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quedado dormida cuando la motocicleta de Travis entró en el estacionamiento.<br />
Dos puertas de automóviles se cerraron poco después, y luego varios pares de<br />
pasos subieron las escaleras. Travis luchó con la cerradura, y luego abrió la<br />
puerta. Él se rió y dijo algo entre dientes y entonces escuché voces femeninas,<br />
no una, sino dos. Sus risas fueron interrumpidas por el sonido distintivo de<br />
besos y gemidos. Mi corazón se hundió, e instantáneamente estuve enfadada<br />
por sentirme de esa manera. Mis ojos se cerraron cuando una de las chicas<br />
chilló y entonces estuve segura de que el sonido siguiente fue el de ellos tres<br />
desplomándose en el sofá.<br />
Consideré pedirle a América sus llaves, pero la puerta de Shepley estaba<br />
directamente a la vista del sofá, y mi estómago no era lo suficientemente fuerte<br />
para ser testigo de la imagen que venía junto con los ruidos en la sala de estar.<br />
Enteré mi cabeza bajo la almohada y luego cerré mis ojos cuando se abrió la<br />
puerta. Travis caminó a través de la habitación, abrió el cajón superior mesilla<br />
de noche, tomó unos condones, y luego, cerró el cajón y corrió por el pasillo.<br />
Las chicas se rieron por lo que pareció ser una media hora, y luego todo estuvo<br />
silencioso.<br />
Segundos más tarde, gemidos y gritos llenaron el apartamento. Sonaba<br />
como si una película pornográfica estuviera siendo filmada en la sala de estar.<br />
Cubrí mi rostro con mis manos y sacudí la cabeza. Donde fuera que estuvieran<br />
las líneas que habían estado borrosas o desapareciendo en la última semana,<br />
habían surgido un impenetrable muro de piedra en su lugar. Sacudí mis<br />
ridículas emociones, obligándome a relajarme. Travis era Travis, y éramos, sin<br />
duda, amigos, y sólo amigos.<br />
El griterío, y otros ruidos nauseabundos se acabaron después de una<br />
hora, seguidos de quejas y murmuraciones por parte de las mujeres, después<br />
de ser despedidas. Travis se dio una ducha y luego se desplomó en su lado de<br />
la cama, dándome la espalda. Incluso después de su ducha, olía como si<br />
hubiera bebió suficiente whisky para sedar a caballo, y yo estaba lívida de<br />
saber que él había manejado su motocicleta a casa en ese estado.<br />
Después de que desapareció la incomodidad, y la ira se debilitó, aún no<br />
podía dormir. Incluso cuando las respiraciones Travis fueron profundas, me<br />
senté a mirar el reloj. El sol iba a salir en menos de una hora. Retiré las cobijas<br />
de mí, caminé por el pasillo y tomé una manta del gabinete de la sala. La única<br />
prueba del trío de Travis eran dos paquetes de preservativos vacíos en el suelo.<br />
Pasé sobre ellos y me dejé caer sobre el reclinable. Cerré mis ojos.<br />
Cuando los volví a abrir, América y Shepley estaban sentados<br />
tranquilamente en el sofá mirando una muda televisión. El sol había iluminado<br />
el apartamento y me estremecí cuando mi espalda se quejó por cualquier<br />
intento de movimiento.<br />
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