Historia de la literatura gallega - Innova

un nuevo grupo de poetas, la llamada generación de los noventa, que en cierta
medida cuestiona alguno de los presupuestos de sus hermanos mayores de los
ochenta. Los jóvenes poetas de los noventa, o al menos algunos de ellos,
aunque continúen en la línea de exigencia estética, técnica y lingüística, de los
miembros de la generación de los ochenta, reprochan a esta un excesivo
culturalismo, elitismo y hasta apartamiento de la realidad cotidiana. La
generación de los noventa va a buscar una poesía más próxima a la realidad
diaria, incluso sin olvidar los tonos épicos o los problemas sociales como
pueden ser la identidad gallega en la época de la globalización, la condición
sometida de la mujer, la reivindicación del derecho a la diferencia o el contacto
directo con el receptor de la poesía a partir de recitales en lugares de diversión
como pubs o lugares de ocio similares.
Los nuevos poetas de los noventa muestran incluso su oposición a sus
hermanos mayores de los ochenta en la línea señalada anteriormente en actos
o artículos en los que le reprochan ya abiertamente su culturalismo, escapismo
o tendencia a vivir en la torre de marfil, frente a sus deseos de volver la poesía
a lo cotidiano o a convertirla fundamentalmente en comunicación. Así, son de
destacar los discursos o artículos del joven poeta de los noventa Miro Villar,
que ya en la temprana fecha de 1993 publica el expresivo artículo Romper coa
estética dos 80. El I Encontro de Novos Escritores, de 1996, o el I Congreso de
Poesía Galega, también en 1996, celebrado en Compostela pueden
entenderse como fechas de consolidación de esta nueva generación poética.
Por otro lado, estos nuevos poetas pronto se verán difundidos por las
antologías que contribuyen a su canonización y aparecen antologados y
accesibles a un público amplio en antologías como la de Teresa Seara y
Luciano Rodríguez, Para saír do século. Nova proposta poética (1997), o la
reciente de Helena González, A tribo das baleas. Poetas de arestora (2001).
Incluso la prestigiosa y clásica revista Grial dedica un número a estos nuevos
poetas de los noventa, el 140, en 1998.
La nueva generación poética se vio favorecida por premios de poesía
que en esta década apuestan por su poesía como el Espiral Maior, Martín
Codax, etc. No faltan tampoco revistas que acogen su producción como
Animal, Clave Orión, Blas Espín, etc. Las editoriales gallegas clásicas y
consagradas, como Galaxia o Xerais, acogen en sus colecciones de poesía a
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