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literatura hilena - Memoria Chilena

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decir que es una de las buenas que produjo. Por 10 menos se<br />

puede argüir acerca de ella que es una comedia musical Entre 1960 y 1964, Heiremans estrenó “Buenaventura”(l962),<br />

y preferible a causa de eso a 10s engendros<br />

un grupo de piezas en un acto que más le deben a su pasado<br />

broadwayanos que ya para esas fechas habh empezado a que a su futuro, y una trilogiá de obras extensas, compuesta<br />

asolar las salas del teatro chileno.<br />

,,Moscas sobre el mármol” y “El palomar a oscuras”son las<br />

piezas más ambiciosas de la primera época de Heiremans y<br />

por “Versos de ciego” (1 961 ), “El abanderado” (1 962) y<br />

“El tony chico” (1964). Esta segunda trilogiá es la cúspide<br />

de su trabajo de dramaturgo y su unidad se debe menos a la<br />

la una a la otra que al leer la segunda a uno<br />

están tan ligadas<br />

la curiosa sensación de estar releyendo la primera.<br />

,o<br />

No es que 10s argumentos se repitan, aunque no falten entre<br />

puntos de contacto, sino que el cuadro de<br />

mantención de un mismo asunto a través de las tres piezas<br />

(en rigor, los asuntos,vari‘an de una a otra, aunque haya ciertos<br />

pormenores que persisten) que a las innovaciones tiiosóficas<br />

y técnicas que en ellas se advierten. Más aún, no sólo se<br />

humanas que el dramaturgo se ha propuesto tratar identifica Heiremans en estas obras con una concepción<br />

piezas posee la misma estructura esencial. En ambas<br />

en<br />

encontramos a un personaje clave debatiéndose entre lealtades<br />

cristiana del mundo, sino que muy conscientemente intenta<br />

crear para ella el vehi’culo teatral apropiado.<br />

contrapuestas: una lealtad familiar interna, en un caso del Nuevas influencias se hacen notar en su trabajo a rai’z de este<br />

protagonista con su madre y en el otro del protagonista con cambio de rumbo. La de los dramaturgos católicos europeos,<br />

un hermano enfermo, y una lealtad amorosa externa, del<br />

desde luego; Claudel, Marcel, Ghéon, Bernanos. Pero no<br />

protagonista con un ser venido desde “el mundo de afuera”.<br />

sólo eso. También Heiremans se interesa por esos años en la<br />

Todo intento de lograr un equilibrio entre dichas fuerzas está tradición folklórica nacional con una dedicación y un respeto<br />

condenado al fracaso, ya que estos personajes son por completo que nadie hubiera podido imaginarle unos pocos años antes.<br />

incapaces de trazar una li‘nea divisoria entre el querer y el Puesto que esta Última llego a ser una actitud compartida<br />

poseer. O sea que el afecto familiar, el de la madre en<br />

“Moscas sobre el mármol” y el del hermano en “El palomar a<br />

oscuras”, es una barrera que aisla al sujeto de las robustas<br />

vicisitudes de la vida social. Si esta no logra establecer una<br />

relación armónica con “los demás”, es porque “los suyos”<br />

se lo impiden.<br />

por numerosos intelectuales chilenos de la época, conviene<br />

decir que para la mayoriá el folklore no fue Únicamente un<br />

repertorio de asuntos “ready-made” sino un legado de<br />

intuiciones poderosas acerca de la historia y el destino<br />

humanos; algo asi’como un gran registro mi’tico en el que la<br />

sabiduriá del pueblo va anotando su experiencia milenaria<br />

Dije antes que durante los cuatro Últimos años de su vida la del ser. Cuánto habi’a en esto de desviación del influjo<br />

actividad dramática de Heiremans tendió a renovarse de una popular en la historia y cuanto de convicción sincera creo que<br />

manera ostensible. Podriá añadir a eso que si Heiremans nunca lo sabremos. El hecho es que en los años sesenta el<br />

merece un lugar señero en la historia de la dramaturgia de folklorismo fue la llave maestra que les permitió a Heiremans<br />

Hispanoamérica, ello se debe no a sus obras de los años y a otros redescubrir la realidad de su pars. Después de la<br />

cincuenta, sino a las que logró completar entre 1960 y 1964. estrategia evasiva que patrocinara la generación del 50, desde<br />

