Historia de la literatura gallega - Innova

palabras esdrújulas, símbolos y epítetos cultos que lo convierten en un poeta
claramente comparable con los simbolistas y parnasianos de fin de siglo XIX.
Recientemente se publicó su largo poema épico inacabado Os Eoas,
que relata la conquista de América por los españoles.
Con todo, Pondal no sólo es el poeta del celtismo o del aliento heroico.
Muchos de sus poemas muestran una vertiente intimista de huida de las
tensiones del mundo urbano y de fusión con la naturaleza de su Bergantiños
natal, símbolo del paraíso perdido de la infancia o de una mítica e idílica edad
de oro, sin tensiones ni luchas, incluso con un sentimiento panteísta de fusión
con esta naturaleza. Por otra parte, su contribución a la creación de lenguaje
literario gallego es ya un tópico. Lugrís Freire cuenta una anécdota sobre las
últimas palabras que pronunció Pondal en su lecho de muerte, que si no es
verdad, bien lo podría ser. El bardo poco antes de morir afirmó: Décheme unha
lingua de ferro, e déixoche unha lingua de ouro (Me diste una lengua de hierro,
y te dejo una lengua de oro).
Los deseos de Pondal de ser el bardo del pueblo gallego podemos decir
que se vieron satisfechos, pues su poema Os Pinos, musicado por Pascual
Veiga, se convirtió en el himno gallego y como tal fue estrenado en 1907 en el
Gran Teatro de La Habana, ante un auditorio mayoritariamente de emigrantes
gallegos.
Curros Enríquez o el rebelde
Curros Enríquez (1851-1908) es el gran representante de la poesía
social. Su biografía está marcada por la rebeldía desde la propia infancia:
Curros llega desde su Celanova natal (Ourense) a Madrid en los últimos años
del reinado de Isabel II, huyendo de un padre que lo maltrata y cuyo ideario
ultraconservador no soporta. Curros se establece en Madrid por los turbulentos
años de La Gloriosa, protegido por su paisano orensano Modesto Fernández y
González. En este ambiente madrileño de conspiraciones, clubs republicanos y
progresistas se forma Curros, que pasará a la historia como el gran cantor del
progresismo y del republicanismo. No termina la carrera de Derecho, pero se
convierte en escritor y periodista en el Madrid posterior a la Gloriosa. En el año
1874 ingresa como periodista en el prestigioso diario madrileño El Imparcial.
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