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Tomé una respiración profunda y caminé al armario. Sacudiendo mi<br />
cabeza mientras revolvía la ropa. Abrí la cremallera del vestido y lo empujé<br />
hacia abajo sobre mis caderas, dejándolo caer hasta los tobillos. Lo pateé a la<br />
esquina, deshice la cola de caballo, sacudiendo el pelo.<br />
El armario estaba lleno de su ropa y la mía, solté una respiración,<br />
soplando mi cabello fuera de mi rostro mientras buscaba a través del desorden<br />
por una camiseta. Mientras que retiraba una de la percha, Travis se estrelló<br />
contra mi espalda, envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura.<br />
— ¡Me asustaste hasta la mierda! —Me quejé.<br />
Deslizó sus manos sobre mi piel. Me di cuenta de que se sentían<br />
diferentes; lentos y pausados. Cerré los ojos cuando tiró de mí contra él y<br />
enterró su cara en mi pelo, acariciando mi cuello. El sentir su piel desnuda<br />
contra la mía, hizo que me tomara un momento para protestar.<br />
—Travis…<br />
Tiró de mi pelo a un lado y rozó sus labios a lo largo de mi espalda, de un<br />
hombro a otro, soltando el broche de mi sujetador. Besó la piel desnuda en la<br />
base de mi cuello y cerré los ojos, la cálida suavidad de su boca se sentía<br />
demasiado bien para detenerlo. Un silencioso gemido escapó de su garganta<br />
cuando él apretó su pelvis contra la mía, y pude sentir lo mucho que me<br />
deseaba a través de sus bóxers. Contuve la respiración, sabiendo que lo único<br />
que nos mantenía de ese gran paso que hace momentos estaba en contra eran<br />
sólo dos piezas de tela delgada.<br />
Travis me volvió hacia él y luego presionó contra mí, inclinando mi<br />
espalda contra la pared. Nuestros ojos se encontraron, y pude ver el dolor en<br />
su expresión mientras analizaba mi piel desnuda. Lo había visto persuadir a<br />
las mujeres, pero esto era diferente. Él no me quería conquistar; él quería que<br />
le dijera que sí.<br />
Se inclinó para besarme, deteniéndose a tan sólo una pulgada de<br />
distancia. Podía sentir el calor radiando de su piel contra mis labios, y tuve que<br />
detenerme a mí misma de atraerlo el resto del camino. Sus dedos se clavaron<br />
en mi piel mientras él deliberaba, y luego sus manos se deslizaron desde mi<br />
espalda hasta el dobladillo de mi ropa interior. Su dedo índice se deslizó por<br />
mis caderas, entre mi piel y el tejido de encaje, y en el momento en que estaba<br />
a punto de tirar hacia abajo los delicados hilos, dudó. Justo cuando abrí la<br />
boca para decir sí, cerró los ojos.<br />
—No así. —susurró, rozando sus labios contra los míos—. Te deseo, pero<br />
no sucederá así.<br />
Se tambaleó hacia atrás, cayendo sobre su espalda en la cama, y yo me<br />
quedé por un momento con los brazos cruzados a través de mi estómago.<br />
Cuando su respiración se reguló, metí mis brazos a través de la camisa que<br />
aún tenía en la mano y tiré de ella sobre mi cabeza. Travis no se movió y dejé<br />
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