14.03.2020 Views

La Hija de Homero - Robert Graves

Esta original e inspirada novela de Robert Graves —uno de los máximos conocedores de la antigüedad griega— narra la historia de una notable princesa siciliana, Nausícaa que vivió setecientos cincuenta años antes de Cristo, salvó el trono de su padre de las ambiciones de los usurpadores y a sus dos hermanos de una muerte violenta, librándose ella misma de un desagradable matrimonio gracias a la inesperada ayuda de un noble cretense que había naufragado en las costas do Sicilia. Esta historia, en la que el lector reconocerá una variante de un episodio de la Odisea, fue escrita por Robert Graves en 1955, cuando estudiando los mitos griegos creyó reconocer la validez de una curiosa hipótesis enunciada en 1896 por Samuel Butlor, y que atribuía el poema a la inspiración de una joven princesa siciliana (la que se habría retratado a sí misma en el personaje de Nausícaa). La Odisea que hoy conocemos no sería en verdad sino la versión femenina de un poema homérico anterior, protagonizado por una Penélope adúltera que cedio a los reclamos de todos sus pretendientes. Graves cree que esta hipótesis es irrefutable (ya Apolodoro había citado una tradición según la cual el verdadero escenario del poema sería la isla de Sicilia) y ha recreado en estas páginas fascinantes las circunstancias que impulsaron a Nausícaa a escribir la Odisea, sugiriendo además de qué modo, como hija honoraria de Homero, logró que el poema fuese incluido en el canon oficial.

Esta original e inspirada novela de Robert Graves —uno de los máximos
conocedores de la antigüedad griega— narra la historia de una notable
princesa siciliana, Nausícaa que vivió setecientos cincuenta años antes de
Cristo, salvó el trono de su padre de las ambiciones de los usurpadores y a
sus dos hermanos de una muerte violenta, librándose ella misma de un
desagradable matrimonio gracias a la inesperada ayuda de un noble
cretense que había naufragado en las costas do Sicilia. Esta historia, en la
que el lector reconocerá una variante de un episodio de la Odisea, fue
escrita por Robert Graves en 1955, cuando estudiando los mitos griegos
creyó reconocer la validez de una curiosa hipótesis enunciada en 1896 por
Samuel Butlor, y que atribuía el poema a la inspiración de una joven
princesa siciliana (la que se habría retratado a sí misma en el personaje de
Nausícaa). La Odisea que hoy conocemos no sería en verdad sino la versión
femenina de un poema homérico anterior, protagonizado por una Penélope
adúltera que cedio a los reclamos de todos sus pretendientes. Graves cree
que esta hipótesis es irrefutable (ya Apolodoro había citado una tradición
según la cual el verdadero escenario del poema sería la isla de Sicilia) y ha
recreado en estas páginas fascinantes las circunstancias que impulsaron a
Nausícaa a escribir la Odisea, sugiriendo además de qué modo, como hija
honoraria de Homero, logró que el poema fuese incluido en el canon oficial.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—No debes sobornarme, señora… Ah, sí, gracias. Ya he visto todo lo que

necesitaba. ¡Ven, divina Atenea!

—Heme aquí —respondió ésta, avanzando con decisión; pero como no era

menos modesta que virginal, ocultó su cuerpo, tanto como pudo, detrás de su

escudo—. Escucha, Paris —dijo—; si tienes la prudencia suficiente como para

otorgarme el premio, te haré victorioso en todas tus batallas, aparte de convertirte

en el hombre más sabio del mundo.

—Soy un humilde pastor, no un soldado —replicó Paris, un tanto disgustado

por la interposición del escudo—. Y sabes muy bien que la paz reina en Lidia y

Frigia, y que nadie se atreve a desafiar la soberanía del rey Príamo. Pero te

prometo considerar con equidad tus derechos a la manzana. Y ahora puedes

volver a ponerte las ropas y el casco. ¿Afrodita está preparada?

Afrodita se aproximó a Paris, quien se ruborizó porque ella se había acercado

tanto que casi se tocaban. Olía a nardos y rosas.

—Mira con cuidado, por favor, no omitas nada… De paso: en cuanto te vi le

dije a Hermes: « ¡Palabra, ése es el hombre más hermoso de Frigia! ¿Por qué

pierde su tiempo aquí, en estas tierras salvajes, apacentando estúpidos rebaños?» .

Y bien, ¿por qué, Paris? ¿Por qué no te trasladas a una ciudad y haces una vida

civilizada? ¿Qué puedes perder si te casas con alguien como Helena de Esparta,

que es tan bella como y o y no menos apasionada? Estoy convencida de que, una

vez os hay áis conocido, ella abandonará su hogar, su familia, todo, para

convertirse en tu amante. ¿No has oído hablar de Helena?

—Hasta ahora, jamás, señora. Te quedaría muy agradecido si me la

describieses.

—Helena es rubia y de tez delicada, y a que ha sido empollada de un huevo

de cisne. Puede jactarse de tener a Zeus por padre, adora la caza y la lucha,

provocó una guerra cuando aún era niña… y cuando llegó a su may oría de edad

todos los príncipes de Grecia fueron sus pretendientes. En la actualidad es esposa

de Menelao, hermano del gran rey Agamenón, pero eso no importa; si la quieres,

es tuy a.

—¿Cómo es posible, si está casada?

—¡Cielos! ¡Cuán inocente eres! ¿Nunca supiste que mi divina obligación es

arreglar asuntos de esa clase? Te sugiero que hagas una gira por Grecia,

llevándote a mi hijo Eros como guía. Cuando llegues a Esparta, él obligará a

Helena a caer enamorada de ti.

—¿Lo juras? —preguntó Paris, excitado.

Afrodita juró solemnemente por el río Estigia, y Paris, sin pensarlo más, le

otorgó la manzana de oro.

Con esa decisión se hizo acreedor del inextinguible resentimiento de Hera y

Atenea, quienes se alejaron del brazo para tramar la destrucción de Troy a, en

tanto que Afrodita, con una sonrisa de picardía en su rostro sin par, se preguntaba

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!