15.05.2013 Views

La lealtad de los delincuentes - tonisoler

La lealtad de los delincuentes - tonisoler

La lealtad de los delincuentes - tonisoler

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Me ha llamado hace un rato Emilio, preguntándome por lo que hicimos<br />

ayer. Se iba a por Fran a la comisaría. Me ha dicho que ha pasado el día en el<br />

calabozo.<br />

—¡No me jodas!<br />

—No sé más, pero te puedo contar cómo acabamos Car<strong>los</strong> y yo —dijo sin<br />

parar <strong>de</strong> reírse.<br />

Colgué.<br />

Me levanté <strong>de</strong> la cama. Tenía resaca, pero había dormido lo suficiente<br />

como para adivinar lo que le había ocurrido a Fran. Era una auténtica putada.<br />

Seguramente le habría parado la policía conduciendo en un estado lamentable.<br />

Increíble, hacía tan sólo unos meses mi amigo tenía un buen trabajo como<br />

representante <strong>de</strong> una empresa <strong>de</strong> materiales para la construcción; entre el<br />

sueldo fijo y las cuantiosas comisiones que en <strong>los</strong> últimos años se podían<br />

ganar en el sector, conseguía embolsarse un verda<strong>de</strong>ro pastón al mes. Vivía<br />

con su mujer en un adosado en “<strong>La</strong>s Villas” <strong>de</strong> Rocafort y estaba pensando<br />

en tener un crío. Y ahora, con treinta y cinco años, probablemente no tendría<br />

ni carné <strong>de</strong> conducir. <strong>La</strong> crisis había <strong>de</strong>smontado su vida en un abrir y cerrar<br />

<strong>de</strong> ojos.<br />

Una ducha y ya estaba preparado para afrontar la fatídica llamada. No iba<br />

a ser nada fácil. Me había pasado el día durmiendo, <strong>de</strong>jando una vez más<br />

plantada a toda mi familia. Mi padre estaría furioso y mi madre seguro que<br />

se habría puesto a llorar como una magdalena. Al menos, estaba convencido<br />

<strong>de</strong> que a mi hermana le importaba un carajo que yo hubiese estado en su<br />

cumpleaños o no.<br />

—Hola, chiqui, soy yo.<br />

Sólo llamaba así a mi madre cuando sabía que me había pasado y esta vez<br />

lo había hecho <strong>de</strong> verdad.<br />

—Hemos estado a punto <strong>de</strong> llamar a la policía, a <strong>los</strong> hospitales, a<br />

Valentina…<br />

Valentina era mi ex novia, pero hacía ya un año y medio que habíamos<br />

roto. Mis padres la adoraban. Yo no podía ni oír su nombre.<br />

—Venga, mamá, te dije que iría a la comida, pero que te lo confirmaría<br />

antes —mentí, por si colaba.<br />

—Tu padre está calentito. Quedaste con él que vendrías y le traerías un<br />

currículum. No pue<strong>de</strong>s seguir así. He llamado a tu amigo Emilio y me ha dicho<br />

13

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!