literatura hilena - Memoria Chilena

GASTON: No se alegre tanto, oiga, si no nos espera na el
gordo de la loteriá.
NORMA: (SE LEVANTA A RECOGER LAS COSAS DE
GASTON) ¿Y cómo sabij? A lo mejor te
traigo suerte y de mañana mismo con la ayuda
del señor. . (SE PERSIGNA) . . empezai a
vender una chorrera de libros.
GASTON: ¡Ojalá, puh!
NnRMA: /.-.-. (DE RODILLAS EN EL PISO GUARDA LAS
Cj OSAS EN LA MALETA) iUy, que soy tonta!
O ye, Gastoncito, si yo podri'a hacer empanás
Ck iilenas . . . iaqui'se comerán?
GASTON: iI Vi en Chile habiá comido tantas empanadas
NORMA:
C( )mo aqui'!
¿' Ve? Empezari'a haciendo de a poco . . . y
di :spués quién sabe, . . . de repente llegamos a
te mer hasta una fábrica . . . (SUENA) . . iAh!
Y a veo el letrero luminoso . . . ¡Fábrica de
er npanadas Carrasco! (TRANS.) No. Suena
a poco. ¿Verdad? Tendri'a que ser . . .
il Fábrica de empanadas la Gran Carrasco-
F uentealba! ¿Qué te parece? (ORGULLOSA)
GASTON:
1, Ahhh!
N o sueñe tanto, oiga. Bájese de esa nube o se
Vi i a caer de hocico cuando vea el cuartucho que
m ie dieron en la pensión. ¿Dónde va hacer
er npanás ahi? ¡Arriba del colchón, claro, y las
NORMA:
CL Jece debajo de la almohada!
N o puh, Gastoncito, si yo estoy hablando a
fl ituro.
GASTON: Pi :ro asi' y todo, aunque tuviéramos un apartam
iento, no vanos a vivir con la hediondez a
NORMA:
Cf :bolla.
iI Bueno, ya está, . . si es problema la fábrica de
er npaná, no hacemos na fábrica de empanás!
GASTON:
(( IERRA LA MALETA).
E stoy preocupado por los cabros también. No
sé : por qué la vieja Otilía me da mala espina.
NORMA: N o, no te preocupes. Si la señora Otilia los
ac iora. Al Waldo sobre todo, viste que se parece
m iucho al hijo menor que ella teni'a. Por lo
di :más yo dejé todo arreglado con ella. Le di
tr es meses adelantados por la pensión de los
ct 1 iq ui I los.
GASTON:, ¿' Y tendrán plata pal bolsillo?
NORMA: ii Bah, si los cabros están acostumbrados a andar
C( )n los bolsillos pelaos! Pa ellos no es ninguna
nc ovedad.
GASTON: (i 4L QUIQUE QUE VIENE ENTRANDO)
¿( Cómo le fue?
QUIQUE: E stá todo arreglado. El gallo dijo que no nos
ib la a hacer na factura.
GASTON: ¿' Y entonces por qué no le entregó la radio?
QUIQUE: N o, puh, Gastón, si tú sabiS muy bien como es
el mani', (HACE GESTO DE PLATA POR
GASTON:
L OIMA) ¡Ten& que ir a firmar!
¿ Y no le dijo de cuánto más o menos era la
colaboración?
Q~IQUE: Lo único que me dijo es que esperáramos un
ratito, porque el otro tipo, al que tú insultaste,
está a punto de irse. ¡Pásale unos cien bolos!
GASTON: (EXAGERANDO) ¡Cien, huevón! ¡Chucha,
QUIQUE:
es lo que me queda de la venta de cinco biblias!
¡No, no, con cincuenta más que suficiente!
Da gracias a Dios que no te hizo la factura,
porque sinó por esa radio no te cobran menos
de trescientos boli'vares. Todos están
NORMA:
convencidos de que es una reliquia; viste que es
de madera, con las perillas grandes . . . itiene
su caché la radio!
(CON TIMIDEZ) Si es mucho lo que hay que
pagar entonces déjala.
GASTON : ¿Qué? . . . ¡Puta, hemos esperado toda la
mañana pa que ahora salga con esa! - - ¡Nada!
QUIQUE:
Ahora pago lo que sea por esa huevá.
Yo les voy a decir que la radio es bien bonita ...
¿Y quieren saber más? Se le puede sacar buen
precio. Aqui'no faltari'a el ricachón que la
quisiera tener de adorno. (SENALA LA
VITRINA) ¡Es más, cuando abran este kiosco
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la podemos ofrecer por si acaso!
NORMA: Mejor vamos a hacer lo que yo dije al principio.
Sólo se vende en caso de necesidad extrema
GASTON: Si es por eso la vendemos al tiro.
NORMA: Espérate, puh, Gastón, si a lo mejor las cosas se
arreglan y no hay necesidad.
GASTON: (SE SACA LOS ANTEOJOS Y SE REFRIEGA
LOS OJOS) Chucha, estoy como afiebrado en
este aeropuerto. Ojalá no tenga que volver más
hasta que se vengan los cabros.
QU IQUE: ¿Que no vamos a venir a despedir a la Norma?
NORMA: (SALTA DE CONTENTA)
quedo!
iNoo, si yo me
QU IQUE: ¿Ah, te va¡ a quedar?
GASTON: (SE HACE EL CONVENCIDO) Si, no vali'a la
pena que se fuera.
QUIQUE: Que bueno. (PAUSA) ¡Total que por lo visto
el Único jodi'o soy yo!
NORMA: Con ésta la Guillermina se pasó.
consideración!
¡Pura falta de
QUIQUE: Créeme que yo la entiendo. La Gorda en estos
momentos es una mujer muy sufrida.
NORMA: De tonta no más, porque con lo que tú ganas
podri'a estar aqui'viviendo de lo más bien.
QU IQUE: No seriá feliz, Norma. Estoy convencido de eso.
Ella sabe que la necesitan allá, viste que la Gorda
es de ideas.
NORMA: Si pero las ideas se meten con otras ideas y hasta
ahi'no más llegaron las ideas. (ORGULLOSA)
¡Si yo también sé de política! Mientras haya
ensalada de ideas con respeto no pasa nada, todo
está bien. Pero es que cuando a una idea le
ponen músculos y la visten de uniforme. . .
icagan las demás ideas!
GASTON: Usted deberi'a advertirle, compadre. iConvénzala
de que se quede tranquilita mejor!
QUIQUE: Como se ve que no conocen a la Gorda. Si a mi
señora es muy difikil meterle gatos por liebres.
Además está asesorada por el Manuel.
¡Historiador Único que ha pasado por mi familia!
A la menor insinuación me va a sacar ciento
cincuenta años de historia. ¿Y qué le voy a
decir? ¿Qué es mentira?
NORMA: Aunque sea verdad, dile que chante la moto.
Que después va a ser pa puras calamidades.
QUIQUE: Puta, Norma, la Gorda está haciendo lo que cree.
NORMA: Pero se está equivocando en estos momentos en
Chile.
QUIQUE: En Chile y en la quebrá del aji', porque en este
mundo tuerto, curcuncho y patitieso, el justo,
es el equivocado.
NORMA: Entonces me estás dando la razón, puh, Quique.
QUIQUE: Al contrario, puh, Norma. pucha que soy dura
pa entender.
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