clinica de odontologia integral del niño - Bibliotecas Digitales

demostrar rabietas, se complace con colaborar se recomiendan citas
relativamente cortas y tratamientos sencillos.
Tres años: Es activo, comunicativo comienza a razonar, le gusta hacer
amistades, continúa unido a uno de los padres, tiene preferencia por los cuentos;
durante el tratamiento se deberá halagar cualquier mínimo intento de cooperación.
Cuatro años Es independiente, dice y comprende gracias y por favor, quiere
imponerse, le gusta hablar y preguntar, pero no le gusta obedecer, es conversador
posee mucha imaginación por lo que se debe actuar con sutileza en la sugerencia
de las ordenes, se deberá aplicar la técnica de refuerzo, ante la mínima muestra
de colaboración del paciente, demostrar durante el tratamiento seguridad y
firmeza.
Cinco años Juega con otros niños, es reflexivo, se siente orgulloso de lo que
tiene, se muestra generalmente un tanto reservado, aunque tiene un mayor
equilibrio en sus reacciones, a esta edad se inicia la fase social en el niño, ya tiene
un comportamiento estable, como su madre representa su centro de atención,
generalmente trata de complacerta, esta edad es importante para explicarte y
halagartocuando colabora con el tratamiento.
Seis años A esta edad el niño generalmente es contradictorio, le gusta
responder en forma negativa, por lo que el profesional deberá proceder
persuadiendo en forma tal que transforme favorablemente la situación.
Basándose en las características de cada una de las edades, el profesional
tomará la actitud requerida; aprovechando de cada una de sus particulares, para
que además de conseguir la total confianza y estima de su pequeño paciente,
pueda aplicar el plan de tratamiento cómodamente.
Las instrucciones deberán ser proporcionadas a los padres de preferencia
mediante demostraciones prácticas, haciendo que participen, tanto los niños como
ellos, logrando un trabajo de equipo con la participación activa de los niños, el
profesional y los padres o responsables.
En este sentido, se resume la importancia del triángulo de tratamiento
odontológico del niño, en el que se demuestran la interrelación entre: el paciente
niño, su familia: padres o responsables y el profesional odontólogo.
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