La lealtad de los delincuentes - tonisoler
La lealtad de los delincuentes - tonisoler
La lealtad de los delincuentes - tonisoler
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
En ese momento la reclamaban <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el interior. Nos señaló en dirección a<br />
la garita y se marchó. Interrogué a Ángel con la mirada.<br />
—Vámonos —me dijo.<br />
Le ayudé a levantarse y salimos <strong>de</strong>l hospital. Entramos en el coche y<br />
puse rumbo a mi casa. Cuando llegamos lo metí en la cama y me quedé allí<br />
mirándole. Se durmió al minuto. “Mañana será otro día”, pensé.<br />
A la mañana siguiente abrí <strong>los</strong> ojos temprano. No había conseguido conciliar<br />
el sueño. Di mil vueltas en la cama preocupado. Me levanté y fui directo a la<br />
habitación <strong>de</strong> invitados. Ángel seguía durmiendo. Últimamente esa habitación<br />
estaba muy concurrida.<br />
A las diez <strong>de</strong> la mañana bajé al salón. Afuera llovía. Estuve hasta las dos <strong>de</strong><br />
la tar<strong>de</strong> esperando impaciente a que Ángel diese muestras <strong>de</strong> vida. De hecho,<br />
estaba ya a punto <strong>de</strong> subir a <strong>de</strong>spertarlo cuando le oí llamarme en un ataque<br />
<strong>de</strong> tos.<br />
Al encen<strong>de</strong>r la luz <strong>de</strong>l dormitorio el cuadro me sobrecogió. Estaba hecho<br />
un asco. Tenía la cara aún peor que el día anterior, completamente abollado y<br />
amoratado; parecía una caricatura. Pero podía hablar.<br />
—¿Te duele? —pregunté.<br />
—A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> lo que ves, tengo dos costillas rotas y un hombro dislocado.<br />
Me duele todo. ¿Tienes alguna droga?<br />
Sólo tenía ibuprofeno. Se metió dos pastillas <strong>de</strong> 600mg junto con una<br />
rebanada <strong>de</strong> pan Bimbo a miguitas.<br />
—¿Vas a contármelo?<br />
—Esto me pasa por gilipollas. <strong>La</strong> he cagado pero bien. Y esto es sólo el<br />
principio, ahora viene lo peor.<br />
—¿Lo peor? ¿Qué más te pue<strong>de</strong> ocurrir, tronco? ¿Tú te has visto? ¡Pareces<br />
sacado <strong>de</strong> una peli <strong>de</strong> Chuck Norris!<br />
—Voy a necesitar que me ayu<strong>de</strong>s —me dijo.<br />
—Ya te estoy ayudando.<br />
—Voy a necesitar pasta.<br />
Silencio.<br />
—Cuéntamelo todo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio.<br />
Sus ojos reflejaban vergüenza y parecía estar dudando. Al final, hizo un<br />
gesto <strong>de</strong> asentimiento y comenzó a largar.<br />
49