15.05.2013 Views

El Crotalón - Biblioteca Virtual Universal

El Crotalón - Biblioteca Virtual Universal

El Crotalón - Biblioteca Virtual Universal

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

el supremo prínçipe siempre se presume ser justa. Pero sabe que los soldados que mueren<br />

en la guerra van prinçipalmente al infierno porque en universal los toma la muerte en<br />

pecados que los llevan allá: en juegos, blasfemias, hurtos, ninguna guarda en los preçeptos<br />

de la iglesia, ni religión, enemistades, iras, enojos, pasiones, luxurias, robos, sacrilegios y<br />

adulterios. Y ansí duró este tropel de gente más de seis meses continos que no hazían a toda<br />

furia sino entrar porque dezían que entonçes el Emperador prosiguió la guerra entrando por<br />

Françia con gran mortandad y rigor hasta llegar a una çiudad que llaman Troya muy<br />

prinçipal en aquel reino; y por otra parte entraba el rey de Ingalaterra con grande exército<br />

desolando a Françia sin haber piedad de ninguna criatura que en su poder pudiesse haber.<br />

Maravillado estaba yo pensando dónde podía caber tanta gente, y entrando adelante vimos<br />

una entrada a manera de puerta que pareçía differençiar el lugar. Oíamos dentro gran ruido<br />

de cadenas, vozes, lágrimas, sospiros y sollozcos, que mostraban gran miseria. Pregunté a<br />

mi ángel qué lugar era aquél, respondióme ser el purgatorio, donde se acaban de purgar los<br />

buenos para subir después a gozar de Dios; y también yo alçé la cabeça y leí ser aquello<br />

verdad en una letra que estaba sobre la puerta; y por no nos detener determinamos pasar<br />

adelante, y < > en esto suçedió que llegaron donde estábamos un demonio y un ángel que<br />

traían un alma, que según pareçe el ángel era su guarda y el demonio era su acusador, como<br />

cada uno de vosotros tiene en este mundo mientras vivís; y como llegaron donde estábamos<br />

paróse un poco el su ángel con el mío como a preguntarle dónde venía, el cual nos<br />

respondió que a traer este su cliéntulo al purgatorio, que había sesenta años que le guardaba<br />

en el mundo; y en el entretanto arrebató el demonio de aquella ánima y corriendo por un<br />

campo adelante la llevaba camino del infierno, y como el alma conoçió por la letra que la<br />

passaba del purgatorio començó a dar vozes a su ángel que la defendiesse; y ansí fue presto<br />

su ángel y alcançándolos tuvo reçio della, y convenieron ante nosotros como en juizio.<br />

Dezía el demonio que la había de llevar al infierno porque no había razón para la dexar en<br />

el purgatorio, < > prinçipalmente porque la probó que la mayor parte de la vida había sido<br />

viçiosa, comedor glotón y disipador de hazienda y tiempo, y distraído de la ley de Dios; y a<br />

esto la convençió a consentir. Pero por el contrario alegaron el alma y su ángel por su parte<br />

que, aunque todo esto fuesse verdad, pero que a la contina tuvo cuenta con Dios y con su<br />

conçiençia, confessando a los tiempos debidos sus pecados y haziendo penitençia dellos, y<br />

[que] ansí lo había hecho en el diçeso y salida de la vida, reçibiendo todos los sacramentos<br />

de la Iglesia, teniendo gran confiança en la passión de Cristo con gran arrepentimiento de<br />

sus culpas; y ansí fue concluido por mi ángel serle perdonadas por Dios, y que sólo<br />

quedaba obligada a alguna pena temporal del purgatorio; y ansí la dexó allí, y [nosotros]<br />

luego començamos a caminar por unos campos llanos muy grandes cuanto nuestros ojos y<br />

vista se podía estender.<br />

MIÇILO. Pues dime, gallo, ¿no dizes que estaba todo obscuro y en tinieblas?, ¿de dónde<br />

teníades luz para ver?<br />

GALLO. Obscuro es todo aquel lugar a solos los condenados por la justiçia de Dios,<br />

pero para los otros todos provee Dios allí de luz, porque do quiera que esté el justo tiene<br />

bastante claridad para perspicaçíssimamente ver; y desde lexos començamos a oír la grita y<br />

miseria de las almas, el ruido de los hierros y cadenas, los golpes y furia de los<br />

atormentadores, el sonido y tascar del fuego, humo y çentellas que de aquellos lugares de<br />

miseria salían. Era tan grande y tan temerosa la desventura de aquel lugar que mil vezes me<br />

arrepentí de venir allí, y quisiera dexar de presentar la petiçión, sino que el ángel me

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!