oreja y me dixo que me quedasse a comer allí con<br />
él. Dios sabe cuánto me holgué, porque çierto no sobraba en mi casa la raçión,<br />
prinçipalmente porque después que en el templo ofreçí no fue mucho lo que en la bolsa me<br />
quedó. Fuemos lançados todos a un gran palaçio muy adornado y dispuesto para el convite,<br />
en el cual había dos mesas a la larga de la sala: la una que iba a la una pared, y otra por<br />
otra; en la frontera de la sala había otra messa como cabeçera de las otras dos, en la cual se<br />
sentó en el medio el misacantano tomando a su mano derecha a su padre Aristeneto, y a la<br />
otra mano estaba su padrino que era aquel Cleodemo, antiguo y honrado varón que fue cura<br />
de San Julián.<br />
MIÇILO. ¡O qué monarcha y prínçipe de saçerdotes me has contado!<br />
GALLO. A los lados ocupaban esta mesa de la cabeçera, a la una mano el guardián de<br />
San Francisco y su compañero, y a la otra el prior de Sancto Domingo con su compañero de<br />
gran auctoridad. En la mesa de la mano derecha se sentaron por orden los maestros < > y