15.05.2013 Views

La lealtad de los delincuentes - tonisoler

La lealtad de los delincuentes - tonisoler

La lealtad de los delincuentes - tonisoler

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Tonelo, necesito olvidarme <strong>de</strong> mi mujer. Necesito divertirme —me soltó.<br />

—¿Qué clase <strong>de</strong> diversión? —pregunté asustado.<br />

Le había explicado lo mal que lo pasé tras la fiesta <strong>de</strong>l lunes, cómo estaba<br />

dispuesto a en<strong>de</strong>rezar mi vida y que me negaba a afrontar un fin <strong>de</strong> semana<br />

más <strong>de</strong> <strong>de</strong>sfase como <strong>los</strong> anteriores.<br />

—¿Qué tal si sacas esa súper agenda que tienes y quedamos esta noche<br />

con unas chatis? —sugirió, poniendo cara <strong>de</strong> niño bueno.<br />

—¡Eso está hecho! Por un amigo lo que sea —contesté, contento <strong>de</strong> saber<br />

que lo único que quería era salir por ahí con un par <strong>de</strong> chavalas.<br />

Escribí un mensaje en el móvil y lo lancé como una bomba <strong>de</strong> racimo a<br />

unas cuantas amiguitas. Contestaron dos <strong>de</strong> ellas al cuarto <strong>de</strong> hora. Se las<br />

<strong>de</strong>scribí a Fran y <strong>de</strong>jé que él eligiese. Finalmente confirmamos la cena con<br />

Paula y su prima. Paula era supermegapija, nada en el cerebro pero un cuerpo<br />

<strong>de</strong> escándalo. Yo la conocía <strong>de</strong>l colegio, aunque nunca tuve mucho trato con<br />

ella. Hacía un par <strong>de</strong> semanas habíamos coincidido en la fiesta <strong>de</strong> mi hermana<br />

y, aunque yo llevaba un colocón tremendo, conseguí sonsacarle su número <strong>de</strong><br />

teléfono. De su prima no sabía nada <strong>de</strong> nada.<br />

Reservé mesa en un buen restaurante <strong>de</strong> la Alameda. Ellas querían ir con<br />

su coche. Nos veríamos allí a las diez.<br />

Fran parecía contento y yo estaba feliz por ello. Me apetecía el plan: noche<br />

tranquila, con suerte beberíamos unas copas y nos iríamos pronto a mi casa<br />

a pegar un polvo.<br />

Después <strong>de</strong> tomar un par <strong>de</strong> cervezas más, <strong>de</strong>volví a Fran a Campolivar.<br />

Por la tar<strong>de</strong> hablé con Angelito. Le expliqué el plan que teníamos Fran y<br />

yo para esa noche y no pareció importarle. Quedó en llamarnos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

cenar para ver por dón<strong>de</strong> andábamos. Imaginé que saldría con Dani y no me<br />

preocupé más <strong>de</strong> él.<br />

<strong>La</strong> prima resultó ser un pivón. Se llamaba <strong>La</strong>ura. Estaba incluso más buena<br />

que Paula y, a<strong>de</strong>más, era divertida. A Fran le costó un poco soltarse, pero en<br />

cuanto estuvimos sentados en la mesa y nos bebimos una copa <strong>de</strong> cava, la<br />

conversación empezó a fluir sin dificultad. Hablamos mucho <strong>de</strong> Valencia.<br />

<strong>La</strong>ura era <strong>de</strong> Madrid y estaba pasando una semana <strong>de</strong> vacaciones en casa <strong>de</strong><br />

su prima. Le explicamos lo fantástica que era nuestra ciudad, tanto <strong>de</strong> día<br />

como <strong>de</strong> noche, y ella nos atendió encandilada. Hablamos, comimos, reímos<br />

y sobre todo bebimos: tres botellas <strong>de</strong> cava en menos <strong>de</strong> dos horas.<br />

39

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!