Nichiren Daishonin - SGI-USA
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persiguiendo a nuestro maestro admirable,<br />
quien, lejos de haber cometido delito alguno,<br />
está tratando de propagar una enseñanza<br />
correcta para salvar al Japón Y los<br />
emisarios mongoles siguen arribando a<br />
nuestras costas, amenazando con un ataque<br />
inminente… ¿Acaso no está sucediendo<br />
exactamente lo que predijo nuestro mentor<br />
¿Acaso no dio en la tecla cuando pronosticó<br />
una rebelión interna en el clan Hojo y, luego,<br />
se produjeron los disturbios de Hojo Tokisuke<br />
3<br />
¿Dónde piensan encontrar otro<br />
maestro budista tan correcto como él Y sin<br />
embargo, ¡no podrían tratarlo peor!».<br />
En tales circunstancias, lo lógico hubiera<br />
sido que el pueblo volviese la mirada hacia<br />
el <strong>Daishonin</strong>. En uno de sus escritos, éste<br />
observa: «Hasta las piedras y los árboles,<br />
hasta las aves y los animales comprenderían<br />
la verdad [de lo que he venido diciendo]<br />
y se maravillarían [de la exactitud de mis<br />
predicciones]». 4<br />
Como sus predicciones<br />
se habían cumplido, lo lógico hubiese sido<br />
que todo el país lo honrara con el título de<br />
«gran maestro». 5 Pero, en realidad, sucedió<br />
lo contrario.<br />
Las autoridades descerrajaron duros<br />
golpes contra los seguidores de <strong>Nichiren</strong><br />
<strong>Daishonin</strong>, que provocaron la deserción de<br />
muchísimos practicantes. Tantos, de hecho,<br />
que según escribe el <strong>Daishonin</strong>, abandonaron<br />
la fe novecientos noventa y nueve de<br />
cada mil. 6 La persecución consistió en la<br />
expulsión para algunos, la confiscación de<br />
tierras para unos y hasta el asesinato para<br />
otros.<br />
Y aunque es triste decirlo, al parecer<br />
algunos de sus creyentes, al ver que su<br />
maestro era objeto de hostigamiento, lo<br />
aceptaron con resignación, pensando: «No<br />
hay nada que podamos hacer…». Tampoco<br />
faltaron los que criticaron al <strong>Daishonin</strong>,<br />
diciendo que él mismo había provocado la<br />
persecución con sus duros ataques a otras<br />
escuelas budistas, en lugar de propagar sus<br />
enseñanzas con un enfoque más conciliador.<br />
¡Qué personas de visión tan corta y necia!<br />
¿Acaso no lo estaban persiguiendo justamente<br />
porque se atrevía a enfrentar la maldad<br />
y los desatinos que causaban al pueblo<br />
tan profundo sufrimiento ¿Acaso no estaba<br />
luchando solo, soportando el peso de todos<br />
los ataques, en bien de sus compatriotas A<br />
aquellos discípulos que se mantuvieron al<br />
margen de la persecución, ¿no tendría que<br />
haberles dado vergüenza estar esquivando<br />
el peso de los hostigamientos, mientras su<br />
mentor los afrontaba a solas por sí mismo<br />
El <strong>Daishonin</strong> escribe: «Si fuesen personas<br />
capaces de raciocinio y de reconocer sus<br />
deberes [morales], por cada dos golpes que<br />
cayeran sobre mí, estarían recibiendo uno<br />
en mi lugar». 7 Los que abandonaron su fe<br />
y se opusieron a <strong>Nichiren</strong> <strong>Daishonin</strong> fueron<br />
discípulos que no lograron captar el espíritu<br />
de su mentor.<br />
El exilio a Sado fue obra<br />
de Ryokan<br />
No obstante, los restantes seguidores<br />
se unieron y perseveraron en la fe<br />
tenazmente. Y a comienzos de 1274,<br />
en la isla de Sado, el <strong>Daishonin</strong> les envió<br />
la carta que antes mencioné, y que hoy se<br />
conoce como El devoto del Sutra del loto<br />
enfrentará persecuciones. 8<br />
El <strong>Daishonin</strong> les pide a sus seguidores,<br />
citando pasajes de los sutras, tratados y<br />
comentarios, que reconozcan que las<br />
calumnias y hostilidades que estaba enfrentando<br />
coincidían perfectamente con lo<br />
marzo– abril ❖ Esperanza – Guía de Estudio – Conceptos Esenciales 2011 67