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1750, Inglaterra renunció a él, recibiendo en cambio 100.000
libras esterlinas. (p. 178)
De esta forma durante 37 años Inglaterra fue la proveedora de esta
mercancía para las colonias españolas en América. En cada puerto de
llegada había funcionarios denominados factores, los cuales cumplían con la
tarea de efectuar el palmeo, es decir el reconocimiento manual de los negros
y revisar la carimba, lo que indicaba que debían cerciorarse que toda la
“mercancía” fuera de calidad, que no estuvieran enfermos y sobre todo que
fueran hombres entre 15 y 40 años de edad aproximado. Alrededor de toda
América algunos de los puertos habilitados por la Corona española para
recibir las «piezas» de negros africanos, fueron Veracruz, La Habana, Santo
Domingo, Portobelo y Cartagena de Indias además de los puertos de
Venezuela.
Siempre se ha hecho mención al proceso de compra almacenaje y
traslado de la mercancía-esclavo desde las costas de África hasta las
colonias que estaban compuestas en América, también se ha hecho mención
de la cantidad de muertes ocurridas durante este proceso por causas de las
condiciones infrahumanas en la que se encontraban los esclavos, estos
pasaban a ser mercancía humana bien sea por ser criminales vendidos como
castigo por los jefes nativos, familiares que en época de hambre vendían a
estos individuos, personas secuestradas, prisioneros de guerra y por ultimo
mujeres las cuales se les consideraba adulteras.
Hernández S. (2006) destaca al respecto:
Un barco negrero podía hacer su compra en forma diversa, o
compraba directamente a una de las grandes factorías
establecidas por las distintas potencias a lo largo de la costa
africana, las cuales poseían encerraderos donde almacenaban