Obras de SAN AGUSTÍN - 10

756 Notas complementarias
la misma forma verbal: «... aadisti, ... audú/z, ...hiisti, ...asczndisti,
... suspendwíz, ... adhibuisti, ... sadisti, ... punir//', ... discussz'ííz', ... audz'íti,
... punisti, ... pepercisti». Esta figura retórica está omnipresente en
los sermones agustinianos. Alguien que ha tenido humor para contar
tales asonancias enumera la cifra de 4.254 ejemplos en sólo los Sermones
al pueblo (M. I. BARRY, Saint Augustin, the Orator: a Study of the
rhetorical qualities of saint Augustine's «Sermones ad populum» [Washington
1924] p.256). Sobre este aspecto de los sermones agustinianos,
véase también J. OROZ, La retórica en los sermones de San Agustín
(Madrid 1963) p.285-304.
[34] La soberbia y las riquezas.—La asociación de riquezas y soberbia
es frecuente en Agustín. De esta última les viene el mal a aquéllas,
que en sí no pueden ser malas, sino buenas, en cuanto que son don de
Dios (S.15 A,5 = Denis 21; 56,4,6). En este texto, como posteriormente
en S.36,2, la denomina enfermedad (morbus). En otros lugares (S.39,4;
61,10; 85,3), gusano (vermis). Si la soberbia es la que corrompe las
riquezas, a su vez nada existe tan capaz de engendrar aquélla como éstas
(S.36,2; 61,10; 85,3). Por otra parte, el efecto deletéreo de la soberbia
es algo repetidamente afirmado por el santo. Todo su pensamiento al
respecto queda expresado en la siguiente frase de la Regla: «Porque
todas las demás especies de vicios provocan a ejecutar obras malas, pero
la soberbia acecha a las mismas obras buenas para conseguir que perezcan»
(1,8). Con frase parecida afirmará en su obra La naturaleza y la gracia:
«Los demás vicios tienen su fuerza en las malas acciones; sólo la soberbia
se ha de precaver hasta en las obras buenas» (27,31).
[35] La excomunión.—La excomunión, o expulsión temporal de la
Iglesia, era relativamente frecuente en la Iglesia primitiva. «Cuando se
trataba de un escándalo real, de un adulterio conocido en la ciudad, de
pacto con los herejes, blasfemia o apostasía de la fe, o de crímenes que
caían bajo la sanción de la ley, como asesinato o graves malos tratos,
el obispo excomulgaba de la Iglesia al culpable» (F. VAN DER MEER, San
Agustín, pastor de almas p.490). Como el pecado que motivaba la excomunión
había sido público, la readmisión a la comunidad cristiana
tenía lugar solamente después de la correspondiente penitencia pública.
En los tiempos de Agustín, la excomunión era considerada como un
sran deshonor de consecuencias no pequeñas en la misma vida social.
En este texto, el santo obispo recuerda que era poco amigo de recurrir
a estas medidas extremas, siempre por evitar males mayores.
[36] Ethnicus.—Ethnicus es la simple transcripción latina del término
griego, con el significado de pagano, gentil. Así, los primeros escritos
cristianos en latín y en la Vulgata. En el siglo iv, sin embargo, parece