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―Tengo que tener todo listo para mañana ―le dije, abriendo la puerta.<br />

Travis se puso de pie. ―Yo te ayudaré.<br />

Pelamos a una montaña de patatas, cortamos las verduras, pusimos el<br />

pavo a que se descongelara, y comenzamos la masa de los pasteles. La primera<br />

hora fue más que incómoda, pero cuando llegaron los gemelos, todo el mundo<br />

parecía congregarse en la cocina. Jim contaba historias sobre cada uno de sus<br />

muchachos, y nos reímos de los cuentos de otras desastrosas Acciones de<br />

Gracias cuando intentaron hacer algo más que pedir una pizza.<br />

―Diane era un infierno de cocinera ―reflexionó Jim―. Trav no recuerda,<br />

pero no tenía sentido tratar después de su muerte.<br />

―Sin presiones, Abby ―Trenton se rió entre dientes, tomando una<br />

cerveza de la nevera―. Vamos jugar a las cartas. Quiero intentar recuperar algo<br />

de mi dinero que Abby tomó.<br />

Jim apuntó con el dedo a su hijo. ―Nada de póker este fin de semana,<br />

Trent. Bajé las fichas de dominó, ve a ordenarlo. Nada de apuestas, maldita<br />

sea. Lo digo en serio.<br />

Trenton negó con la cabeza. ―Está bien, viejo, está bien.<br />

Los hermanos de Travis serpenteaban de la cocina, y siguiendo a Trent,<br />

deteniéndose para mirar hacia atrás. ―Vamos, Trav.<br />

―Estoy ayudando a Pidge.<br />

―No hay mucho más por hacer, bebé ―le dije―. Adelante.<br />

Sus ojos se suavizaron ante mis palabras, y me tocó mi cadera. ― ¿Estás<br />

segura?<br />

Asentí con la cabeza y se inclinó para besar mi mejilla, apretando mi<br />

cadera con los dedos antes de seguir a Trenton a la sala de juegos.<br />

Jim vio a sus hijos desfilar por la puerta, negando con la cabeza y<br />

sonriendo. ―Esto es increíble, lo que estás haciendo, Abby. No creo que te des<br />

cuenta de lo mucho que lo aprecio.<br />

―La idea fue de la Trav. Me alegro de poder ayudar.<br />

Se inclinó sobre el mostrador, tomando un trago de cerveza mientras<br />

reflexionaba sobre sus siguientes palabras. ―Travis y tú no han hablado<br />

mucho. ¿Están teniendo problemas?<br />

Apreté el jabón para lavar platos en el fregadero mientras lo llenaba con<br />

agua caliente, tratando de pensar en algo que decir que no fuera una<br />

descarada mentira. ―Las cosas están un poco diferente, supongo.<br />

―Eso es lo que yo pensaba. Tienes que ser paciente con él. Travis no<br />

recuerda mucho al respecto, pero era cercano a su madre, y después de<br />

Librosdelcielopersonal.blogspot.com<br />

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