15.05.2013 Views

El Crotalón - Biblioteca Virtual Universal

El Crotalón - Biblioteca Virtual Universal

El Crotalón - Biblioteca Virtual Universal

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

grande importunidad y buena criança, que quisiesse apearme en su posada porque servía a<br />

una dueña valerosa que acostumbra reçebir semejantes caballeros en su casa de buena<br />

voluntad; y como fuesse llegada la hora del comer holgué de me apear. Saliónos a reçebir<br />

una dueña de alta y buena dispusiçión, la cual, aunque representaba alguna edad, tenía aire<br />

y desenvoltura de moça, y en viéndome se vino para mí con una voz y habla halagüeña, y<br />

muy de presto dispuso toda la casa y aparato con tanto serviçio como si fuera casa de un<br />

príncipe o poderoso señor; y cuando miré por mi guía no la vi, porque entrando en casa se<br />

me desapareçió; y según pareçe todo lo que passó antes y después no puedo creer sino que<br />

aquella muger tenía aquel demonio por familiar en hábito y figura de hombre, porque según<br />

mostró en su habla, trato y conversaçión no creo otra cosa, sino que le tenía para enviarle a<br />

caza de hombres cuando para su apetito y recreaçión le daba la voluntad, porque ansí me<br />

cazó a mí como agora oirás. Luego, como llegamos con mil regalos y ofreçimientos,<br />

dispuso la comida con grande aparato, con toda la diligençia y solicitud posible, en toda<br />

abundançia de frutas, flores y manjares de mucho gusto y sabor, y los vinos muy preçiados<br />

en toda suavidad, servidos de diversas dueñas y donzellas, que casi pareçían diferentes con<br />

cada manjar. Túvome la fiesta en mucho regocijo y pasatiempo en una sala baja que caía<br />

sobre un huerto de frutas y de flores muy suaves. Ya me pareçía que por poco me quedara<br />

allí, sino fuera porque, ansí como en sueño, me acordé de mi [viaje y] compañía, [y<br />

consideré] que corría gran peligro mi honra si me descuidasse; y ansí sospirando me levanté<br />

en pie proponiendo ir con la posible furia a cumplir con la guerra y luego volverme a gozar<br />

de aquel paraíso terrenal. Y ansí la maga por estar muy contenta de mi buena dispusiçión<br />

me propuso a quedarme aquella noche allí, diziendo, que ella no quería, ni tenía cuanta<br />

prosperidad y aparato poseía sino para servir y hospedar semejantes caballeros.<br />

Prinçipalmente por haber sido su marido un castellano de gran valor, al cual amó sobre<br />

todas las cosas desta vida, y ansí no podía faltar a los caballeros castellanos, por<br />

representarle cualquiera dellos aquellos sus primeros amores, que ella a la contina tenía<br />

ante sus ojos presente. Pero como aún yo no había perdido del todo mi juizio y uso de razón<br />

trabajé de agradeçerle con palabras acompañadas de mucho cumplimiento y criança la<br />

merçed que me hazía, con protestaçión que acabada la guerra yo vernía con más libertad a<br />

la servir. No le pessó mucho a la maga mi defensa como esperaba antes de la mañana<br />

satisfazerse de mí mucho a su voluntad, y ansí me dixo: «Pues, señor, presupuesto que<br />

tenéis conoçido el deseo que tengo de os servir, y confiando que cumpliréis la palabra que<br />

me dais, podréis hazer lo que querréis, y por más os servir os daré un criado mío que os<br />

guíe cuatro leguas de aquí, donde os vais a dormir con mucho solaz, porque tengo allí una<br />

muy valerosa sobrina que tiene un fuerte y hermoso castillo en una muy deleitosa floresta<br />

que estará cuatro leguas de aquí. Llegando esta noche allí, no perdiendo xornada para<br />

vuestro propósito, por ser mía la gula y por la graçia de mi sobrina que tiene la mesma<br />

costumbre [que yo en] hospedar semejantes caballeros, os hospedará, y allí pasaréis esta<br />

noche mucho a vuestro contento y solaz.» Yo le bessé las manos por tan gran merçed, la<br />

cual açepté, y luego salió el viejo que me truxo allí cabalgando en un rozín, y<br />

despidiéndome de la buena dueña començamos a caminar. Fuemos hablando en muchos<br />

loores de su señora, que nunca acababa de la engrandeçer, pues díxome: «Señor, agora vais<br />

a este castillo donde veréis una donzella que en hermosura y valor exçede a cuantas en el<br />

mundo hay.» Y demandándole por su nombre, padres y calidad de estado me dixo él: «Eso<br />

haré yo, señor, de muy buena voluntad [de os dezir], porque después desta mi señora a<br />

quien yo agora sirvo no creo que hay en el mundo su igual, y a quien con mejor voluntad<br />

desee [ni deba] yo servir [por su gran valor]; y ansí os digo, señor, que esta donzella fue

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!