14.03.2020 Views

La Hija de Homero - Robert Graves

Esta original e inspirada novela de Robert Graves —uno de los máximos conocedores de la antigüedad griega— narra la historia de una notable princesa siciliana, Nausícaa que vivió setecientos cincuenta años antes de Cristo, salvó el trono de su padre de las ambiciones de los usurpadores y a sus dos hermanos de una muerte violenta, librándose ella misma de un desagradable matrimonio gracias a la inesperada ayuda de un noble cretense que había naufragado en las costas do Sicilia. Esta historia, en la que el lector reconocerá una variante de un episodio de la Odisea, fue escrita por Robert Graves en 1955, cuando estudiando los mitos griegos creyó reconocer la validez de una curiosa hipótesis enunciada en 1896 por Samuel Butlor, y que atribuía el poema a la inspiración de una joven princesa siciliana (la que se habría retratado a sí misma en el personaje de Nausícaa). La Odisea que hoy conocemos no sería en verdad sino la versión femenina de un poema homérico anterior, protagonizado por una Penélope adúltera que cedio a los reclamos de todos sus pretendientes. Graves cree que esta hipótesis es irrefutable (ya Apolodoro había citado una tradición según la cual el verdadero escenario del poema sería la isla de Sicilia) y ha recreado en estas páginas fascinantes las circunstancias que impulsaron a Nausícaa a escribir la Odisea, sugiriendo además de qué modo, como hija honoraria de Homero, logró que el poema fuese incluido en el canon oficial.

Esta original e inspirada novela de Robert Graves —uno de los máximos
conocedores de la antigüedad griega— narra la historia de una notable
princesa siciliana, Nausícaa que vivió setecientos cincuenta años antes de
Cristo, salvó el trono de su padre de las ambiciones de los usurpadores y a
sus dos hermanos de una muerte violenta, librándose ella misma de un
desagradable matrimonio gracias a la inesperada ayuda de un noble
cretense que había naufragado en las costas do Sicilia. Esta historia, en la
que el lector reconocerá una variante de un episodio de la Odisea, fue
escrita por Robert Graves en 1955, cuando estudiando los mitos griegos
creyó reconocer la validez de una curiosa hipótesis enunciada en 1896 por
Samuel Butlor, y que atribuía el poema a la inspiración de una joven
princesa siciliana (la que se habría retratado a sí misma en el personaje de
Nausícaa). La Odisea que hoy conocemos no sería en verdad sino la versión
femenina de un poema homérico anterior, protagonizado por una Penélope
adúltera que cedio a los reclamos de todos sus pretendientes. Graves cree
que esta hipótesis es irrefutable (ya Apolodoro había citado una tradición
según la cual el verdadero escenario del poema sería la isla de Sicilia) y ha
recreado en estas páginas fascinantes las circunstancias que impulsaron a
Nausícaa a escribir la Odisea, sugiriendo además de qué modo, como hija
honoraria de Homero, logró que el poema fuese incluido en el canon oficial.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ganar tiempo, no para encontrarme un esposo digno de tu estima; El propio Etón

así lo entiende. Concedido: la vieja marrana blanca ha dicho algunas cosas muy

halagüeñas acerca de él.

—En compensación, Etón dijo algunas cosas muy halagüeñas de ti.

—Está preparándose para desempeñar su papel. Y supongo que y o debo

fingir cierta ternura recíproca.

—¿Es que te desagrada?

—¡En nombre de los dioses, que no sospeche él nada por el estilo! Aunque

quizás, incluso si lo barbotaras, él no te creería. Un hombre como Etón da por

supuesto que todas las mujeres deben enamorarse de él, aun cuando apeste a

cerdo y tenga pajillas en el cabello revuelto.

—Me gustaría verlo adecuadamente vestido y armado. Debe de tener un

magnífico aspecto.

—Esperemos que muy pronto se le dé la oportunidad de exhibirse con todas

las galas que tenemos a nuestra disposición.

—¿Te parece que Eumeo y su hijo son de fiar?

—Hasta la muerte. Cuando nos enteremos por nuestro tío de la respuesta que

han dado los pretendientes, se lo contaré casi todo a Eumeo. Por supuesto, le

intriga nuestra reunión aquí, lo mismo que todas estas idas y venidas.

—¿Qué posibilidades hay de que los pretendientes acepten a Etón como tu

futuro esposo?

—Algunos volverán a sus hogares, no me cabe duda; pero la mayoría de ellos

se quedarán: Eurímaco, Antínoo y Ctesipo y sus compinches están demasiado

comprometidos como para retroceder. Y el problema inmediato que tienes ante

ti, mi queridísimo Clitóneo, no es fácil: la forma de matar a Eurímaco sin

complicarte en una riña en condiciones abrumadoramente desfavorables.

—¿Por qué a Eurímaco en especial? ¿Por qué no a ese bribón de Ctesipo,

cuy as mentiras enviaron al destierro a tu hermano Halio?

—¡Porque Eurímaco asesinó a Laodamante! Cuando le conté lo de la

camiseta remendada, apenas pude contener a Clitóneo, quien quería correr en el

acto a tomar venganza. Me lo llevé en una caminata pacífica hasta los robles y la

fuente de Aretusa, y lo insté a disimular su ira, no fuese que Etón crey era que y o

había dicho algo hiriente. Clitóneo tuvo la amabilidad de hacerme caso, y muy

pronto bailábamos a los sones de la lira, pues Etón había aprendido de su madre

cautiva nuestros aires nacionales, aunque no los pasos de danza. Luego Clitóneo y

él arrojaron jabalinas a un blanco, y después capturamos tres escarabajos de

lomo verde y los hicimos competir en carreras. Mariposas color azufre y rojas

revoloteaban en torno; los lagartos se soleaban en las rocas calientes, y el día

estaba tan hermoso y claro, que se podía ver perfectamente la isla de Calipso,

muy, muy hacia el sur. Pasamos una mañana muy dichosa, y los perros,

apostados en torno del robledal, con los oídos aguzados por si aparecía algún

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!