sensibilización frente a antígenos de parásitos responsables de ...
sensibilización frente a antígenos de parásitos responsables de ...
sensibilización frente a antígenos de parásitos responsables de ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
20 Revisión bibliográfica<br />
Pawlowski (2001) propuso un nuevo esquema <strong>de</strong> clasificación <strong>de</strong> las formas clínicas <strong>de</strong><br />
toxocariosis humana, en la que diferencia la sistémica (larva migrans), compartimentalizada<br />
(ocular y neurológica), encubierta y asintomática. Para este autor, las manifestaciones clínicas<br />
en el hombre <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> larvas y <strong>de</strong> su ubicación anatómica.<br />
Numerosas citas asocian hipereosinofilia con infecciones parasitarias como la<br />
toxocariosis (Cancrini et al., 1998; Kincekova et al., 1999; Ajayi et al., 2000; Demirci et al., 2002;<br />
Goffette et al., 2000). La eosinofilia en sangre periférica es proporcional a la eosinofilia hística,<br />
que se entien<strong>de</strong> como la reacción local a las larvas <strong>de</strong> Toxocara o a sus <strong>antígenos</strong> en los tejidos.<br />
Los eosinófilos son el componente más abundante en el infiltrado celular o granuloma, y el<br />
papel que juegan en la eliminación <strong>de</strong> las larvas <strong>de</strong> Toxocara es menos conocido que en otras<br />
parasitosis, probablemente <strong>de</strong>bido al prolongado periodo <strong>de</strong> migración y también al <strong>de</strong>sarrollo<br />
<strong>de</strong> mecanismos <strong>de</strong> evasión específicos (Kayes, 1997).<br />
Acha y Szyfres (2003) indican que en todos los casos <strong>de</strong> toxocariosis humana se <strong>de</strong>tecta<br />
hipereosinofilia persistente, pudiendo llegar el porcentaje <strong>de</strong> eosinófilos a superar el 50% <strong>de</strong>l<br />
recuento total <strong>de</strong> leucocitos. A similar conclusión llegan Giacometti et al. (2000), señalando que<br />
existe relación entre la eosinofilia y la seroprevalencia <strong>de</strong> la toxocariosis humana, pero estos<br />
autores puntualizan que con frecuencia, los cuadros <strong>de</strong> eosinofilia elevada se presentan también<br />
con alta leucocitosis y existen muchas causas que elevan el recuento <strong>de</strong> leucocitos totales, por<br />
lo que éste parámetro aislado no es un buen marcador para la toxocariosis clínica.<br />
Rugiero et al. (1995) comprobaron un caso <strong>de</strong> toxocariosis en el cual la eosinofilia se<br />
mantuvo durante 20 años, lo que sugiere también la persistencia prolongada <strong>de</strong> las larvas.<br />
Demirci et al. (2002) comprobaron que la seropositividad <strong>frente</strong> a T. canis y F. hepatica era más<br />
alta en pacientes con eosinofilia.<br />
Algunas investigaciones han establecido que la toxocariosis humana cursa con otros<br />
signos clínicos como cefalea, disnea, dolor abdominal, erupciones cutáneas y manifestaciones<br />
oculares (Roldán et al., 2010), y también hepatomegalia y alteraciones nerviosas (Espinoza et<br />
al., 2010).<br />
2.2.2. Ascáridos y ascariosis visceral humana<br />
El agente etiológico <strong>de</strong> la ascariosis humana es Ascaris lumbricoi<strong>de</strong>s y el <strong>de</strong> los suidos A.<br />
suum. Ambas especies pue<strong>de</strong>n infectar <strong>de</strong> modo ocasional al hospedador heterólogo y llegar a<br />
cierto grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo.