Historia de la literatura gallega - Innova

Ferreiro (1912-1979). Celso Emilio había sido uno de los directivos de la
colección de poesía Benito Soto al final de los cuarenta y publica en 1955, O
soño sulagado, su primer libro poético, en el que combina los temas intimistas
con los sociales. Sin embargo, la consagración de Celso Emilio se producirá
con Longa noite de pedra (1962), la obra poética más famosa y difundida de la
poesía gallega de posguerra. El tema central del libro pertenece a la poesía
social. El poeta denuncia la falta de libertad y la injustica de los años de la
posguerra, con un extraordinario manejo de la sátira y el humor crítico. Muchos
de sus poemas alcanzarán una extraordinaria difusión desde el momento en
que son musicados y cantados, a partir de 1966, por el grupo de cantautores
gallegos de Voces Ceibes. El título Longa noite de pedra, que es título también
del primer poema del libro, pasará a designar metafóricamente los cuarenta
años de falta de libertades del período 1936-1976. La obra de Celso Emilio
continúa con obras en la que la crítica social se aúna con el humor y la sátira, o
incluso trata de recuperar el espíritu y técnicas de las cantigas de escarnio y
maldicir medievales en sus Cantigas de escarnio e maldicir (1968). Su última
obra, Onde o mundo chámase Celanova (1975), olvida el tono social para
centrarse en el tratamiento del amor, el paisaje o el retorno a la infancia como
paraíso perdido, lo que prueba que Celso fue un poeta total.
La segunda generación poética que se da a conocer por estos años es
la llamda generación de enlace, así llamada porque son el lazo de unión entre
aquellos que vivieron la guerra civil como adultos y los que ya no tuvieron una
experiencia directa de la guera. Ellos viven la guerra como adolescentes.
Nacidos en la década de los años veinte su poesía se caracteriza en sus
comienzos por el tono intimista y un cierto pesimismo vital. Dentro de este
grupo Antonio Tovar (1921) en Arredores (1921) toca temas como la soledad,
la busca angustiada de Dios o la melancolía, sin que falten tampoco poemas
sociales. Luz Pozo Garza (1922) cultiva una poesía intimista, a veces
desarraigada y con influencias del surrealismo en O paxaro na boca (1952);
volveremos a hablar de Luz Pozo, pues será figura fundamental en la
renovación poética de los ochenta.
Por estos años se da a conocer la primera generación ya propiamente
de posguerra, formada por poetas nacidos en la década de los treinta, que
vivieron la guerra como niños de corta edad o incluso nacieron durante los tres
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