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Econometria - Damodar N. Gujarati (1)

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Capítulo 11 Heteroscedasticidad: ¿qué pasa si la varianza del error no es constante? 389<br />

11.6 Medidas correctivas<br />

se estima este modelo, se obtiene û i de dicho modelo y luego se calcula<br />

û 2 i α 1 + α 2 (Ŷ i ) 2 + v i (11.5.27)<br />

donde Ŷ i son los valores estimados del modelo (11.5.26). La hipótesis nula es que α 2 = 0. Si no<br />

se rechaza, se puede concluir que no existe heteroscedasticidad. La hipótesis nula se prueba con<br />

las pruebas t o F usuales. (Observe que F 1,k = t 2 k .) Si el modelo (11.5.26) es doble logaritmo,<br />

se lleva a cabo la regresión de los residuos al cuadrado sobre (log Ŷ i ) 2 . Otra ventaja de la prueba<br />

KB es que es aplicable aunque el término de error en el modelo original (11.5.26) no esté normalmente<br />

distribuido. Si aplica la prueba KB al ejemplo 11.1, descubrirá que el coeficiente de la<br />

pendiente en la regresión de los residuos cuadrados obtenida de (11.5.3) sobre el Ŷi 2 estimado a<br />

partir de (11.5.3) no es estadísticamente distinto de cero, por lo que se refuerza la prueba de Park.<br />

Este resultado no debe sorprender, pues en estos momentos sólo se tiene una sola regresora. No<br />

obstante, la prueba KB es aplicable si hay una o muchas regresoras.<br />

Nota sobre las pruebas de heteroscedasticidad<br />

Ya analizamos varias pruebas de heteroscedasticidad en esta sección. Pero, ¿cómo decidir cuál es<br />

la mejor? No es una pregunta fácil, pues estas pruebas se basan en supuestos diversos. Al comparar<br />

las pruebas, es necesario prestar atención al tamaño (o nivel de significancia), potencia (la<br />

probabilidad de rechazar una hipótesis falsa) y sensibilidad a los valores atípicos.<br />

Ya señalamos algunas limitaciones de la prueba de heteroscedasticidad de White, que es popular<br />

y fácil de aplicar. Como resultado de estas limitaciones, tal vez tenga poca potencia en<br />

relación con las opciones. Además, la prueba no sirve para identificar los factores o variables que<br />

causan heteroscedasticidad.<br />

Asimismo, la prueba de Breusch-Pagan-Godfrey es sensible al supuesto de normalidad. En<br />

contraste, la prueba de Koenker-Bassett no se basa en el supuesto de normalidad y, en consecuencia,<br />

puede ser más potente. 31 En la prueba de Goldfeld-Quandt, si se omiten muchas observaciones,<br />

puede disminuir la potencia de la prueba.<br />

Está fuera del ámbito de este texto proporcionar un análisis comparativo de las diferentes<br />

pruebas de heteroscedasticidad. Sin embargo, el lector interesado puede consultar el artículo de<br />

John Lyon y Chin-Ling Tsai para darse una idea de los puntos fuertes y débiles de las diversas<br />

pruebas de heteroscedasticidad. 32<br />

Como vimos, la heteroscedasticidad no destruye las propiedades de insesgamiento y consistencia<br />

de los estimadores de MCO; sin embargo, éstos ya no son eficientes, ni siquiera asintóticamente<br />

(es decir, en muestras grandes). Esta falta de eficiencia resta credibilidad a los procedimientos<br />

habituales de pruebas de hipótesis. Por consiguiente, es necesario introducir medidas correctivas.<br />

Existen dos enfoques para remediar el problema de heteroscedasticidad: cuando se conoce σi 2 y<br />

cuando no se conoce σi 2.<br />

Cuando se conoce σ 2 i<br />

: método de los mínimos cuadrados<br />

ponderados<br />

Como vimos en la sección 11.3, si se conoce σi 2 , el método más directo de corregir la heteroscedasticidad<br />

es con los mínimos cuadrados ponderados, pues los estimadores obtenidos mediante<br />

este método son MELI.<br />

31<br />

Para detalles, véase William H. Green, Econometric Analysis, 6a. ed., Pearson/Prentice-Hall, Nueva Jersey,<br />

2008, pp. 165-167.<br />

32<br />

Véase su artículo “A Comparison of Tests of Heteroscedasticity”, The Statistician, vol. 45, núm. 3, 1996,<br />

pp. 337-349.

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