Obras de SAN AGUSTÍN - 10

548 Sermón XXXVII
otros el Señor abrir la boca prudentemente, a nosotros que
estamos en la Iglesia, que la alabamos, con ella estamos unidos
y con ella y en ella esperamos a su marido. Abramos la boca
no precipitadamente, sino prudentemente, cautamente, solícitamente.
Estuve entre vosotros con mucho temor y temblor,
dijo el Apóstol. Como diciendo: «He abierto mi boca prudentemente».
Nuestra boca es manifiesta para vosotros, ¡oh corintios!
Abrió su boca prudentemente. Y puso orden a su lengua,
alabando a la criatura como criatura, al Creador como creador,
a los ángeles como ángeles, a los seres celestes como tales,
a los terrestres como terrestres, a los hombres como
hombres y a los animales como animales. Nada hay confuso,
nada desordenado. No toma en vano el nombre del Señor
su Dios, no atribuye al Creador la sustancia de la criatura;
habla siempre tan ordenadamente, que no antepone lo inferior
a lo superior, ni somete lo superior a lo inferior. Yuso orden
a su lengua. Nada más hermoso que este orden. Por eso dice
ella: Ordenad en mí la caridad. No queráis cambiar el orden;
no revolváis ni confundáis lo que Dios puso en orden. Ordenad
en mí la caridad. Amadme a mí como a mí, amad a Dios
como a Dios; no ofendáis a Dios por causa mía ni me ofendáis
por causa de otro distinto de mí. Ordenad en mí la caridad.
Dichosa aquella hija suya, colocada en este orden, cuya pasión,
entre la de otros, celebramos hoy y cuya confesión escuchamos
hace poco. Poniendo orden a su lengua, dijo: Honor al cesar
laudantibus, illi cohaerentibus, cum illa et in illa virum eius exspectantibus,
ut et nos aperiamus attente os nostrum; non témete, sed caute,
attente, sollicite. Cum timore et tremore multo fui apud vos, Apostolus
dixit (1 Cor 2,3): tanquam dicens, Os meum aperui attente. Os nostrum
patet ad vos, o Corinthii (2 Cor 6,11). Os suum aperuit at[232]tente.
Et ordinem posuit linguae suae: laudans creaturam tanquam creaturam,
Creatorem tanquam Creatorem, Angelos tanquam Angelos, caelestia tanquam
caelestia, terrestria tanquam terrestria, homines tanquam homines,
pécora tanquam pécora. Nihil perturbatum, nihil inordinatum. Non accipiens
in vanum nomen Domini Dei sui, non substantiam creaturae sentiens
de Creatore: ita ordinate totum loquens, ut non praeponat inferiora potioribus,
nec subdat potiora inferioribus.
CAPUT XVI.—Disposuit ordinem linguae suae.—Nihil pulchrius hoc
ordine. Unde et ipsa dicit: Ordinate in me caritatem (Cant 2,4). Nolite
praepostere agere, nolite perturbare et confundere quae Deus ordinavit.
Ordinate in me caritatem. Amate me tanquam me, amate Deum tanquam
Deum: ne Deum offendatis propter me, nec me offendatis propter alium
quemlibet, nec alium quemlibet propter me. Ordinate in me caritatem.
Beata filia eius in hoc ordine constituía, cuius Ínter ceteras celebramus
hodie passionem, paulo ante audivimus confessionem, ordinans, linguam
suam: Honorem, inquit, Caesari quasi Caesari, timorem autem Deo.
Os suum aperuit attente, et ordinem posuit linguae suae.
"La mujer fuerte 549
como a cesar; pero a Dios se debe temor n . Abrió su boca prudentemente
y puso orden a su lengua.
24. Severa es la vida en su casa. Severa, fuerte, rigurosa.
No existe motivo de disipación; no ama la distracción. No
comió su pan ociosamente. Con razón llegó a poseer tanto.
25. Esta es la mujer laboriosa, vigilante, solícita, que
rige severamente su casa, se levanta de noche, procura que no
se apague la lámpara; fuerte en la tribulación, sufrida en espera
de que se cumplan las promesas; fortalece sus brazos con
el huso, no come el pan ociosamente. Después de estas fatigas,
que parecen pobreza y necesidad de este mundo, ¿qué habrá
en los últimos días, puesto que ella se alegró? ¿Queréis oír
lo que habrá? Escuchad la esperanza que mantiene encendida
nuestra lámpara toda la noche. Oíd ahora. Se levantaron sus
hijos y se enriquecieron. Ahora vivimos envueltos en pobreza
y así vigilamos. Cuando nos morimos, dormimos en pobreza.
Pero resucitaremos y nos enriqueceremos. Entonces se enriquecerán
sus hijos. Se levantaron sus hijos y se enriquecieron.
Compara ahora cualesquiera riquezas de esta tierra, sujetas
a los ladrones y a la polilla. ¿De qué te jactas? Porque estás
enfermo te son necesarias muchas cosas. Te es muy necesario
vestirte, porque no soportas el frío; necesitas jumentos, porque
no puedes caminar con los pies. Estas cosas son apoyos
para la enfermedad, no ornatos del poder. ¿Qué decir de las
riquezas de los ángeles? Tiene un único vestido de luz. Nunca
24. Severae conversaciones domorum eius.—Severae, fortes, districtae:
non est ubi diffluatur, non amat dissolutionem. Cibos autem pigros non
comedit. Mérito tantum acquisivit.
25. Hic ergo ista laboriosa, vigilans, sollicita, severe castigans domum
suam, surgens de noctibus, intuens iucernam ne exstinguatur, in tribulatione
fortis, nondum receptis promissis pavens, brachia sua in fusum
confirmans, non pigrum panem manducans: sed post labores istos quasi
paupertatis et necessitatis saecularis, quid erit, quia in diebus novissimis
laetata est? Quid erit, audire vultis? Audi te propter quam spem ardeat
lucerna nostra tota nocte, nunc audit. Surrexerunt filii eius, et ditati sunt.
Modo in paupertate vivimus, in paupertate vigilamus; et cum morimur,
in paupertate dormimus: sed surgemus et ditabimur. Tune ditabuntur filii
eius. Surrexerunt filii eius, et ditati sunt. Compara nunc quaslibet divitias
terrae huius, obnoxias furibus et tineis. Quid te iactas? Quia infirmus es,
ideo sunt tibi multa necessaria. Opus est multum vestiaris, quia frigus
pati non potes: iumentis utaris, quia pedibus ambulare non potes. Ista
fulcimenta sunt infirmitatis, non ornamenta potestatis. Quae illae divitiae
sunt Angelorum? Unam vestem habent lucis: nunquam teritur, nunquam
17 Estas palabras aparecen en boca de Donata (véase la nota 3 a este sermón)
en las Actas de los mártires scilitaños, como respuesta a la autoridad imperial.
Véase D. Ruiz BUENO, Actas de los mártires p.353.