literatura hilena - Memoria Chilena
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R<br />
ANGEL<br />
Bélgica Castro en “Las hermanas de Bufalo Bill”,<br />
de Man uel Marti’nez Mediero. Teatro del Angel,<br />
San Jos é, Costa Rica.<br />
A comienzos de la década de los setenta se crea en Santiago<br />
de Chile una compañía que resulta modélica por organización,<br />
rigor arti’stico, repertorio y profesionalidad. En torno al<br />
polifacético Alejandro Sieveking (dramaturgo, director y<br />
actor) y a la excelente actriz Bélgica Castro se forma un<br />
equipo muy conjuntado, una comunidad casi. Destacada<br />
participación en la creación de esta compañía tuvo también<br />
la actriz Ana González (Premio Nacional de Teatro).<br />
El 7 de mayo de 1971 se inaugura la sala “Teatro del Angel”<br />
con el estreno de “La mantis religiosa” de Alejandro<br />
Sieveking. A partir de ese momento, el trabajo de la<br />
compañi’a es continuo, consiguiendo la adhesión del público<br />
Y la crítica.<br />
La ruptura del sistema democrático por el golpe militar<br />
traumatiza al pai’s e interrumpe los planes de trabajo de la<br />
compañi‘a. Los miembros de este colectivo deciden exiliarse.<br />
Ana Gonzáiez y LUZ María Sotomayor compran en ese<br />
momento la parte de los socios que han decidido abandonar<br />
Chile. Deciden, sin embargo, que la sala seguirá llamándose<br />
“Teatro del Angel” y la compañía en el exilio podrá<br />
continuar usando este nombre.<br />
Con la incertidumbre del exilio, se inicia asi’una gira de<br />
cinco meses por varios paijes latinoamericanos llevando en<br />
‘epertorio tres obras: “La Celestina en cámara” (versión<br />
libre del clásico español), “Ja-jaque mate” (obra musical de<br />
café-teatro) y “Cama de batalla” (obra en dos actos de<br />
Alejandro Sieveking).<br />
En ese momento la compañía se plantea la necesidad de<br />
establecerse en un pai’s y conseguir una sala estable.<br />
de analizar todos los pai’ses recorridos (y otros por<br />
recorrer), llegan a la conclusión de que Costa Rica reune<br />
algunas de las características poli’ticas y culturales que se<br />
acercan más a la idiosincracia y las tradiciones c<strong>hilena</strong>s<br />
(ausencia de ejército, apoyo gubernamental, nivel cultural de<br />
la clase media, etc.). Se establecen, pues, en San José y<br />
después de trabajar un año en salas arrendadas, a fines de<br />
1975, se inaugura por fin el “Teatro del Angel de Costa<br />
Rica”.<br />
La compañía mantiene los mismos principios artísticos que<br />
en Chile: la búsqueda de un repertorio del teatro latino-<br />
americano e internacional cuya única exigencia sea la calidad.<br />
Durante su permanencia en Costa Rica, el “Teatro del Angel”<br />
estrena 26 obras teatrales: 5 latinoamericanas, 6 españolas,<br />
4 francesas, 3 norteamericanas, 2 inglesas y 6 de Alejandro<br />
Sieveking. Por su interés para el estudio del teatro chileno,<br />
vale la pena detallar los ti‘tulos de la producción de<br />
Sieveking estrenada en San José de Costa Rica durante este<br />
pe r íod o : La remolienda<br />
Animas de dia claro<br />
Cama de batalla<br />
Pequeños animales abatidos<br />
La mantis religiosa .<br />
La virgen del puño cerrado.<br />
El rigor en el trabajo y la profesionalidad de la compañía les<br />
valió el apoyo inmediato del público y la crítica, consiguiendo<br />
premios nacionales de teatro en las categorías de “mejor<br />
actor”, “mejor actriz”, “mejor escenografi’a”, “mejor director’:<br />
“mejor actor de reparto” y “mejor compañi’a”. Finalmente,<br />
el Ministerio de Cultura acordó otorgarles una subvención<br />
anual.<br />
Desde su establecimiento en Costa Rica, el “Teatro del<br />
Angel” intentó colaborar en el frente cultural del país,<br />
ampliando los repertorios, creando debates, participando<br />
como profesores invitados en la Escuela de Teatro de la<br />
Universidad de Costa Rica y en la Universidad Nacional de<br />
Heredia. Al mismo tiempo, colaboraron en calidad de<br />
actores, d ¡rectores, escenógrafos y diseñadores de vestuario<br />
en otros conjuntos como el Teatro Nacional, el Teatro<br />
Universitario, el Teatro “Tiempo” y el Ballet Nacional.<br />
Tal vez la mayor influencia que ejerció en el medio cultural<br />
costarricense el “Teatro del Angel” fue el ejemplo de una<br />
profesionalidad rigurosa y continuada. El teatro se cerraba<br />
solamente un día a la semana, cosa insólita e, indudable.<br />
mente, heroica en una ciudad de 700.000 habitantes. Los<br />
montajes de la compañiá permitieron al público ponerse en<br />
contacto con un repertorio internacional de calidad y formar<br />
nuevos actores y directores del paií. Antes de la llegada a<br />
Costa Rica del “Teatro del Angel”, los grupos teatrales<br />
tenían un carácter dilettante, más basado en modas y<br />
subjetivismos que en un sentido profesional.<br />
Es necesario aclarar que en esta labor tan amplia y fecunda,<br />
el “Teatro del Angel” no estuvo nunca solo. Tuvieron el<br />
apoyo de numerosos actores chilenos exiliados que se<br />
establecieron en Costa Rica a fines de 1973. Estos actores<br />
no participaban siempre en montajes del “Teatro del Angel”,<br />
pero constituían también lo que puede denominarse como<br />
el “frente cultural chileno” en Costa Rica, verdadero<br />
fermento creativo en la década de los setenta. Muchos de<br />
ellos trabajan o trabajaron como actores y directores del<br />
Teatro Nacional y del Teatro Universitario.<br />
Aparte del repertorio que hemos detallado, el “Teatro del<br />
Angel” montó dos obras infantiles y cuatro espectáculos<br />
para café-teatro, sin contar las conferencias, clases, semina-<br />
rios y publicaciones en las que intervino.<br />
En noviembre de 1984 Bélgica Castro y Alejandro Sieveking<br />
regresan a Chile definitivamente. Su extraordinaria y<br />
fructi’fera labor en Costa Rica había terminado. O<br />
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