Historia de la literatura gallega - Innova

años de la contienda. Muchos de ellos coinciden como estudiantes en la
Universidad de Santiago durante los años cincuenta y se dan a conocer en el
concurso literario que la universidad compostelana convoca por estos años, las
Fiestas Minervales. Son conocidos como la generación de los cincuenta, por
haber publicado sus primeras obras en esta década, pero tambien se les
conoco como generación de las Fiestas Minervales, por su participación en
el citado concurso literario, o incluso como Escola da Tebra (Escuela de la
tiniebla), por el profundo tono existencial pesimista de su primera obra. Este
existencialismo pesimista y desesperanzado tiene su antecedente en dos
poemarios publicados a comienzos de los cincuenta, que en cierta medida
ejercieron de modelos en los comienzos de esta generación: Fabulario novo
(1952), de Manuel Cuña Novás, y Muiñeiro de brétemas (1950), de Manuel
María. Son de destacar en el grupo Méndez Ferrín (1957) con Voce na néboa
(1957), Franco Grande (1936) con Entre o si e o non, Bernarndino Graña
(1932) con Poemas dun home que quixo vivi r (1958), Salvador García
Bodaño con Ao pé de cada hora (1967), Uxío Novoneyra (1930-2000) con Os
eidos (1955), Xohana Torres, Alexandre Cribeiro, etc. Muchos de estos
poetas volveremos a tratarlos porque sus contribuciones entre 1976 y 2000
serán fundamentales.
La Nueva Narrativa
Desde mediados de los cincuenta y a lo largo de los años sesenta se
desarrolla el movimiento de renovación conocido como Nova Narrativa. Los
narradores pertenecientes a este grupo nacieron entre 1930 y 1940 y tienen
una formación universitaria. Pretenden renovar la narrativa gallega
introduciendo en ellas las técnicas y temas da la narrativa contemporánea de
Kafka, Faulkner, Joyce, el nouveau roman francés, etc.
Las narraciones se sitúan en espacios urbanos ou incluso fantásticos,
que en muchas ocasiones no pueden identificarse con ningún lugar concreto;
se abandona el narrador omnisciente tradicional sustituido por monólogos
interiores o por un narrador objetivo en tercera persona, que sigue al personaje
como una cámara cinematográfica; se evitan los análisis psicológicos
tradicionales y, de acuerdo con el conductismo, se muestra la psicología del
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