El Crotalón - Biblioteca Virtual Universal
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animosos y esforçados estos soldados españoles con esta vitoria, que si en esta coyuntura<br />
los tomasse de aquí el emperador serían bastantes para fáçilmente vençer los exérçitos del<br />
turco y gran Can y Sophi si todos estos poderosos prínçipes y sus fuerças se juntasen en<br />
uno, porque aquí ganan la más fuerte y inexpunable fuerça que en el mundo está en<br />
edifiçio; ganan aquí treçientas piezas de artillería gruesa de bronce muy hermosa, y mucha<br />
[muniçión de] pólvora y pelotas, flechas, lanças y otros infinitos géneros de armas < >,<br />
tomarse ha en esta vitoria la mejor armada que nunca pagano perdió, porque están<br />
seteçientos navíos gruesos y treinta y seis galeras, y la resta de galeotas y fustas más de<br />
çiento. De aquí parte luego el emperador otro día adelante a dar combate a la çiudad por dar<br />
fin a esta empresa. Y suçede que le sale al camino Barbarroxa con çien mil combatientes<br />
por resistirle la entrada, donde con muy poca dificultad fueron todos debaratados, y muerta<br />
infinita multitud dellos. Y veis aquí cómo viendo el mal suçeso el capitán Barbarroxa huye<br />
por se librar de las manos del emperador, y se acogió a la çiudad de Bona, un puerto de allí<br />
algo vezino en [las riberas de] África. Y veis aquí cómo llegado el emperador a la çiudad de<br />
Túnez se le abren las puertas sin resistençia, y le envían las llaves con los más antiguos y<br />
prinçipales de la çiudad ofreçiéndosele en su obedençia. Veis aquí cómo resulta desta<br />
vitoria ser libres veinte mil cristianos que en diversos tiempos habían sido < > captivos por<br />
el mesmo Barbarroja, los cuales todos estaban en el alcazaba de veinte años antes presos.<br />
Veis aquí cómo hechos sus capítulos de conçiertos, parias y rehenes entre el emperador y<br />
rey de Túnez, le pone en su poder la çiudad, dándole las llaves, mando y señorío como de<br />
su mano; y después de haberlo todo pacificado se embarca para Siçilia, y de allí para<br />
Saboya por libertar lo que de aquel ducado tiene usurpado en aquella sazón el rey de<br />
Françia a su hermana la duquesa.» Pasando más adelante dixo: «Veis aquí cómo<br />
prosiguiendo este bienaventurado prínçipe en su buen hado, trabaja por juntar conçilio en la<br />
çiudad de Trento en Alemania, por dar remedio en los errores lutheranos que en aquella<br />
tierra estarán arraigados muy en daño de la iglesia cathólica. Veis aquí cómo no podiendo<br />
traer por esta vía los prínçipes electores del imperio al buen propósito, determina llevarlos<br />
por fuerça de armas; y ansí el año de mil y quinientos y cuarenta y siete, a veinte y cuatro<br />
de abril, les da una batalla de grande [ardid y] esfuerço, trayendo ellos por capitanes de su<br />
liga y confederación aquellas dos cabeças de su prinçipado: Lansgrave y Juan duque de<br />
Saxonia, a los cuales vençe y prende junto al río Albis en [aquella] batalla que les da, en la<br />
cual mueren y son presos muchos señores y prinçipales de su compañía. Y aunque en los<br />
tiempos adelante viendo los prínçipes alemanes que las cosas del conçilio se ordenan en su<br />
destruiçión, trabajan < > ser vengados por mano del duque Mauriçio y con favor del rey de<br />
Françia, con el cual y de su liga hazen un exérçito en el año de mil y quinientos y çincuenta<br />
y dos, y vienen con fuerça determinada, siendo capitán el duque Mauriçio por desbaratar el<br />
conçilio que está [en effecto] en la çiudad de Trento, y también procuran intentar prender al<br />
emperador que está sin aviso alguno de su atrevimiento y desvergüença; y aunque esto<br />
verná ansí, pero veis aquí cómo plaze a Dios por ser buena la intençión y zelo deste<br />
bienaventurado prínçipe y buen hado, como no tiene algún effecto la dañada voluntad<br />
destos errados heresiarcas. Mas antes veis aquí cómo luego vuelve todo a nuestro buen<br />
prínçipe en prosperidad, volviendo a trihunfar de sus enemigos, porque sus vasallos y<br />
prínçipes de España la proveerán de gente y dinero en tanta abundançia que le sobren<br />
fuerças para todo y verná en fin a proseguir su conçilio, donde habida condenaçión de sus<br />
perversos errores, se les dará el justo castigo que mereçen cabeças de tanta perversidad. Y<br />
después de largos años effectuando en un hijo suyo don Felipe sus grandes y çesáreos<br />
deseos irá a gozar con Dios a la gloria. Todas éstas son xornadas en que se muestra