27.04.2013 Views

1340232811825

1340232811825

1340232811825

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Travis estaba de pie detrás de nosotros, medio divertido, medio<br />

preparado para mi reacción, la sangre de mis mejillas inmediatamente estalló<br />

en llamas.<br />

Finch me miró, luego a Travis. —Seguro.<br />

—Finch, —siseé mientras se alejaba. Travis me atrajo hacia él e intenté<br />

mantener el mayor espacio entre nosotros como fuese posible—. Pensé que no<br />

vendrías.<br />

—No iba a venir, pero sabía que estabas aquí. Tuve que venir.<br />

Miré alrededor de la habitación, evitando sus ojos. Cada movimiento que<br />

hacía, estaba muy consciente de ellos, los cambios de presión de sus dedos<br />

donde me tocaba, sus pies arrastrándose junto a los míos, sus brazos<br />

moviéndose, rozando mi vestido. Me sentía ridícula pretendiendo no notarlo.<br />

Su ojo estaba sanando, el moretón casi desapareciendo. Las manchas rojas en<br />

su rostro habían desaparecido como si yo las hubiera imaginado. Toda<br />

evidencia de esa horrible noche había desaparecido, dejando sólo el dolor del<br />

recuerdo.<br />

Él miraba cada respiración mía y cuando la canción estaba a medio<br />

terminar, él suspiró. —Estás hermosa, Pidge.<br />

—No.<br />

— ¿No qué? ¿Qué no te diga que eres hermosa?<br />

—Sólo… no.<br />

—No era mi intención.<br />

Resoplé frustrada. —Gracias.<br />

—No, tú luces hermosa, eso es verdad. Estaba hablando de lo que dije en<br />

mi habitación. No voy a mentir. Disfruté alejándote de tu cita con Parker…<br />

—No era una cita, Travis. Sólo estábamos comiendo. Él ahora no me<br />

habla, gracias a ti.<br />

—Lo escuché. Lo siento.<br />

—No, no lo haces.<br />

—Tú… tú tienes razón, —dijo él, tartamudeando cuando vio mi expresión<br />

impaciente—. Pero yo… esa no fue la única razón por la que te llevé a la pelea,<br />

te quería allí conmigo. Pidge. Tú eres mi amuleto de la suerte.<br />

—No soy tu nada, —espeté, mirándolo.<br />

Él juntó sus cejas y paró de bailar. —Tú eres mi todo.<br />

Presioné mis labios, tratando de mantener mi enojo en la superficie, pero<br />

era imposible estar enfadada con él cuando me miraba de esa forma.<br />

Librosdelcielopersonal.blogspot.com

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!