Almacigo
Compilado de poemas inéditos de Gabriela Mistral editado por la Corporación Patrimonio Cultural de Chile
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214 Almácigo Po e m a s In é d i t o s d e Ga b r i e l a Mi s t ra l Religiosas 215
La Es t r e l l a III
La sa b u e s a Mu e r t e
En la noche de maravillas,
la Estrella del alumbramiento
está en Belén de Judea,
también en el Valle de Elqui
por los roquedales rueda
y rasa por los potreros.
Así entera y derretida,
color hielo, siendo fuego,
en niño de un solo día,
alegra y aniña el cielo.
Con cincuenta dardos
al dormido punza el sueño.
Se suelta, cae, se parte
y rota camina ardiendo,
brasa en un salto rodada
de su Llama y su Brasero.
Entra a cuevas de ladrones,
a barcos filibusteros,
donde el castor y el oso,
y el zorro, y el hormiguero,
y el mineral y el minero,
husmeando y encontrando,
por alzar y por tocar
al feo, al pesado, al yerto.
Fue en Belén de los Judíos,
ahora es donde el samoyedo,
en carpa grasienta de árabe
o en jacales tabasqueños,
en la Patagonia blanca
ataranta a los carneros.
Diz que está en el cielo y corre
en rueda radios abiertos.
Las ascuas que va soltando,
nos tocan y dan al pecho,
pájaro atrapado, fruta
que nos tira sin vareo,
y la arrebata y aprieta
el puño del alma ardiendo.
Un lucero vuelto rueda
es lo que vamos siguiendo
en niños despabilados
del alboroto y el fuego.
A donde quiera que lleve,
llevará bien, que es lucero,
a las aldeas entramos
y salimos de los puertos,
en hebra, sartal y río,
sin entender pero yendo,
y si la rueda nos toma
a las casas no volvemos.
Quema el sueño, troncha cuerpo
y esto feliz será un vuelo.
La que salta a las rodillas,
la sabuesa Muerte,
y roba al niño del regazo,
caiga quebrada del rayo,
caiga inmensamente
como la res en pavesas.
Se muera la Muerte.
Ande en vano, pene en vano
y no se lo encuentre.
Y si lo encuentra, Dios mío,
herida se quede.