literatura hilena - Memoria Chilena
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0 EDUARDO GUERRERO<br />
Al no tener público, el trabajo del exiliado corre el peligro de<br />
La gente de teatro c<strong>hilena</strong> que se exilió a partir de 1973 sintió volverse académico, prueba de laboratorio ombliguista. Esta es<br />
la necesidad, durante una piimera etapa, de dar testimonio<br />
urgente de lo vivido en su país: injusticia, violencia, etc. En<br />
algunos casos, consiguieron concretar esa compulsión en<br />
proyectos que adolecían de precipitación y que se proponían<br />
solamente trasmitir información. Los difíciles condicionamientos<br />
materiales determinaron muchas veces que los<br />
montajes fueran pobres. Se tenía la sensación frente a ellos<br />
que se pedía disculpas constantemente y que había que<br />
dárselas por solidaridad política. Montajes/testimonios para<br />
audiencias coincidentes en las ideas políticas. Todos hemos<br />
abusado inconscientemente de esta distorsión, confundiendo<br />
lamentablemente una obra dramática con un informe<br />
periodístico o una convocatoria de solidaridad.<br />
Al cabo de unos años, habiéndose agotadas las vivencias más<br />
compulsivas de los exiliados y habiendo disminuído progresivamente<br />
el interés de la opinión mundial sobre Chile, el<br />
trabajo teatral de los exiliados se vuelca hacia el testimonio<br />
de su propio aislamiento. Surjen obras que muestran, de una<br />
u otra manera, el deterioro psicológico, las penalidades del<br />
destierro y las crisis de convivencia; todo esto mezclado con<br />
las primeras y hondas nostalgias.<br />
Esta segunda etapa se caracteriza por una cierta ambigüedad.<br />
Por una parte, existe el deseo de mostrar el exilio en toda su<br />
brutal contradicción (niveles culturales y sociales muy<br />
diferentes y pocas veces integrados en una labor constructiva<br />
conjunta, desconfianza, marginación, acomodo oportunista,<br />
pérdida de identidad, etc.) y por otra parte, se piensa que<br />
mostrar un cuadro tan contradictorio del exilio puede ser<br />
políticamente inconveniente, Existe el miedo a dar armas a<br />
la derecha autoritaria y motivos de distanciamiento a la<br />
izquierda que no salió de Chile y que desconfía del exilio.<br />
Este dilema está aún sin resolver. Creemos que aún no se han<br />
escrito las verdaderas obras sobre el exilio, generosas, libres y<br />
“reales”.<br />
La tercera etapa, que está empezando ahora, tiene dos<br />
una violencia añadida que pesa sobre la gente de teatro, un<br />
injusto y arbitrario castigo que les priva de lo que más<br />
necesitan: un público que comparta sus claves culturales.<br />
No ha sido el caso de América Latina. Allí, la presencia de<br />
grupos, compañías y equipos de gente de teatro chilenos ha<br />
sido extraordinariamente fecunda, enriquecedora para ellos<br />
mismos y enriquecedora para el país que los acogió. Especialmente<br />
notable es el caso de Conta Rica y Venezuela.<br />
Arriesgando una opinión personal, creemos que el balance<br />
final del trabajo teatral de los chilenos en el exilio es pobre y<br />
escaso, aunque significativo como testimonio de una<br />
coyuntura humana y política límite, Y dos hechos<br />
importantes a destacar: la presencia de los teatristas chilenos<br />
en América Latina y la profesionalización y el<br />
perfeccionamiento teatral de jóvenes exiliados chilenos en<br />
Europa (sobre todo, en la República Democática Alemana).<br />
TRABAJO TEATRAL DE LOS EXILIADOS<br />
CHILENOS: 1973-1985.<br />
Fichas de documentación extraídas de “D.T.”, boletín mensual<br />
de información teatral que han venido publicando en Madrid<br />
Eduardo Guerrero y Jorge Díaz de junio de 1984 a junio de<br />
1986 (24 números). Este boletín pretendía entregar<br />
información parcial que sirviera, más adelante, para hacer un<br />
estudio más exhaustivo y riguroso sobre el teatro chileno en<br />
el exilio. Evidentemente hay omisiones involuntarias y no<br />
aparecen todas las personas o grupos chilenos que actúan o<br />
han actuado fuera de Chile.<br />
Si se consigue alguna ayuda, “D.T.” continuará publicándose,<br />
ahora en Chile, en forma de revista semestral, dando cabida<br />
también al teatro que se hace en el interior del país.<br />
Cualquiera sugerencia, colaboración o ayuda, puede dirigirse<br />
a Eduardo Guerrero, c/Jorge VT 858 - Las Cnndw - Santiago<br />
de Chile.<br />
ALEMANIA (República C Iemocrática Alem, a na)<br />
aspectos: por un lado los trabajos dramáticos se vuelven mas TEATRO LAUTARO. Formado por actores y el director del<br />
universales, más creativos, liberados de la misión ejemplariza- ex-teatro de la C.U.T. Funcionó desde 1974 a 1979,<br />
dora, didáctica, informativa; y por otro lado, los equipos se Montajes: Margarita Naranjo (basado en el poema, del mismo<br />
esfuerzan en profesionalizarse al máximo e integrarse en la nombre, de Pablo Neruda), en 1974; El círculo de mimbre<br />
actividad artística de las sociedades en las que se encuentran. (Jorge Gajardo, reescrita por Victor Carvajal), en 1976; La<br />
Esta situación actual coincide con el regreso de muchos noche del soldado (Carlos Cerda), en 1976 (estas tres obras<br />
exiliados a Chile. La gente de teatro que queda trabajando dirigidas por Carlos Medina); Escenas contra la noche (Omar<br />
fuera de su país es poca, lo que obliga a replantearse su Saavedra Santis, en 1977; El ocaso del centauro (Víctor<br />
trabajo y desvincularlo de la solidaridad política.<br />
Carvajal), en 1978,<br />
Sería muy largo enumerar todos los condicionamientos OMAR SAAVEDRA SANTIS. Dramaturgo. Obras escritas Y<br />
negativos que influyen en el resultado de una obra montada estrenadas: Escenas contra la noche (1977); Amapola (1979);<br />
en el exilio. Vamos a detenernos en uno aue es fundamental: El alma llena de banderas (1978: en colaboración con Patricio<br />
el lenguaje. El exiliado que vive en un pa& de lengua diferente ’ Bunster); Los tejedores de barcos (1982: aún sin estrenar).<br />
a la suya sufre duramente la marginación de su trabajo. Este<br />
será clasificado como curiosidad étnica o como diálogo<br />
VICTOR CARVAJAL. Dramaturgo. Obras escritas y<br />
estren-adas: La historia de una muñeca o El circulo de mimbre<br />
político destinado a las minorías que comparten su lengua y (1976); El ocaso del centauro (1978); Señorita cantadulce;<br />
sus ideas.<br />
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Oda a la ciudad de Estelí. Actualmente reside en Ecuador,