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Entré en la sala, pasando mi bolso sobre mi hombro. Ellos me<br />

observaron abrir la puerta para esperar a América, y Shepley brincó del sofá.<br />

— ¿Ella va a venir?<br />

—No quiere verte, Shep. Le dije que te quedarías dentro.<br />

Él suspiró, y cayó contra el cojín. —Me odia.<br />

—Voy a hablar con ella. Será mejor que tengas una increíble disculpa,<br />

sin embargo.<br />

Diez minutos más tarde, la bocina de un auto sonó dos veces afuera, y<br />

cerré la puerta detrás de mí. Cuando llegaba al final de las escaleras, Shepley<br />

pasó junto a mí hacia el Honda rojo de América, y se encorvó para verla a<br />

través de la ventana. Me detuve en seco, observando cómo América lo ignoraba<br />

observando al frente. Ella bajó su ventanilla, y Shepley parecía estarse<br />

explicando, y entonces comenzaron a discutir. Decidí entra en la casa para<br />

darles privacidad.<br />

— ¿Pigeon? —dijo Travis, trotando por la escalera.<br />

—Esto no se ve bien.<br />

—Me lo imaginaba. Vamos adentro —dijo, entrelazando sus dedos con<br />

los míos mientras subíamos las escaleras.<br />

— ¿Fue tan malo? —pregunté.<br />

Asintió. —Bastante malo. Salieron de la fase de luna de miel, sin<br />

embargo. Lo van a superar.<br />

—Para ser alguien que nunca ha tenido una novia, parece que sabes<br />

sobre relaciones.<br />

—Tengo cuatro hermanos y muchos amigos —dijo, sonriendo para sí<br />

mismo.<br />

Shepley entró pisoteando en el apartamento y cerró la puerta detrás de<br />

él. — ¡Ella es jodidamente imposible!<br />

Besé la mejilla de Travis. —Esa es mi señal.<br />

—Buena suerte —Travis sonrió.<br />

Me deslicé dentro del auto de América, ella resopló. — ¡Él es jodidamente<br />

imposible!<br />

Reí, pero ella lanzó una mala mirada en mi dirección. —Lo siento, —dije,<br />

forzando mi sonrisa a desaparecer.<br />

Mientras conducía, América gritó y gritó y gritó un poco más. A veces<br />

lanzaba maldiciones a Shepley, como si fuera él quien estuviera sentado en mi<br />

lugar. Yo me quede quieta, dejando que sacara su coraje como sólo América<br />

podía hacerlo.<br />

Librosdelcielopersonal.blogspot.com

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