Conviene, sin embargo, antes de ocuparnos de ellas, introducir 1960 en adelante la urgencia de lo propio volviá a imponerse.<br />

algunas precisiones que acaso faciliten la tarea del lector. Con todo, seriá injusto decir que Heiremans cambió sólo<br />

En primer lugar, la voluntad colectiva c<strong>hilena</strong> de comienzos de cuando cambió el mundo en torno suyo. La verdad es que<br />

10s años sesenta se ha pronunciado mayoritariamente por los una alternativa al subjetivismo existiá ya embrionariamente<br />

cambios; cambios económicos, sociales, poli’ticos, culturales. en dos borradores dramáticos que escribió hacia fines de los<br />

Asi’como no es posible ser entonces Presidente de la República años cincuenta y de cuya fundición y reelaboración surgió<br />

de Chile sin un programa de transformaciones sociales y después “Versos de ciego”. Me refiero a “Los güenos versos”<br />

PoliZicas profundas, tampoco se puede ser escritor significativo y a “Sigue la estrella”, uno de 1957 y el otro de 1958. En<br />

sin una perspectiva estética avanzada. Como es de suponer, estos borradores pueden detectarse elementos que<br />

las propuestas de renovación no escasean. Entre ellas, una reaparecerán en sus obras tardiás y para ese entonces con las<br />

que intenta amalgamar el comunitarismo de la iglesia primitiva caracterijticas de una poética teatral, Estoy pensando en la<br />

con las modernas aspiraciones de justicia social, que presta confluencia entre los relatos del Nuevo Testamento y los de<br />

Oi’do a las tesis de Jacques Maritain y Pierre Teilhard de la tradición folklórica nacional, en la estructura de la<br />

Chardin, tanto como a la prédica progresista del Papa Juan búsqueda y/o la peregrinación como el eje conductor de la<br />

XXIII, Y que en la poli‘tica criolla se expresa a través del historia, en la estrategia narrativa de rai‘z brechtiana y en la<br />

Partido Demócrata Cristiano, logra entre la ciudadaniá un (algo voluntariosa) popularización del lenguaje y los<br />

creciente respaldo. No es la única opciónrenovadora, sin duda,, personajes. Heiremans abriá asi’, en aquellos bosquejos de<br />

pero es, ahi‘y entonces, la que satisface a un mayor número fines de los años cincuenta, el camino que habi’a de llevarle<br />

de Personas y cuya implementación parece más factible. hacia lo mejor de su teatro.<br />

Cristianismo y justicia social, y a ratos incluso, entre 10s más Básicamente, “Sigue la estrella”, la primera de las dos obritas<br />

arriesgados, cristianismo y socialismo.<br />

del 58, era un “auto” de Navidad, según la conocida fórmula<br />

medieval. “Los güenos versos”, por su parte, se halla más<br />

cerca de lo que en el teatro francés de la Edad Media se<br />

conociá con el nombre de “moralités”, piezas religiosas pero<br />

no biblicas sino éticas, hechas para representar los vicios y<br />

virtudes de los que somos capaces los hijos de Dios. “Versos<br />

de ciego”, por último, que como deciámos integra en un solo<br />

relato a las dos piezas anteriores, si bien preserva la forma<br />

del auto navideño, hace que la peregrinación de los personajes<br />

que siguen la estrella de Belén salga desde una plaza de pueblo,<br />

muy claramente un si’mbolo del mundo. El Ciego,<br />

narrador brechtiano que Heiremans ha incorporado en la<br />

obra, lo señala:<br />

Sabemos que Heiremans era un cristiano devoto. Era, además,<br />

un<br />

que estaba desde haci’a tiempo tratando de<br />

encontrarle una solución satisfactoria al problema de las<br />

entre lo público y lo privado. Sin perder de vista<br />

este dato, uno puede volver sobre sus ti’tulos de la década del<br />

“LOS demás”, “La eterna trampa”, “La jaula en<br />

el árbol”..., menciones directas a metáforas oblicuas que<br />

aluden a un encierro y/o aislamiento de los que el<br />

dramaturgo siente cada vez con mayor fuerza la necesidad de<br />

deshacerse. Lo que decíamos más arriba acerca de “Moscas<br />

’Obre el mármol” y “El palomar a oscuras”, adquiere, creo,<br />

al ponérselo dentro de este marco de referencia, la plenitud<br />

de SU Significado.<br />

Cuentan asi’por contarlo 25

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