Obras de SAN AGUSTÍN - 10

656 Sermón XLVI
quede encubierta, es decir, oculta, y no sea conocida. Yo estoy
manifiesta, mas para que no caiga entre los rebaños de tus
compañeros como oculta, como encubierta». Todos los herejes
se alejaron de Cristo; todos cuantos se hicieron pastores malos
y tienen sus rebaños con el nombre cristiano, fueron sus compañeros,
participaron de su convite. Se llaman compañeros
(sodales), como si fueran participantes en un mismo convite.
En la lengua latina se llaman sodales, como comensales (simul
edales), por el hecho de que comen a la misma hora 16 . Escucha
al que en el salmo arguye a los malos compañeros de mesa, es
decir, a los participantes de un mismo banquete: Si el enemigo,
dijo, me ultrajase, me escondería ciertamente de él; aunque
hubiese hablado contra mí cosas graves. Tú, en cambio, mi
confidente, mi conocido y mi jefe, que juntamente conmigo
tomabas dulces manjares. Por lo tanto, muchos comensales,
ingratos a la mesa del Señor, salieron fuera; los malos comensales
se hicieron mesas para sí, levantaron altar contra altar:
en medio de ellos temió ella caer.
37. Yo podría aceptar que el mediodía es la parte de
Egipto y aquellas regiones quemadas por el sol, donde no
aparece la lluvia, pues mediodía se llama a aquel lugar en que
arde el sol a mediodía. Allí, a pesar de todo, hay un desierto
lleno de millares de siervos de Dios 17 . Por lo tanto, si quere-
id est, sicut occulta, et non cognita. Ego enim manifesta sum: sed ne
sicut operta, sicut celata incidam super greges sodalium tuorum. Omnes
enim haeretici a Christo exierunt; omnes qui facti sunt pastores mali,
habentes greges suos sub nomine Christi, illius sodales fuerunt, illius
convivium acceperunt. Sodales enim dicuntut, tanquam unius convivii.
Latina lingua sic dicti sunt sodales, quasi simul edales, eo quod simul
edant. Audi illum in Psalmo arguentem sodales malos, id est, unius
convivii: Si inimicus, inquit, meus exprobrasset mihi, sustinuissem utique;
et si super me magna locutus fuisset, abscondissem me utique ab eo:
tu vero unanimis et notus meus, dux meus, qui simul mecum dulces
capiebas cibos (Ps 54,13-15). Ergo multi sodales ingrati mensae dominicae
exierunt foras: mali sodales fecerunt sibi suas mensas, erexerunt altaría
contra altare. In eis ista timet errare.
37. Meridies si África intellegatur loco citato, facit contra Donatistas.
Exire haereticorum est.—Et si putas quia meridies África est;
quanquam possem obtinere magis esse mundi meridiem partes Aegypti,
et illas exustas solé regiones, ubi pluvia non apparet: quia ipse est
16 Festo no es de la misma opinión. En De verborum significatione dice así:
«Sodales... quod una sederent et essent».
11 El desierto de Egipto fue lugar predilecto para cuantos se retiraban en
búsqueda de una mayor perfección. La personalidad de San Antonio Abad,
dada a conocer por la biografía que escribió San Atanasio, contribuyó no poco
a ello. Al principio, la forma de vida fue eremítica; con San Pacomio se inició
el sistema cenobítico o vida en común. Sobre la vida de aquellos monjes puede
leerse con entretenimiento la Historia lausíaca, de PALADIO.
Los pastores (Ez 34,1-16) 657
mos considerar el mediodía como referido a lugares, ¿por qué
no pastorea más bien en Egipto y allí descansa, máxime cuando
antes se ha dicho: Los eriales del desierto serán fértiles?
Pero si tú "juzgas que el mediodía es África, te lo concedo. El
mediodía sea África; sea África el mediodía. Aquí están los
malos compañeros. La Iglesia del otro lado del mar, que navega
en alguno de sus miembros a África, está preocupada de no
extraviarse, invoca a su esposo y le dice: «Sé que abundan los
herejes en África, que son numerosos los que rebautizan en
África. Sé también que allí hay también de los tuyos. He oído
una y otra cosa. Pero quiero escuchar de tu boca quiénes son
los tuyos. Tú, a quien amó mi alma, dime dónde pastoreas,
dónde sesteas al mediodía, en aquel mediodía donde oigo que
hay dos partidos, uno el de Donato y otro el que está unido
a todo el tuyo. Dime adonde tengo que ir, no sea que tal vez
quede oculta, es decir, desconocida, entre los rebaños de tus
compañeros, caiga en los de los herejes, que intentan poner
piedra sobre piedra para destrucción, o venga a parar a manos
de los rebautizantes; dime adonde tengo que ir». El que recomienda
la unidad del pastor, que en la lectura de hoy dijo:
Yo apacentaré, reprocha a los pastores que quisieron ser muchos,
y perdieron unidad; él mismo responde con severidad,
sin medias tintas, en conformidad con la magnitud del peligro,
diciendo: «Si no te conocieras a ti misma, ¡oh hermosa entre
las mujeres! Eres hermosa entre las mujeres, pero reconócete
a ti misma. ¿Dónde te reconoces? En todo el orbe de la tierra.
Si eres hermosa, hay unidad en ti. Donde hay división, hay
meridies, ubi fervet medius dies. Ibi autem eremus plena millibus servorum
Dei. Unde si ad meridiem locorum velimus advertere, quare non
ibi pascat ille magis, et ibi requiescat, quando ante praedictum est,
Ubera erunt deserta eremi? (Ioel 2,22). Sed ecce consentio, meridies
África sit. África sit meridies: hi sunt sodales mali. Ecclesia transmarina
in aliquo suorum navigante in Africam, sollicita ne erret, invocat sponsum
suum, et dicit ei: Abundare audio haereticos in África, abundare
audio rebaptizatores in África; esse autem ibi tuos non minus audio:
et illud audio, et hoc audio; sed qui sint tui, a te voló audire. Annuntia
mihi, quem dilexit anima mea, ubi paséis, ubi cubas in meridie. In illo
meridie, ubi audio duas partes esse, unam Donati, alteram universo tuo
cohaerentem; tu mihi dic quo eam, ne forte velut operta, id est, ignota
fiam super greges sodalium tuorum, incurram in greges haereticorum,
conantes poneré lapidem super lapidem qui destruatur, ne irruam in
rebaptizatores, annuntia mihi. Et ille qui commendat unitatem pastoris,
qui in hac lectione dixit, Ego pascam; [292] pastores autem reprobat,
qui multi esse voluerunt, unitatem amiserunt: severissime non blande
respondens, sed pro magnitudine periculi, Nisi cognoveris, inquit, temetipsam,
o pulchra Ínter mulleres. Pulchra es ínter mulieres: sed agnoscete.
Ubi te agnosces? In toto orbe tetrarum. Si enim pulchra, unitas