25.01.2016 Views

La sociedad del espectáculo

XpFTb

XpFTb

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>La</strong> <strong>sociedad</strong> <strong>del</strong> <strong>espectáculo</strong><br />

Guy Debord<br />

97<br />

Esta contradicción que Bernstein, al ser el socialdemócrata más<br />

alejado de la ideología política y el más francamente adherido a la<br />

metodología de la ciencia burguesa, tuvo la honestidad de querer<br />

mostrar –y el movimiento reformista de los obreros ingleses lo<br />

había mostrado también al prescindir de la ideología revolucionaria–<br />

no debía sin embargo ser demostrada de modo terminante<br />

más que por el propio desarrollo histórico. Bernstein, por otra<br />

parte lleno de ilusiones, había negado que una crisis de la producción<br />

capitalista viniera milagrosamente a empujar hacia <strong>del</strong>ante a<br />

los socialistas que no querían heredar la revolución más que por<br />

esta consagración legítima. El momento de profundos trastornos<br />

sociales que surgió con la Primera Guerra Mundial, aunque fue<br />

fértil en toma de conciencia, demostró por dos veces que la jerarquía<br />

socialdemócrata no había educado revolucionariamente a los<br />

obreros alemanes, ni los había convertido en teóricos: la primera<br />

cuando la gran mayoría <strong>del</strong> partido se unió a la guerra imperialista,<br />

la segunda cuando, en el fracaso, aplastó a los revolucionarios<br />

espartaquistas. El exobrero Ebert creía todavía en el pecado, puesto<br />

que confesaba odiar la revolución “como al pecado”. Y este mismo<br />

dirigente se mostró buen precursor de la representación socialista<br />

que debía poco después oponerse como enemigo absoluto al proletariado<br />

de Rusia y de otros países, al formular el programa exacto de<br />

esta nueva alienación: “El socialismo quiere decir trabajar mucho”.<br />

98<br />

Lenin no ha sido, como pensador marxista, sino el kautskista<br />

fiel y consecuente que aplicaba la ideología revolucionaria de este<br />

“marxismo ortodoxo” en las condiciones rusas, condiciones que<br />

no permitían la práctica reformista que la II Internacional llevaba<br />

consigo en contrapartida. <strong>La</strong> dirección exterior <strong>del</strong> proletariado,<br />

actuando por medio de un partido clandestino disciplinado, sometido<br />

a los intelectuales convertidos en “revolucionarios profesionales”,<br />

constituye aquí una profesión que no quiere pactar con<br />

ninguna profesión dirigente de la <strong>sociedad</strong> capitalista (el régimen<br />

80

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!