15.05.2013 Views

La extinción de las especies biológicas. Construcción de un

La extinción de las especies biológicas. Construcción de un

La extinción de las especies biológicas. Construcción de un

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

o <strong>de</strong> osamentas, ¿habían pertenecido realmente en otros tiempos a seres vivientes, hoy<br />

<strong>de</strong>saparecidos, “extinguidos”, antes <strong>de</strong> ser petrificados <strong>de</strong> <strong>un</strong>a manera o <strong>de</strong> otra? ¿No se<br />

trataba más bien <strong>de</strong> objetos curiosos, “juegos <strong>de</strong> la naturaleza”, productos <strong>de</strong> procesos<br />

inorgánicos misteriosos que tenían lugar en el seno <strong>de</strong> la tierra? Va a ser el hallazgo<br />

<strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s osamentas petrificadas lo que suscitará <strong>un</strong> <strong>de</strong>bate apasionado sobre su inter-<br />

pretación, siendo la más extendida la interpretación gigantista.<br />

7.1 Los mitos sobre los Gigantes y su <strong>extinción</strong><br />

Los gigantes están presentes en la mayoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> mitologías y han <strong>de</strong>sempeñado a menudo<br />

<strong>un</strong> papel importante en la construcción <strong>de</strong> imaginarios sociales 74 . Para los griegos, se<br />

trataba <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> Gea, la Tierra, y fue precisamente con la ayuda <strong>de</strong> esta diosa como<br />

pudieron rebelarse con los dioses <strong>de</strong>l Olimpo, para ser finalmente vencidos por éstos con<br />

ayuda <strong>de</strong> los humanos.<br />

Lejos <strong>de</strong> ser relegados a la categoría <strong>de</strong> fábu<strong>las</strong> paganas, los gigantes fueron incor-<br />

porados a la tradición judía y son mencionados en la Biblia, siendo el gigantismo <strong>un</strong>a<br />

característica común a los personajes perversos, como Goliat. Esta persistencia <strong>de</strong> los<br />

imaginarios <strong>de</strong> gigantes a través <strong>de</strong> los siglos y <strong>las</strong> culturas, tiene raíces psicológicas y<br />

simbólicas. En la antigüedad, Empédocles cita la presencia en Sicilia <strong>de</strong> cráneos <strong>de</strong> gi-<br />

gantes con <strong>un</strong> solo ojo. Hoy se interpretan como cráneos <strong>de</strong> elefantes <strong>de</strong>l final <strong>de</strong>l Terciario.<br />

Pero lo más interesante es indagar <strong>las</strong> causas <strong>de</strong> su <strong>extinción</strong>. Uno <strong>de</strong> los restos <strong>de</strong><br />

elefantes más famosos encontrados en el siglo XVII, lo fue por Jacobo Tissot, en 1613,<br />

cerca <strong>de</strong>l castillo <strong>de</strong> Chaumont, en <strong>un</strong>a cantera <strong>de</strong> arena. El citado Tissot publicó <strong>un</strong><br />

folleto titulado: “Historia verídica <strong>de</strong>l gigante Teotobocus, rey <strong>de</strong> Teutones y Cimbrios,<br />

muerto por Mario, Cónsul Romano, 105 años antes <strong>de</strong> la venida <strong>de</strong> N.S., el cual fue<br />

enterrado cerca <strong>de</strong>l castillo <strong>de</strong> Chaumont, en el Delfinado”.<br />

Otro resto <strong>de</strong> gigante clásico es el citado por Scheuchzer (Physica Sacra, 1713). De-<br />

scribe y figura lo que llamó Homo Diluvii testes. Describe minuciosamente <strong>las</strong> condiciones<br />

<strong>de</strong>l hallazgo aplicando al fósil calificativos pintorescos como: “<strong>un</strong> rarísimo recuerdo <strong>de</strong><br />

aquella maldita raza humana <strong>de</strong>l m<strong>un</strong>do primitivo” y “la triste osamenta <strong>de</strong> <strong>un</strong> antiguo<br />

pecador” y también: “impío pecador ahogado en el Diluvio Universal”. Según <strong>de</strong>mostró<br />

el naturalista Georges Cuvier años más tar<strong>de</strong>, se trata <strong>de</strong>l esqueleto <strong>de</strong> <strong>un</strong> anfibio.<br />

También en el siglo XVII, <strong>un</strong> hombre tan erudito como el jesuita Athanasius Kircher<br />

74 Ver, entre otros: BUFFETEAUT, E. (1992) Fósiles y hombres, Plaza y Janés, , pp.24 ss; CAPEL,<br />

H. (1985) opus cit., páginas 51-59; PELAYO, F. (1996) Del Diluvio al Megaterio. Los orígenes <strong>de</strong> la<br />

paleontología española. CSIC, Cua<strong>de</strong>rnos Galieo, 310 pág.; PELAYO, F. (1999) El Or<strong>de</strong>n Natural y<br />

los Gigantes. <strong>La</strong> Gigantologia Spagnola Vendicata (1760) <strong>de</strong> José Torrubia. Temas Geológico-Mineros,<br />

ITGE, Madrid, 26, II, páginas 685-716.<br />

41

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!