Historia de la literatura gallega - Innova

embargo, algunas asociaciones en defensa de la lengua se quejan del
incumplimiento de este decreto, lo que produce graves perjuicios a la
normalización.
Por otra parte, en esta década se publica el estudio sociolingüístico
auspiciado por la propia Real Academia Galega sobre la situación del gallego
conocido como Mapa sociolingüístico de Galicia. Entre los datos que nos ofrece
este completo estudio sociolingüístico es necesario destacar que Galicia es la
comunidad bilingüe de España que presenta los índices mas al tos de
competencia y uso oral de la lengua autóctona: un 88% de los gallegos se cree
capaz de hablar el gallego; pensemos que en Cataluña, respecto al catalán,
este porcentaje es de un 74%. Habla gallego habitualmente el 56% de la
población, mientras que el índice del catalán es del 50%. Sin embargo, sólo un
56 % usa el gallego en el trabajo, en tanto que en Cataluña usa el catalán un
67 %. Todavía no está superada la diglosia gallego-castellano. Lo que resulta
llamativo, según el citado estudio, es el aumento portentoso, gracias a la
política educativa iniciada en los ochenta, de las personas que son capaces de
leer o escribir en gallego. Mientras que sólo un 7,6 % de los mayores de 65
años dicen saber escribir de forma suficiente el gallego, este porcentaje
asciende al 63,9 % en los gallegos de edad entre los 16 y 25 años, que hasta
confiesan saber escribir bien o muy bien el gallego.
Sin embargo, el gallego todavía sigue siendo una lengua más hablada
en el campo que en la ciudad. En el campo, un 87,2% de la población es
hablante habitual de gallego. Este porcentaje desciende en las villas al 65,4 %
y en las ciudades al 42,7 %.
Por otra parte, los prejuicios diglósicos parece que todavía no están
desterrados entre la generación de los padres. Estudios sociolingüísticos
recientes demuestran que empieza a perderse la transmisión del gallego en el
seno de la familia: sólo un 43 % -algunos lo rebajan ya a un 30%- de los niños
gallegos aprenden hoy el gallego en casa; los padres prefieren comunicarse
con sus hijos en castellano. De ahí la importancia que ha adquirido la escuela
para la conservación del gallego. De este modo en la juventud gallega actual se
está produciendo una paradoja que no dejan de señalar los sociolingüistas:
entre los jóvenes de 16 a 25 años sólo el 46,5 % son gallegohablantes
habituales; este porcentaje asciende al 84,7% en los mayores de 65 años. Sin
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