Obras de SAN AGUSTÍN - 10

528 Sermón XXXVII
que hablásemos sobre ellas; pero no las pasamos por alto
cuando alabamos a su madre.
2. Mirad a aquella de quien sois miembros; poned los ojos
en aquella de quien sois hijos. ¿Quién encontrará la mujer
fuerte? Va de acuerdo la festividad de los mártires con la
fortaleza de la mujer. Si ella no hubiese sido fuerte, sus miembros
hubiesen claudicado en la pasión. ¿Quién encontrará la
mujer fuerte? Es difícil encontrarla; mejor, es difícil no conocerla.
¿No es ella la ciudad puesta en un monte, que, por lo
tanto, no puede esconderse? ¿Por qué se dijo: Quién la encontrará?
Debía haber dicho: ¿Quién no la encontrará? Pero
tú ves la ciudad cuando ya está puesta en el monte. Para
que fuese puesta en el monte hubo que encontrar a la que se
había perdido. Una vez que comenzó a brillar, ¿quién no la
ve? Cuando estaba oculta, ¿quién podía encontrarla? Esta
misma ciudad es aquella única oveja perdida a la que buscó
el pastor y, después de encontrarla, la cargó gozoso sobre
sus hombros. El monte es también el pastor. La oveja sobre
sus hombros es la ciudad sobre el monte. Te resulta fácil
verla colocada sobre el monte. ¿Cómo ibas a encontrarla cuando
se ocultaba entre zarzas, entre las espinas de sus pecados?
Es cosa grande que se la haya buscado allí; cosa admirable
también el que se la haya encontrado. A este difícil hallazgo
se refiere cuando dice: ¿Quién encontrará la mujer fuerte?
¿Quién, pues? La forma de preguntar sugiere que hubo, a lo
menos, uno, no ninguno. Lo mismo se dice de su marido,
loqui de quacumque alia muliere. Quanquam et in recitatione passionis
martyrum audivimus feminas, de quibus decenter loquamur: sed nec eas
praetermittimus, quando earum matrem laudamus.
CAPUT II.—2. Ecclesia latere non potest.—Attendite cuius membra
estis: inspicite cuius filii estis. Mulierem fortem quis inveniet? Congruit
dici martyrum fortitudo mulieris. Nisi enim fortis esset illa mulier, membra
eius in passione defecissent. Mulierem fortem quis inveniet? Difficile est
invenire eam, immo difficile est nescire eam. Nonne ipsa est civitas in
monte, quae abscondi non potest? (Mt 5,14). Quare ergo dictum est,
Quis inveniet? cum dici debuerit, Quis non inveniet? Sed tu civitatem in
monte positam vides: ut autem in monte poneretur, inventa est quae perierat.
Quando illustrata est, quis eam non videt? quando latebat, quis
eam inveniret? Ipsa enim civitas est, et una illa ovis, quam perditam
quaesivit pastor, et inventam gaudens in humeris reportavit (Le 15,4-6).
Iste pastor, mons est: ovis autem in humeris eius, civitas in monte. Facile
est ut videas eam collocatam in monte: quando eam invenires, cum lateret
in vepribus, in spinis utique delictorum suorum? Ibi enim quaesisse magnum
est: ibi invenisse mirabile est. Haec eius difficilis inventio commendatur,
cum dicitur, Mulierem fortem quis inveniet? Quis enim, quia
unus; non quia nec unus. Quomodo dictum est de ipso viro eius, leone de
La mujer fuerte 529
el león de la tribu de Judá, de quien la profecía predijo con
anterioridad: Subiste recostado, es decir, a la cruz. Subiste,
piensa en la cruz; recostado, piensa en la muerte. ¿Qué es:
Subiste sino aquello que está escrito: Y le crucificaron? Por
esto dice él mismo: Como Moisés levantó la serpiente en el
desierto, así conviene que sea levantado el hijo del hombre,
para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga la
vida eterna. ¿Qué significa: recostado? E inclinando la cabeza,
entregó su espíritu. Después de decir: Subiste recostado, continuó:
Dormiste como un león. Dormiste como un león, no
huíste como la zorra. ¿Qué significa: Dormiste como un
león? Por propio poder, no por necesidad 4 . Habiendo dicho:
Dormiste como un león, prosiguió: ¿Quién lo despertará?
¿Quién lo despertará? No quiere decir que ninguno, sino
¿quién de los hombres? Nadie, sino Dios, que lo levantó de
entre los muertos y le dio un nombre sobre todo nombre. Se
despertó también él mismo 5 . Por esto dice: Destruid este
templo, y yo lo levantaré en tres días. Cuando oísteis, ¿quién
encontrará a la mujer fuerte?, no penséis que habla de aquella
Iglesia que está oculta, sino de aquella que fue encontrada por
uno para que a nadie se ocultara. Por lo tanto, merece ser
descrita, alabada, recomendada, amada como madre por todos
nosotros, pues es esposa de un solo marido. ¿Quién encon-
tribu luda, de quo propheta ante praedixit, Ascendisti recumbens: utique
in cruce. Ascendisti, crux est; recumbens, mors est. Quid est enim,
Ascendisti, nisi quod scriptum est, Et crucifixerunt eum? Unde et ipse ait,
Sicut exaltavit Moyses serpentem in eremo, ita exaltan oportet Filium
hominis; ut omnis qui cred.it in eum non pereat, sed habeat vitam aeternam
(lo 3,14.15). Quid est, recumbens? Et inclínalo capite tradidit spiritum
(ib., 19,18.30). Cum ergo et ibi diceretur, Ascendisti recumbens;
secutus est, Dormisti sicut leo. Dormisti sicut leo: non fugisti sicut vulpes.
Quid est, Dormisti sicut leo? De potestate, non de necessitate. Cum
autem dictum esset, Dormisti sicut leo; secutus ait, Quis suscitabit eum?
(Gen 49,9). Quis suscitabit? ñeque enim nemo: sed quis hominum? Quia
nonnisi Deus, qui eum exaltavit a mortuis, et donavit ei nomen quod
est super omne nomen (Phil 2,9). Suscitavit et ipse se: unde ait, Solvite
templum hoc, et in triduo suscitabo illud (lo 2,19). Et modo quando
auditis, Mulierem fortem quis inveniet? nolite putare de Ecclesia dici quae
latet, sed de illa quae ab uno inventa est, ut neminem lateret. Ergo
describatur, laudetur, commendetur, amanda ab omni[223]bus nobis ut
4 Véase la nota complementaria 50: La libertad del Señor, p.761.
5 Guiado muy probablemente por motivaciones antiarrianas, Agustín, siempre
que le cuadra hablar de que el Padre resucitó a Jesús, inmediatamente se
preocupa por añadir que también Jesús se resucitó a sí mismo. Los textos son
frecuentes en los sermones. Véase además Enarración al salmo 56,8; 108,23;
Tratados sobre el evangelio de San ]uan 47,7; sermón 52,13; 305,3. Para
probarlo siempre se sirve del texto de Jn 2,19, utilizado aquí.