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proyectos y exposiciones<br />
[7]. Denario romano. Hispania, o la Bética,<br />
recibe a Pompeyo.<br />
conservación, decorado con la representación<br />
de un trofeo romano, y<br />
diversas lucernas con motivos relacionados<br />
con el ejército, soldados,<br />
jinetes, victorias, coronas de laurel, y<br />
algún otro.<br />
En la vitrina plana se muestran en su<br />
mayor parte objetos de pequeño<br />
tamaño con el fin de que puedan<br />
examinarse con mayor detalle. De<br />
todos ellos los de mayor interés son<br />
los fragmentos de diplomas militares,<br />
pertenecientes a tres ejemplares<br />
distintos, de gran interés por su<br />
rareza, ya que no pasan de media<br />
docena los ejemplares encontrados<br />
en la Península, y su significado.<br />
Como ya hemos dicho y se explica en<br />
uno de otro de los carteles de la Sala.<br />
El ejército romano estaba compuesto<br />
de legionarios que habían de ser<br />
ciudadanos romanos. Pero junto a<br />
ellos luchaba un contingente similar<br />
de indígenas de las diversas<br />
provincias en unidades auxiliares, los<br />
cuales, al licenciarse, tras muchos<br />
años de servicio, solían recibir uno de<br />
estos diplomas, que acreditaba los<br />
servicios prestados y daba derecho a<br />
su poseedor al reconocimiento de la<br />
ciudadanía romana para sí, su mujer<br />
y sus descendientes. En ellos se<br />
indicaban los datos personales del<br />
interesado y los lugares y unidades<br />
en los que había servido, datos que<br />
quedaban avalados por siete testigos,<br />
cuyos nombres figuran al dorso del<br />
documento, los cuales dan fe de que<br />
cuanto se dice es copia del original<br />
que se guarda en Roma 25 .<br />
Muy raros son también los remates<br />
de las correas de los llamados<br />
“mandiles” del uniforme de los legionarios.<br />
Los que se muestran en la<br />
vitrina, cuatro luniformes y uno en<br />
forma de hoja, fueron hallados en la<br />
tumba de un soldado localizada en el<br />
término de Aznalcázar 26 . Otro en<br />
forma de hoja, de mayor tamaño,<br />
pertenece a los fondos del museo.<br />
Son uno de los elementos más característicos<br />
de su equipo personal<br />
durante el s. I d.C., sobre todo en<br />
época flavia.<br />
Junto a ellos se muestra en la vitrina<br />
una punta de dardo de hierro, de<br />
base piramidal, y otra de bronce, de<br />
aletas, muy fuerte, que conserva en<br />
el cubo restos del plomo que fijaba el<br />
asta. Las dos son de base piramidal<br />
triangular. Les acompaña otra curiosa<br />
pieza de bronce, muy rara, cuya<br />
finalidad desconocemos, pero que<br />
por su solidez hemos pensado<br />
pudiera pertenecer a algún ingenio<br />
militar. Consta por la parte frontal de<br />
una protuberancia central cónica,<br />
muy pulida por el uso, a base de<br />
rozamiento, rodeada de tres<br />
apéndices periféricos, afilados, y por<br />
la dorsal de una hembrilla plana,<br />
tosca, sin pulir, para fijarla a otra<br />
pieza. Hemos pensado en la posibilidad<br />
de que hubiera sido utilizada a<br />
modo de broca, para realizar perforaciones,<br />
pero no conocemos ninguna<br />
pieza similar.<br />
El ejército no tuvo solo, sin embargo,<br />
misiones guerreras. Sino también de<br />
paz. Y de ello hemos querido dejar<br />
en la sala debida constancia. A él se<br />
deben también en su mayor parte,<br />
como una más de las actividades que<br />
debían desarrollar dentro de la rígida<br />
disciplina a que los soldados estaban<br />
sometidos, para evitar la ociosidad,<br />
las grandes obras públicas que<br />
necesitaban abundante mano de obra<br />
para su construcción y personal<br />
especializado para su proyección y<br />
levantamiento, vías, puentes, teatros,<br />
anfiteatros, templos, termas,<br />
murallas, acueductos, etc., que con<br />
tanta frecuencia han llegado hasta<br />
nosotros y que tanta admiración nos<br />
causan en general por su buena<br />
factura, su solidez y el equilibrio de<br />
sus proporciones. Y no son raros los<br />
relieves en los que vemos representados<br />
a los legionarios llevando a<br />
cabo trabajos de este tipo, en los que<br />
también se emplearía en caso<br />
necesario personal civil, local, incluso<br />
esclavos, para las funciones<br />
auxiliares, más penosas o que<br />
requerían manos especializadas en<br />
algún aspecto.<br />
La primera misión del ejército al<br />
establecerse en un lugar sería la<br />
construcción del correspondiente<br />
campamento, con sus muros de<br />
defensa, sus puertas, sus torres, su<br />
foso y su empalizada, etc. Muchos de<br />
ellos han llegado hasta nosotros<br />
convertidos en ciudades que integran<br />
no sólo al campamento en sí, sino<br />
toda la serie de establecimientos<br />
civiles que nacían a su sombra para<br />
atender las necesidades personales<br />
de los soldados, incluidas las casas<br />
en que vivían sus concubinas, ya que<br />
a ellos, hasta finales del s. III d.C.,<br />
no les estará permitido casarse hasta<br />
su licenciamiento.<br />
En la pequeña estructura que hemos<br />
montado para mostrar la disposición<br />
de los tejados, a base de tégulas e<br />
ímbrices, hemos acumulado algunos<br />
de los materiales que fueron<br />
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