La lealtad de los delincuentes - tonisoler

More documents

Recommendations

Info

—¿Vas a denunciarme? —me preguntó lánguido. —No. No voy a denunciarte. Pero vas a hacer lo siguiente: para empezar vas a devolver el dinero que le estafaste a Ángel y si eso supone hablar con tus padres, pues tendrás que hacerlo, y el domingo en la comida les vas a contar a todos lo que has hecho. —¡No puedo hacer eso! ¡Ángel me matará y los demás me odiarán por el resto de mis días! —O haces eso o me voy ahora mismo a la policía y empiezo a largar —le amenacé mirándole fijamente a los ojos. 72
11. Feliz cumpleaños El resto de la semana fue un auténtico tormento. Tenía la sensación de que todo se desmoronaba. Mis amigos eran un auténtico fracaso. Ángel era un cocainómano irresponsable, Carlos un egoísta mujeriego y Dani un delincuente. Pero yo no era mucho mejor que ellos. Me había dejado llevar por cada uno de mis defectos y lo había echado todo a perder. Antes tenía ilusiones, era feliz y controlaba el rumbo de mi vida. Ahora sólo tenía problemas y, además, había perdido a Marta para siempre. Llegó el domingo. Estaba impaciente. No tenía ni idea de cómo iban a reaccionar todos en cuanto Dani confesara lo que había hecho. Quería que lo contara, Ángel merecía saber la verdad, todos lo merecían. Sin embargo, me azotaba un profundo sentimiento de culpa por obligarle a hacerlo. Era consciente de que iba a ser la confesión más dura y vergonzosa de toda su vida. Seguramente no le perdonarían nunca. No obstante, lo había meditado mucho. Dos días y dos noches sin absolutamente nada más en la cabeza. Y había tomado una decisión: sí, yo le perdonaría. Mi amistad hacia él era más fuerte que todos mis reproches a sus actos y, además, lo vi realmente arrepentido. Llegué a casa de Álex el primero. Rubén, su hijo, saltó del sofá nada más verme y se me acercó corriendo para darme un abrazo. Sentí felicidad, en ese momento envidiaba a sus padres. —¿Me has traído algún regalo? —preguntó, con esos ojos inocentes que sólo los niños saben poner. —¡Claro que sí, enano! 73
Page 1 and 2:
Toni Soler La lealtad de los delinc
Page 3 and 4:
TONI SOLER La lealtad de los delinc
Page 5 and 6:
Para Anita, mi inspiración y alien
Page 7 and 8:
CAPÍTULO PRIMERO La pandilla “(D
Page 9 and 10:
—¡Joder, Carlos, cómo nos ponem
Page 11 and 12:
2. El sermón “ Get up, stand up.
Page 13 and 14:
—Me ha llamado hace un rato Emili
Page 15 and 16:
¡Joder! Menudo marrón. Tenía que
Page 17 and 18:
estás apartando, ya no del mundo e
Page 19 and 20:
con su mujer. Ella no me soportaba
Page 21 and 22: de “información”, pero justo a
Page 23 and 24: —Ya. —Me costó más de media h
Page 25 and 26: fiesta. No por él, claro, que lleg
Page 27 and 28: Nos quedamos los tres en ropa inter
Page 29 and 30: carrera y, después de diez años s
Page 31 and 32: 5. Depresión Lunes, uno más y de
Page 33 and 34: —No me falles esta vez. Sabes lo
Page 35 and 36: cuenta de que no veía a mis colega
Page 37 and 38: el paro y la indemnización que con
Page 39 and 40: —Tonelo, necesito olvidarme de mi
Page 41 and 42: Allí estaban. Se habían apoyado e
Page 43 and 44: Al llegar a mi casa me lamenté una
Page 45 and 46: 7. Más problemas de Angelito A la
Page 47 and 48: Nos quedamos Dani y yo solos. Pusim
Page 49 and 50: En ese momento la reclamaban desde
Page 51 and 52: un precio de chollo: a treinta mil
Page 53 and 54: —Ya lo sabes —respondió sin at
Page 55 and 56: 8. Marta A primera hora del lunes
Page 57 and 58: Me encantaba observar el bullicio d
Page 59 and 60: Nos introdujimos directamente en la
Page 61 and 62: Necesitaba tenerla delante y mirarl
Page 63 and 64: 9. La falsa cura Carlos tenía la o
Page 65 and 66: —Claro que no —contesté yo. La
Page 67 and 68: 10. La sorpresa Compré la prensa l
Page 69 and 70: La cancelación de la hipoteca esta
Page 71: por la mitad de su dinero para ingr
Page 75 and 76: Llamé a Fran sorprendido por su ta
show all

La lealtad de los delincuentes - tonisoler

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

Delete template?

Save as template?